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Drogas en el deporte – Las sustancias dopantes (XVI)

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2.8. Drostanolona

Es un esteroide inyectable muy androgénico empleado para ganar fuerza, agresividad y dureza muscular. También aumenta el tamaño muscular, si bien en menor medida. Su duración en el organismo es breve, por lo que debe administrarse tres veces por semana. Esa misma característica lo convierte en atractivo para pruebas con control antidopaje, ya que sale rápidamente del cuerpo y es difícil de detectar. Es poco hepatotóxico. Al no aromatizar no se convierte en estrógeno, por lo que no genera ginecomastia. Como retiene poca agua no es probable que eleve la presión sanguínea. Los problemas principales son estéticos: acné y alopecia. También hay que tener en cuenta que puede alterar la producción endógena de testosterona, lo cual se notará al abandonar el producto y llegar el bajón hormonal.

2.9. Dihidrotestosterona


La testosterona es el principal andrógeno segregado por los testículos, pero el más activo en la mayoría de los tejidos -excepto en el músculo- es la dihidrotestosterona, responsable de los caracteres masculinos secundarios. De hecho, la elevada conversión de testosterona a dihidrotestosterona es la causante del exceso de vello y la alopecia en algunos varones. La administración exógena de esta hormona también conlleva efectos anabólicos, si bien más débiles que los generados por la testosterona. Por todo lo dicho, no es un producto demasiado atractivo para los deportistas. Existe en farmacias españolas, pero sólo en presentación en forma de gel para aplicar en la piel, indicada para combatir el déficit de andrógenos.

ESTEROIDES ANABÓLICOS


Como ya hemos comentado, es imposible eliminar totalmente las propiedades androgénicas de los anabolizantes. De todas formas, existen algunos en los que este componente hormonal es mucho menor que el presente en los citados hasta ahora, y por predominar el efecto anabólico sobre el androgénico se les llama “esteroides anabólicos”. Son, por lo general, los que presentan menos efectos secundarios, si bien en la mayoría de los casos sus beneficios ergogénicos son menores que los de la testosterona, oxymetolona o methandrostenolona.

1. Methilclostebol


Es el principio activo del Oral Turinabol, un derivado de la methandrostenolona que prácticamente no retiene líquidos ni se convierte en estrógenos. Origina mejoras musculares lentas, pero de calidad. Fue creado en los años 60 en la República Democrática Alemana como una alternativa con menos efectos secundarios para administrar durante largos periodos, con el objetivo de fabricar atletas superdotados/as que ganaran medallas olímpicas en la época de la Guerra Fría y demostraran así la superioridad del socialismo sobre el capitalismo (de hecho fue el arma secreta del deporte de ese país durante muchos años). Tiene potencial hepatotóxico y reduce la coagulación de la sangre. Es menos peligroso que otros esteroides, pero aparecen efectos adversos en ciclos largos o con altas dosis. Aunque no es muy androgénico, puede producir virilización en mujeres, sobre todo si se administra durante mucho tiempo: seguramente recordamos a esas nadadoras y lanzadoras alemanas de anchas espaldas, como por ejemplo Heidi Krieger -de quien ya hablamos en una entrega anterior-, convertida en la actualidad en el señor Andreas Krieger tras una marcada masculinización debida a los esteroides y una posterior operación de cambio de sexo.

2. Estanozolol


Es uno de los anabolizantes más populares. Prácticamente no retiene líquidos, lo cual permite ganancias sólidas en fuerza y tamaño muscular. No se convierte en estrógenos, con lo que se evita la ginecomastia y la apariencia blanda. Las mejoras son más lentas que con la testosterona o la oxymetolona, pero también más consistentes y duraderas al dejar de consumirlo. Su principal problema es que resulta hepatotóxico, por lo que se debe utilizar productos para proteger el hígado. Si bien no es muy androgénico, su uso en mujeres puede originar virilización.

Hay dos presentaciones en el mercado: inyectable y oral. La primera está disuelta en agua, sus efectos son rápidos y sale también pronto del organismo; por esa razón se suele administrar tres veces por semana. La presentación oral es muy conocida entre los deportistas por su facilidad de uso y la pequeña cantidad que contienen los comprimidos (2 mg); sin embargo, por esta vía es más tóxico para el hígado. Existe en farmacias españolas, y hasta hace pocos años no había problemas para conseguirlo sin receta, ni siquiera después del escándalo protagonizado por Ben Johnson, atleta canadiense de la década de los ochenta que pulverizó las marcas de velocidad, consiguió batir al mítico Carl Lewis y dio positivo por estanozolol en un control antidopaje de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.

3. Nandrolona


Es otro de los esteroides más conocidos y, junto al estanozolol, el más utilizado en deportes donde es esencial la potencia y la velocidad y una desventaja tener excesivo volumen muscular. Sólo existe en forma inyectable. Es una de las sustancias más frecuentemente detectadas en los controles antidopaje debido a su larga permanencia en el organismo. Es poco androgénico y son raros los casos de presión sanguínea elevada o de colesterol. Es poco tóxico para el hígado. Se convierte en estrógeno sólo cuando se utilizan dosis moderadas/altas. Suele ser considerado el mejor anabolizante al comparar sus acciones positivas con los posibles efectos secundarios. Existe en farmacias españolas.

4. Metenolona


Es también muy utilizado por sus escasos efectos adversos, si bien -por la suavidad de sus efectos- no es muy efectivo para ganar fuerza y tamaño muscular. Existe en versión inyectable y oral, las dos con escaso potencial hepatotóxico. Por ser poco androgénico es uno de los favoritos de las mujeres atletas, aunque éstas siempre deben tener cuidado con los posibles efectos virilizantes que, además, suelen ser irreversibles. No se convierte en estrógenos, y la supresión de producción endógena de testosterona que puede originar es leve, excepto en casos de consumo prolongado. Por sus características, los deportistas que desean ganancias musculares suelen combinarlo con otro esteroide más fuerte como el estanozolol o alguna testosterona. Existe en farmacias españolas.

Advertencia: describimos productos comercializados por laboratorios legales, no drogas prohibidas. El propósito de este artículo es informar sobre las sustancias dopantes que utilizan los deportistas, no recomendar ninguna de ellas. Tan sólo citamos principios activos, no marcas concretas, a fin de evitar hacer publicidad de medicamentos con receta. No fomentamos el uso de drogas deportivas y estamos en contra del consumo no responsable.


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