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El cannabis NO cura el cáncer: el timo de Rick Simpson (I)

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Uno de los videos más populares en Internet sobre cannabis terapéutico relata las supuestas propiedades curativas del aceite de cannabis para el tratamiento de distintas enfermedades, incluyendo el cáncer. Este video es uno de los más visitados en relación con el cannabis terapéutico. En este artículo y el próximo analizaremos qué hay de cierto en el aceite de cannabis de Rick Simpson.

Por Dr. Fernando Caudevilla

Me diagnosticaron cáncer de colon hace ya más de ocho años. He pasado por varias operaciones, ciclos de quimioterapia, radioterapia, pastillas, inyecciones…A pesar de todo el cáncer sigue extendiéndose y me estoy planteando cambiar el tratamiento de forma radical. Creo que me voy a dar unas vacaciones de la medicación, que yo creo que me hace más daño que bien. ¿Ha oído hablar del método de Rick Simpson? Sí, sí…el aceite de cannabis que cura el cáncer. Yo era escéptico con estas cosas pero he visto los videos en YouTube y lo que cuentan es verdaderamente alucinante. Yo creo que por probar no pierdo nada… ¿no le parece? ¿usted qué opina?

                A grandes líneas éste es el resumen de un caso real que acudió a mi consulta hace unos meses. Este paciente estaba dispuesto a abandonar su terapia habitual y sustituirla por aceite de cannabis. Pero otros cuatro pacientes con enfermedades tumorales me han consultado sobre esta cuestión durante el último año. En todos los casos hay algunas características comunes: los pacientes habían preguntado sobre el uso terapéutico del cannabis a varios de sus profesionales de referencia y, en el mejor de los casos, les habían dicho que no sabían qué responderle. Ante la ignorancia, la falta de interés sobre el tema o los prejuicios de sus médicos, los pacientes se habían lanzado a buscar información por su cuenta sobre cannabis y cáncer en Internet. No les costó mucho encontrar testimonios de personas que, supuestamente, habían conseguido la curación absoluta del cáncer después de utilizar aceite de cannabis. De hecho la segunda entrada que se obtiene en Google al buscar con los términos “cannabis cáncer” es un link a la página de NORML (una de las más veteranas y prestigiosas organizaciones procannábicas) en la que se relata una curación de un tumor de vejiga después de utilizar aceite de cannabis según el método de Rick Simpson. (1).

                Tengo 39 años (…). Me diagnosticaron un cáncer de vejiga en Agosto de 2008, con un tumor del tamaño de una manzana. Entre 2008 y Noviembre de 2009 utilicé muchas terapias convencionales. Utilicé quimioterapia en pastillas combinado con radioterapia a la vez. Con el paso de las semanas los efectos adversos de la quimioterapia se iban incrementando y era difícil tomar las pastillas sabiendo que me harían sentir peor. La radioterapia me quemaba tan horriblemente que mi piel se oscureció, dejé de andar y mi piel parecía la de un pato quemado al horno.(…) Con el tiempo me fui recuperando hasta que un scanner encontró lesiones en mi pulmón (…) Me quitaron la parte de abajo del pulmón izquierdo y una biopsia demostró que mi cáncer de vejiga había metastatizado al pulmón.

Vial con aceite casero de cannabis

Empecé a buscar otros tratamientos para mi enfermedad y empecé a leer sobre Rick Simpson y su aceite curativo de cannabis (…) Tuve la suerte de ponerme en contacto con una persona que pudo proporcionarme el aceite en Reino Unido y me consiguió una jeringuilla llena de aceite. Bajo su guía tomé una pequeña cantidad y la tragué. Los primeros efectos se sintieron al cabo de una hora, sentí la tirantez y el dolor abandonando mi pecho y mis costillas y pude empezar a respirar con más tranquilidad. Entonces sentí una cálida sensación y empecé a sentirme colocado. Estuve tomando el aceite cuatro veces al día, en pequeñas cantidades e incrementando la dosis hasta un gramo al día (…)

En mi siguiente cita con el oncólogo para comentar el último resultado de mi scanner me informó de que los tumores en mi pulmón izquierdo habían disminuido (…) En la siguiente cita las lesiones habían desaparecido del TAC(…) Los médicos lo atribuían a la cirugía a pesar de que no fui operado en ese pulmón y las lesiones estaban previamente (…). El doctor no tuvo ningún interés en el tema cuando le pregunté por el sistema de los endocannabinodes y hasta parecía decepcionado al no poder explicar lo que había sucedido (…) Pero yo sé que el aceite de cannabis me ha liberado del tumor y quiero compartirlo con todos vosotros.

Menos del 2% de los tumores de vejiga tendrían unas características compatibles con las que el paciente refiere y las metástasis pulmonares bilaterales serían extraordinariamente raras.

La historia es anónima y no proporciona ningún dato sobre el hospital, la ciudad o el nombre del equipo médico que había tratado al paciente. Sólo la curación milagrosa de alguien en quien todos los tratamientos médicos habían fallado. A pesar de la escasez de datos podemos hacer algunas observaciones técnicas para que el lector pueda hacerse una idea por sí mismo de la posibilidad de que esta historia sea real. La incidencia del cáncer de vejiga en personas menores de cincuenta años es anecdótica y los tipos más frecuentes son los tumores de pequeño tamaño o los tumores que ulceran la pared. Menos del 2% de los tumores de vejiga tendrían unas características compatibles con las que el paciente refiere y las metástasis pulmonares bilaterales serían extraordinariamente raras. Finalmente, el esquema de tratamiento que el paciente cuenta en su relato no se corresponde con ninguna guía clínica para el tratamiento del tumor de vejiga en todo el mundo. Estas características (anonimato, datos incompletos, esquemas de tratamiento imposibles, incongruencias con la evolución clínica normal del tipo de tumor, pésima tolerancia a los tratamientos convencionales y curaciones absolutas después de utilizar aceite de cannabis) son comunes a otros relatos que pueden localizarse de forma sencilla a través de Internet.

Rick Simpson

                Tirando de este hilo o rastreando con un poco más de detalle en Google es inevitable encontrarse con el video del tal Rick Simpson, que en YouTube está disponible en varias versiones (original en inglés, traducida al francés, subtitulada en francés, castellano y alemán, entero, por capítulos…). La versión oficial tiene más de un millón de visitas y varios de los formatos disponibles superan las cien mil. El documental cuenta cómo Rick Simpson descubrió la no sólo la cura del cáncer, sino de todas las demás enfermedades que han castigado a la Humanidad desde el principio de los tiempos, así como los graves problemas que le han acontecido desde entonces.

                Como el documental entero es extremadamente aburrido y repetitivo, si quieren se lo resumo y así el lector se ahorra el tener que verlo. Rick Simpson es un señor con sombrero de canadiense que vive en un pueblecito muy canadiense (bueno, yo no conozco Canadá, pero los paisajes son como salen en las películas y en la serie South Park). Un día oye por la radio una noticia sobre los efectos antitumorales del cannabis y, impulsado por el recuerdo de su primo que había muerto de cáncer, se pone a investigar. El resultado de la investigación (“en la que sólo salieron cosas positivas y ninguna cosa negativa”) fue que el aceite de cannabis lo cura todo. Al propio Rick le curó tres cánceres en la cara. Nuestro protagonista comparte su descubrimiento con los vecinos, quienes se curan de las más diversas enfermedades. Sale un señor a quien “le curó el cáncer”, y a su hijo, que tiene “cuatro cirugías de corazón”, le permite llevar una vida perfectamente normal. A una señora que se parece a Camilla Parker Bowles le salió una verruga que curó aplicándose un poco de aceite en la espalda. La señora se lo recomendó a un amigo suyo: se había caído de un vehículo, los médicos no hacían nada más que atiborrarle a pastillas tremendamente adictivas y llenas de efectos secundarios y le habían dicho que no iba a poder volver a andar, y así fue hasta que… ¿lo adivinan?…se decidió a probar el aceite de Rick Simpson y todos sus problemas se solucionaron. A otro señor que tiene un sofá indescriptible tapizado con lobos también le ha curado el cáncer, la diabetes y además le sirve para guardar la línea. Y otro señor con cáncer, ya desahuciado, el aceite le ha hecho desaparecer el tumor (“vació sus pulmones de líquido, le reparó la próstata, le curó de muchas enfermedades) eso sí, además de “haber rezado mucho”.

                Por si todo esto fuera poco, varios de los protagonistas de la historia cuentan cómo el aceite de cannabis les sirve para quitarse las ojeras y las arrugas. Así, en pocas semanas, gran parte del pueblo estaba utilizando el aceite de Rick Simpson. Cuando la historia llegó a oídos de las autoridades sanitarias se pusieron hechos un basilisco. Así que le montaron un pollo de no te menees al bueno de Rick, con juicio y condena incluido. Esta parte de la historia sobre la actuación judicial es la que parece más lógica, ya que sabemos que las autoridades sanitarias y políticas suelen reaccionar de esta forma cuando a alguien se le ocurre distribuir aceite de cannabis.

Pero el motivo verdadero por el que cae sobre él todo el peso de la ley es mucho más complicado. La reacción de las autoridades no está motivada por los prejuicios antidroga por todos conocidos. Por lo visto, existe una conspiración global para evitar que se conozcan las propiedades milagrosas del aceite de cáñamo, liderada por la industria farmacéutica con la cooperación y el consentimiento de jueces, médicos y políticos. Como se dice en el documental: “los sistemas de salud y el gobierno no quieren que usted pueda curarse de sus enfermedades. Esa gente no quiere que cambien las cosas, tienen su cuenta de banco y sus coches, están felices con cómo son las cosas. Ahora que sabemos lo del aceite nos prohíben usarlo porque dejarían de ser millonarios”. Vamos, un complot global como no se ha visto desde Matrix.

un complot global como no se ha visto desde Matrix.

                Disculpe el lector si considera que he abusado de la ironía en la descripción del documental, pero dicen los psicoanalistas que el sentido del humor es una defensa. No entraremos en valorar las intenciones de los protagonistas, que presupondremos inocentes. El problema es que la historia no se sostiene desde ningún punto de vista, hace aguas por todas partes y no resiste un mínimo análisis basado en la lógica. Y no pasaría de ser un chiste si no fuera por la posible implicación que puede tener en la salud de las personas.

En el próximo número de la revista detallaremos y analizaremos los motivos por los que esta historia no está justificada desde un punto de vista científico y debe de considerarse, en el mejor de los casos, como un bulo. Pero ya adelantaremos que hay que ser extremadamente cuidadosos cuando se ofrecen esperanzas a personas que padecen enfermedades graves o de difícil curación. Si, como se sugiere repetidamente en el documental, además hay que abandonar las terapias convencionales (“la quimioterapia y la radioterapia solo producen toxicidad y no curan”, ”los fármacos convencionales sólo producen adicción y efectos negativos”…) la cuestión adquiere una mayor gravedad.

Acerca del autor

Fernando Caudevilla (DoctorX)
Médico de Familia y experto universitario en drogodependencias. Compagina su actividad asistencial como Médico de Familia en el Servicio Público de Salud con distintas actividades de investigación, divulgación, formación y atención directa a pacientes en campos como el chemsex, nuevas drogas, criptomercados y cannabis terapéutico, entre otros.

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