American Dream es una variedad de floración temprana, con cogollos de gran tamaño con más volumen que peso, y un subidón de derechazo: esta especie tiene sabor, aroma, y provoca un colocón de felicidad tanto mental como corporal.

American Dream es muy fiable para cultivadores novatos, ya que es capaz de sobreponerse a cualquier cantidad de pequeñas imperfecciones y producir una cosecha de potentes y olorosas flores. En manos de un cultivador más experimentado, American Dream puede llegar a deslumbrar, y debería de ser un respiro de aire fresco para cualquiera que piense que todos los híbridos son iguales. Planta idónea para el cultivo de interior, la American Dream responde muy bien al adiestramiento y resulta ser una planta adecuada para la técnica del sea of green (SOG) porque alcanza una altura superior a una pura índica, pero que no crecerá de forma desmesurada cuando florezca, con un tamaño adecuado para el SOG. Se puede hacer que conserve su tamaño reducido o dejar que se convierta en una planta enorme con múltiples tallos. En climas cálidos o en invernaderos, esta planta florece llegando a medir 125-150cm.

La herencia skunk es visible en la estructura de la planta y en los patrones de crecimiento. American Dream tiene fuertes tallos, un espacio internodal reducido y un modo de crecimiento rápido y potente, típico de las índicas en todas sus etapas. Las ramas situadas a una altura media llegan a alcanzar la altura de la cola principal y pueden necesitar apoyos al final de la floración, cuando los cogollos empiezan a ganar en peso. Las influencias sativas se hacen visibles en la formación del cáliz/cogollo, y están presentes en el contenido de THC. Las cúspides de cada ramal son densas y rechonchas,  resultando en una pintoresca forma de pirámide al formar sus cálices redondeados y gigantescos, que acaban en un extremo prácticamente romo. La forma en que sus ramas quedan imbricadas les da la apariencia de 3 ó 4 superficies triangulares planas situadas antes de la punta. Cuando estos pedacitos poligonales crecen, se van uniendo formando así gruesos cilindros de cogollo resinoso. De la cola principal surgen pequeños cogollos, formando cualquier ángulo como palomitas de maiz estallando en la olla. El color verde moderado de los cogollos está glaseado, con un manto plateado de resina, haciéndolas muy atractivas para amantes del hachís y cocineros cannábicos. Procesando correctamente los cogollos y las hojas secas podrás obtener una cantidad significante de hachís de primera clase, aunque incluso los cultivadores que no estén persiguiendo este fin no se libraran de pringarse las manos de resina durante la manicura.

El colocón cítrico de la American Dream cae como una losa de una tonelada. El consumo normal no debería de incapacitar al fumador medio, pero seria mejor fumarla en un entorno familiar y sin tensión alguna. Centrándonos en el efecto, se podría decir que te hace ir hacia abajo más que hacia arriba. Sin producir ni hiperactividad ni somnolencia, la American Dream tiende únicamente a cambiar la perspectiva que alimenta el “vivir el momento”, haciendo de ello un objetivo para quedarte atrapado en una película, un libro, tu CD favorito o en el mundo de los videojuegos.

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