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El consumo de cannabis por músicos de jazz

Louis Armstrong y Milton “Mezz” Mezzrow

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Louis Armstrong

Ya pudimos leer en la primera parte de este artículo, en Cannabis Magazine 127 de diciembre de 2014, los orígenes de jazz y su relación con el cannabis, que el cannabis comenzó a ser fumado en los Estados Unidos por los latinos (sobre todo mejicanos) y negros (Snyder, 1970:129).

Estos a su vez conocieron la forma de fumar gracias a la expansión del consumo que se originó de los esclavos negros del Brasil que habían usado la planta en África. El cannabis fue perdiendo paulatinamente su imagen de medicina desacreditándose como un embriagador e igualándolo, por los medios de comunicación del momento, a la heroína.

Durante el primer cuarto del siglo XX muchos estadounidenses blancos fueron sustituidos laboralmente por mejicanos y negros que trabajaban por menos dinero. Así comenzó el odio de la clase trabajadora blanca hacia todo aquello que se considerase cultura mejicana (entre ellas la marijuana) o cultura negra (jazz y blues). El cannabis, según los periódicos de la época, le provocaba a los mejicanos y negros violencia y ganas de asesinar y de violar (Abel, 1980: 203-204, 212-213).

Los títulos de los discos de jazz de la época en los años 20 y principios de los 30 del siglo XX estaban muy influenciados por el consumo de cannabis y los títulos eran: “Golden Leaf Strut” (se podría traducir como “El pavoneo de la hoja dorada”), “Texas Tea Party” (“La fiesta del té de Texas” de 1933), “Chant of the weed” (“El canto de la cizaña”), “Song of the Vipers” (“El canto de las víboras”), “Smokin’ Reefers”, “Muggles”, “Reefer Man” (“El tío del canuto” de Don Redman y su orquestra, 1932) o “Jack, I´m Mellow” (“Jack, estoy colgada” de Trixie Smith, 1938).

Los prohibicionistas al acecho

Harry J. Anslinger (director del FBN; la Oficina Federal de Narcóticos) ordenó a sus agentes vigilar y crear un archivo de antecedentes penales (por consumo de cannabis) a todos los músicos de jazz y swing; pero recordaba no arrestarlos hasta que él no diera la orden. Los agentes federales estuvieron esperando desde 1943 hasta 1948 para llevar a cabo la detención. Anslinger tenía una idea y era la de encarcelar en 1949 a todos los músicos de jazz que consumieran e hicieran apología de las drogas (como los músicos afroamericanos Louis Armstrong, Count Basie, Cab Calloway, Duke Ellington, Champion Jack Dupree, Thelonius Monk, Billie Holiday, Art Pepper, Charlie Parker, Jimmy Dorsey, Dizzy Gillespie, Miles Davies, Lionel Hampton, etc… y los músicos angloamericanos y judeoamericanos Mezz Mezzrow, Benny Goodman, Gene Krupa, Stan Ges o Chet Baker, entre otros) en un solo día. Quería realizar una gigantesca redada nacional y así acaparar las primeras páginas de todos los periódicos. Con esta operación quería lograr presentar Anslinger a los músicos de jazz como un peligro real nacional, adictos a las drogas. Semejante locura no se llegó a cometer gracias al superior de Anslinger en el Departamento del Tesoro, el Secretario General Foley, que no estaba de acuerdo con dicha acción.

Los agentes del FBN se infiltraban en los conciertos de jazz observando el comportamiento y las costumbres de los músicos, tomando notas y elaborando dossier sobre lo que habían visto. El poder del FBN era muy grande ya que estaban en estrecha colaboración con la policía y eran capaces de quitarles a los músicos sus licencias para poder tocar (sus cabaret card). El primer mártir de dichos controles fue Cab Calloway que se vio obligado a cambiar el texto de su canción “Minnie The Moocher” que habla del consumo de cocaína y opio de los ciudadanos de Nueva York. Perdieron su licencia para tocar Charlie Parker, Billie Holiday, Lester Young o Thelonius Monk.

Para tratar el número creciente de músicos de jazz adictos a la heroína, se puso en marcha gracias a la doctora Marie Nyswan­der (introductora, junto con Vincent Dole, del tratamiento de manteni­miento con metadona para la depen­dencia a opiáceos) y al sociólogo Charles Winick, la Musician’s Clinic (‘Clínica de los Músicos’). Éste era un hospital donde los músicos obtenían un tratamiento gratuito para desintoxicarse principalmente de la heroína. Su crea­ción fue consecuencia directa de un simposio sobre adicción que se pro­dujo en el festival de Newport de 1957. Este proyecto tuvo en principio muchos impedimentos, algunos músicos “sobrios” pensaron que una iniciativa así sólo serviría para generar una publicidad negativa de la música jazz. Pero la clínica tuvo un enorme éxito en cuanto al número de personas que la visitaron y contribuyó sensiblemente a la reducción en la tasa de prevalencia de uso de drogas entre los músicos de jazz. También, con ayuda del fiscal Max­well T. Cohen, la Clínica de los Músicos logró conseguir la eliminación del maldito siste­ma del cabaret card de Anslinger, lo cual a su vez sirvió para que aumentara su prestigio entre los propios músicos.

Una de las primeras canciones con clara referencia al cannabis es el tema ‘Gimme a reefer’ (‘Dame un porro’) cantado por la gran Bessie Smith, en 1933. La letra decía: “Dame un porro y una botella de cerveza/ Dale al pianista una bebida porque él me lleva hacia abajo/ Tiene ritmo, yeah, cuando zapatea//Me envía directamente a dormir”. También en 1941, Okeh Records lanzó al mercado la canción cannábica “Junker Blues” (“El blues del yonki”), el primer disco del pianista y cantante Champion Jack Dupree. “Junker Blues” es la primera canción que divide lo que son las drogas blandas de las duras. Declara en la canción que fumar cannabis es un pasatiempo inofensivo y el consumo de cocaína y morfina es más peligroso. Este disco triunfó en todo Estados Unidos. Sus agentes musicales le anunciaron como The King Of The Junkers (“El Rey de los Yonkis”) lo que llamó la atención al FBN. Así, desde 1942 a 1957 no se pudieron editar nuevas canciones que mencionaran la cocaína en sus textos. En 1958 publicó Blues From The Gutter (“Blues de los barrios bajos”) donde volvió a cantar sobre la adicción a la morfina o la desintoxicación de las drogas y la vuelta a ellas.

Mezz Mezzrow

Milton “Mezz” Mezzrow

Fue también conocido como el Barón Munchausen del Jazz; como Reefer King (el rey del porro), The Link Between the Races (el puente entre las razas), The Philosopher (el Filóso­fo), The Mezz, Poppa Mezz (Papá Mezz), Momma Mezz (Mamá Mezz), Pop’s Boy (el Niño de Papá), The White Mayor of Harlem (el Alcalde Blanco de Harlem), The Man About Town (el Hombre de Mundo), The Man that Hipped the World (el hom­bre que enrolló al mundo), The Man That Made History (el hombre que hizo historia), Father Neptune (Padre Neptuno) y otros más (Alcázar, 2002).

Milton “Mezz” Mezzrow se llamaba en realidad Milton Mesirow. La vida de Mezzrow fue la de un chico judío de Chicago que vivía en un reformatorio y estaba decidido a volverse un “negro”. En su autobiografía Mezzrow abrazó la cultura afroamericana. Mezzrow creció en las tabernas clandestinas que proliferaron en Chicago en la época de Al Capone. La mayoría de los clubes de jazz pertenecían a los gángsteres de la ciudad. Mezzrow comenzó a disfrutar con la Original Creole Jazz Band en 1913. Se convirtió en un clarinetista-saxofonista reconocido en su ciudad. Cuando terminó la Prohibición (de 1919 a 1933) y apareció la Depresión de 1929; Mezzrow se fue a Harlem (Nueva York) a probar fortuna donde comenzó a tocar con Eddie Condon. Allí estaba la crema del jazz: las bandas de Armstrong, Count Basie, Jimmy Lunceford, Fats Waller o Erskine Hawkins. En 1948 Mezzrow se exilió a Francia donde grabó con Lee Collins y otros.

Mezzrow no tuvo muchas oportunidades de tocar así que utilizó el cannabis como entrada en la comunidad negra donde estaba desesperado por ser aceptado. La comunidad lo aceptó e incluso le dio nombre de la marihuana de calidad (“Mezz”). Un “mezz” era “el tipo de cigarro gordo y bien cargado que yo liaba habitualmente” (Alcázar, 2002: 110). Se convirtió en traficante de cannabis de buena calidad. Se hizo también consumidor de opio. De 1931 a 1935 pasó todo el tiempo consumiendo opio. Cuando dejó su adicción al opio habían prohibido su medio de vida (el tráfico de cannabis). Siguió vendiendo hasta que le cogieron y pasó tres años en la cárcel. Salió y volvió a tocar para exiliarse en París donde murió en 1972. La descripción de Mezzrow de su primer colocón de maría era el siguiente:

“Lo primero que noté fue que oía el saxo como si me sonara dentro del cráneo… Luego empecé a acusar mucho más las vibraciones de la caña en los labios, y la cabeza se me puso a zumbar como un altavoz. Descubrí que ligaba las notas mucho mejor y que daba a las frases el sentimiento justo; que, en definitiva, la música fluía. Los sonidos salían del saxo con soltura, como si hubieran estado dispuestos, aceitados y almacenados en el tubo, de modo que bastaba soplar para que fueran saliendo uno tras otro, sin error posible, sin perder el ritmo, sin el menor esfuerzo… Habría podido tocar horas y horas sin que se agotaran las ideas ni el vigor.” También explica: “A los músicos, la yerba los coloca en una esfera magistral; de ahí que tantos jazzmen hayan recurrido a ella (…) Los miembros de la escuela de la Yerba estábamos por la música sensual, iluminada por la inspiración y su madre. Los de la botella parecían cabalgar sobre sus instrumentos, y al final siempre acababan sombríos porque la priva arruinaba el coco”.

Louis Armstrong

Louis Armstrong

Fue el instrumentista de jazz más influyente de su generación Comenzó su vida en el barrio de Storyville en Nueva Orleáns (Lousiana) un 4 de agosto de 1901. Louis era hijo de una prostituta cuyo nombre era Maryann. A los 10 años se queda huérfano. A los 11 años un disparo con un revólver al aire para festejar el año nuevo lo llevó al orfanato y gracias a ello encontró a su maestro de tambor y corneta (Peter Davis). Cuando en 1914 sale del reformatorio empieza a trabajar en las embarcaciones de recreo y en los cabarets de Storyville donde conoce al cornetista King Olive. En 1922 se fue a Chicago y es allí donde comienza realmente su carrera. Es allí donde publicó su primer disco con Oliver (“Chimes Blues”). Para 1923 era el segundo corneta en el conjunto criollo de King Oliver en Chicago. En 1924 entró en la Flecher Henderson’s Band. Así que graba con los mejores cantantes de blues de la época, como por ejemplo, Bessie Smith. Se hizo notar como solista y conquistó la fama. A partir de 1925-1928 crea sus propias bandas “Hot Five” y “Hot Seven”. Fue considerado el mejor trompetista del periodo 1925-1930. En 1929 grabó canciones populares con varias orquestas.

Viajó a Europa en 1932 y vuelve en 1934 consiguiendo bastante fama en París. En 1938 aparece por primera vez en una película. Y para 1945 publicó su primera autobiografía titulada Satchmo. Grabó innumerables discos y realizó giras por todo el planeta. En 1955 volvió a realizar una gira europea. Se casó hasta cuatro veces. Muchos afirmaban que era masón. Y Duke Ellington decía de él que: “Nació pobre, murió rico y nunca dañó a nadie por el camino”. Falleció en la casa de Corona (Nueva York) el 6 de julio de 1971.

En 1930 Louis Armstrong, un año después de haber grabado “Muggles” (“Marihuana”), fue arrestado junto a Vic Berton (percusionista), mientras fumaban un porro en unos aparcamientos en Los Ángeles. Armstrong estaba siendo vigilado y dos detectives de la policía fueron a por ellos. A pesar de que los policías eran entusiastas de su música, afirmaban que sus familias no se acostaban hasta que terminase su programa de radio. Armstrong afirmó que no estaba cometiendo ningún delito federal (ya que el cannabis se prohibió en 1937). Los policías afirmaron que las órdenes venían de arriba y que ya no se podía remediar. Cuando llegaron a la jefatura de policía se formó un gran revuelo ya que Louis era muy conocido y todos los presentes le reconocieron de inmediato.

Permaneció en la cárcel durante 9 días hasta que le dieron la condicional si consentía en abandonar California y no volver durante dos años (Herer, 1999:173). Durante su estancia en la cárcel de la ciudad de Los Ángeles estuvo en una celda con dos tipos sentenciados a 40 años. Allí se encontró con ladrones y rateros con los que charlaba amigablemente y reían. Al final de su reclusión todos los presos se acercaron para despedirse de este genial artista. En el juicio posterior estuvieron para defenderle su jefe, el gerente de la empresa discográfica y una banda entera de abogados. La prensa de Chicago se hizo eco de su encarcelamiento. Los titulares de prensa afirmaban que Armstrong iba a estar seis meses en la cárcel por consumo de marihuana. Finalmente fue sentenciado en marzo de 1931 y puesto en libertad, pero bajo vigilancia. Estuvo vigilado durante mucho tiempo por detectives de la policía (Jones y Chilton, 1971).

Armstrong llamaba al cannabis como “vipers” (“víboras”). La cantante Roseta Howard (y los Harlem Hamfats) reunieron todos estos temas en su canción “If You’re a Viper” (Si tú eres una “víbora” o “fumeta”): “Soñé con un canuto de metro y medio/ un “mezz” poderoso pero no fuerte/ estarás colocado, pero no mucho rato/ si eres una víbora”.

En sus memorias Armstrong del cannabis como una medicina y no como una droga. Jamás se arrepintió de nada y afirmó que tras la Prohibición el precio de la maría comenzó a aumentar. Según contaba su amigo (el fotógrafo) Jack Bradley:

 “¡Armstrong inició a la marihuana a más gente que cualquier otro en el mundo!”. O como el propio Armstrong dijo: “La marihuana es cien veces mejor que el whisky. Es agradable, es una ebriedad que cuesta poco alcanzar, es buena para el asma y relaja los nervios”.

Richard Nixon y Louis Armstrong

 O cuando el célebre presentador televisivo Johnny Carson le preguntó si él fumaba marihuana, Armstrong respondió: “Oiga, hace más de cincuenta años que la fumo y nunca me ha creado dependencia (…) nosotros siempre veíamos a la marihuana como un tipo de medicina (…) No pensaba que fumar porros fuera un hecho delictivo y veía las diferencias entre los víboras (fumetas) y aquellos que utilizaban otras drogas”. Afirmaba que el cannabis era más una medicina que una droga. No se sintió nunca avergonzado de fumar cannabis. O cuando estaba fumándose un porro con Billie Holiday en San Francisco, un terremoto sacudió el edificio. Creyendo que se trataba del colocón por la hierba, gritó Louis:”¡Guau! Esta maría te hace caer por tierra…”.

BIBLIOGRAFÍA

  • Abel, E.L. (1980). Marihuana: The first 12,000 years. Plenum Press, Nueva York.
  • Alcázar, V. (2002). “Drogas y Jazz”. Cáñamo,
  • Cifuentes, J.C. (1995). El gran Jazz, Vol 1 y 2. Ediciones del Prado S.A.
  • Herer, J. (1999). El emperador está desnudo, Castellarte S.L., Castellar de la Fra.
  • Jones, M. y Chilton, J. (1971). Louis: The Louis Armstrong Store, 1900- 1971. Brown and Company, Boston y Toronto.
  • Snyder, S. (1970). “What We Have Forgotten About Pot-A Pharmacologist’s History” New York Times Magazine, New York. (13 de diciembre de 1970).

Acerca del autor

Isidro Marín Gutiérrez nació en la ciudad de Huelva en 1975. Es Doctor en Antropología Social y Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Ha publicado 29 artículos en revistas científicas, 18 libros y 15 capítulos de libros. Entre sus múltiples publicaciones e investigaciones

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