El cannabis puede reducir los síntomas y el consumo de opioides en la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta el sistema nervioso central. Se caracteriza por la presencia de lesiones inflamatorias y destrucción del tejido que recubre las fibras nerviosas en el cerebro y la médula espinal. A medida que la enfermedad progresa, se produce una interrupción en la transmisión de los impulsos nerviosos, lo que conlleva a una variedad de síntomas debilitantes.
Los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar ampliamente de una persona a otra y dependen de la ubicación y la gravedad de las lesiones nerviosas. Algunos de los síntomas más comunes incluyen fatiga intensa, dificultades para caminar, debilidad muscular, problemas de coordinación y equilibrio, entumecimiento u hormigueo en diferentes partes del cuerpo, problemas de visión (como visión borrosa o pérdida parcial de la visión), trastornos del habla, problemas cognitivos (como dificultades de memoria y concentración) y cambios en el estado de ánimo.
Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer en forma de brotes, lo que significa que la persona afectada puede experimentar períodos de empeoramiento seguidos de remisiones parciales o completas. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, es posible que los síntomas se vuelvan más constantes y debilitantes, lo que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas con esclerosis múltiple.
Aunque aún no se conoce la causa exacta de la esclerosis múltiple, se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales desencadena la enfermedad en individuos predispuestos. No existe una cura conocida para la esclerosis múltiple, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas, retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Investigadores del Instituto Neurológico Dent en Buffalo, EE.UU., realizaron una revisión retrospectiva de los registros médicos de 141 pacientes con esclerosis múltiple que recibían cannabis. El fármaco fue bien tolerado y alivió el dolor y la espasticidad.
Los pacientes experimentaron una amplia mejoría de los síntomas después del inicio del cannabis medicinal, con el alivio del dolor (72% de los pacientes) y la espasticidad (48% de los pacientes) y la mejoría en el sueño (40% de los pacientes) como los más comunes. Hubo una reducción significativa en el uso concomitante de opioides después de iniciar el cannabis, como lo demuestra una disminución significativa en los equivalentes diarios de miligramos de morfina entre los pacientes a los que se les recetaron analgésicos opioides. Las disminuciones en el uso de relajantes musculares y el uso de benzodiazepinas no alcanzaron significación.
El uso de opioides en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM) es un tema controvertido y debe ser abordado con precaución. Los opioides son una clase de medicamentos analgésicos que actúan sobre los receptores opioides en el sistema nervioso central para aliviar el dolor. Aunque pueden ser efectivos para controlar el dolor en diversas condiciones, su uso en la esclerosis múltiple se considera limitado y se reserva para situaciones específicas.
El dolor es uno de los síntomas que puede experimentar una persona con esclerosis múltiple, y puede ser el resultado de diferentes factores, como espasticidad, dolor neuropático o contracturas musculares. En algunos casos, cuando otros tratamientos para el dolor no han sido efectivos, los opioides pueden ser considerados como una opción para el alivio sintomático a corto plazo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los opioides no tratan la causa subyacente de la esclerosis múltiple ni modifican la progresión de la enfermedad. Además, los opioides conllevan riesgos significativos, como la posibilidad de desarrollar dependencia, tolerancia, efectos secundarios adversos y la sobredosis accidental. Por lo tanto, su uso debe ser cuidadosamente evaluado y supervisado por un médico especialista en el tratamiento del dolor.
En general, se recomienda un enfoque multidisciplinario para el manejo del dolor en la esclerosis múltiple, que incluya terapias no farmacológicas, como fisioterapia, terapia ocupacional y técnicas de relajación, así como medicamentos específicos para el control del dolor neuropático, como antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivantes o analgésicos no opioides.
Cada caso de esclerosis múltiple es único, y el tratamiento del dolor debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Por lo tanto, es fundamental contar con la orientación de un médico especialista en EM para evaluar los beneficios y riesgos de los opioides y considerar otras opciones de tratamiento que puedan ser más adecuadas y seguras para cada paciente.
Es importante destacar que la esclerosis múltiple es una enfermedad altamente variable y cada persona puede experimentarla de manera diferente. Por lo tanto, es fundamental contar con un diagnóstico y seguimiento médico adecuados para desarrollar un plan de tratamiento individualizado y brindar el apoyo necesario a quienes viven con esta condición.
Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.