Guia2024

4 arece que fue ayer cuando editamos la primera Guía del Cáñamo de España y Portugal y ya vamos por la decimoséptima edición, nada menos. Diecisiete años en una industria que no solo ha crecido, sino que ha florecido y se ha convertido en un auténtico referente internacional. Sin embargo, como hemos venido señalando en anteriores editoriales de esta guía, este crecimiento del sector cannábico peninsular no ha ido acompañado de decisiones políticas acordes a la realidad económica y social, no solo de España, sino de Europa y del resto del mundo. Nuestra industria, por desgracia, ha tenido que seguir viviendo situaciones propias del prohibicionismo más rancio, no solo en lo que respecta a asociaciones de usuarios, activistas y autocultivadores, sino con grow shops, distribuidores y hasta con cultivadores de cáñamo y tiendas de CBD. La tibieza de un PSOE que nunca ha querido mojarse demasiado y, si se tenía que decantar por algo, prefería hacerlo por presupuestos conservadores, más propios de la derecha, ha hecho un flaco favor a nuestro sector, pero también a la economía española en general. Ni qué decir tiene que hace un año, en estas mismas líneas, os contábamos que la regulación medicinal estaba en trámite y que la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ante el cuestionamiento de unos pocos políticos, afirmaba que estaba “trabajando para cumplir, en el plazo establecido, con la tarea encomendada”; para ello, estaba “elaborando una hoja de ruta para el oportuno encaje normativo y la viabilidad de dichas recomendaciones”. El plazo establecido venció en diciembre de 2022, y la AEMPS todavía no se ha pronunciado al respecto, beneficiándose de una clara inestabilidad política y, por supuesto, de la falta de voluntad del PSOE. Este oscurantismo y opacidad que ha venido caracterizando a la AEMPS, y a la manera en la que ha repartido licencias de cultivo de cannabis, ya dice bastante sobre los entresijos de cómo funciona nuestro país. No hemos sido capaces, ni siquiera, de apretarle las tuercas a la agencia para que cumpliera con su encargo y posibilitara una regulación medicinal de mínimos ―que, por otro lado, no termina de convencer a nadie en el sector―. Lo cierto es que resulta difícil imaginar una legislatura muy diferente a la anterior, en la que se lleven a cabo verdaderos cambios en materia de cannabis, pero tenemos que seguir luchando para que, al menos, se produzca algún tipo de transformación; y también para consolidar ciertos progresos, no vaya a ser que cuando la derecha ―y la extrema derecha, no lo olvidemos―alcance el poder, algo que tarde o temprano ocurrirá, se produzca una nueva inquisición cannábica. En cualquier caso, aquí hemos venido a celebrar una nueva edición de la Guía del Cáñamo de España y Portugal, y qué mejor muestra de fuerza y normalización que estas páginas plagadas de empresas que, como decíamos, florecen y se profesionalizan. Aunque nuestros políticos todavía no se hayan dado cuenta, el modelo español es un referente mundial, y nuestra industria, con una regulación adecuada, podría proporcionar miles de puestos de trabajo más, así como cientos de millones de euros en impuestos directos. En estas páginas encontraréis a los mejores fabricantes, distribuidores, bancos de semillas, empresas de cáñamo y cannabis medicinal, grow shops, equipos legales y de investigación, medios cannábicos y, por supuesto, activistas y asociaciones, que constituyen un pilar fundamental para este sector. Pese al realismo pesimista expresado previamente, que llama a la consciencia y a la reivindicación, de veras esperamos que 2024 nos traiga más normalización, más estudio y más regulación; y que la nueva legislatura ponga en su lugar a este maravilloso sector. torial edi P

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