Soy Eva y cultivo desde hace algún tiempo en interior y me he dado cuenta de que dependiendo de algunos factores como la humedad o la temperatura, los cogollos engordan más o menos. Me gustaría saber qué combinación de esos datos es la buena para conseguir unos buenos pepinos. Gracias!

Hola Eva:

Como sabes, nos encanta que nos escribáis las chicas cultivadoras, que haberlas “haylas” , pero se ven pocas. Pues sí, tienes parte de razón en tus apreciaciones y vamos a intentar llevarte por el camino correcto de lo que los “Usanos” denominan “Donkey Dick” (busca la traducción J).

Efectivamente, en los últimos años cualquier cannabicultor preocupado por lo que podemos llamar “optimización del cultivo” (sobre todo en interior) se habrá dado cuenta de que el resultado final de la cosecha puede ser de alguna forma manipulado a base de aplicar técnicas concretas de cultivo a lo largo de éste. Y lo bueno es que las plantas reaccionan siempre igual ante unos estímulos determinados, por lo que podremos aplicar los conocimientos adquiridos de forma independiente del entorno, utilizando las técnicas y el material adecuado.

Como tú bien decías, está claro que existen una serie de factores externos a la planta en sí misma que influyen notablemente en diferentes procesos a lo largo del ciclo vital de una planta de cannabis. De hecho, estamos hablando de una especie vegetal un tanto “especial” por su altísima capacidad de adaptación a diferentes status bióticos y sobre todo abióticos.

Podemos dividir estos factores en primarios, secundarios y terciarios, teniendo en cuenta que la línea divisoria entre algunos de ellos es realmente muy fina, y que diferentes combinaciones entre ellos producen distintos efectos, afectando la variabilidad de un parámetro concreto sobre la generalidad del resultado.

Los factores primarios, a los que te tu te referías en tu consulta, son la temperatura, la humedad relativa ambiente y la potencia lumínica. Los secundarios son la calidad y composición del sustrato o solución nutriente, la calidad de la luz y los niveles de renovación del aire en la sala o lugar de cultivo. Por último, los terciarios serían el equilibrio de nutrientes en el sustrato o solución hidropónica, el sistema fractal de perfecto equilibrio en el desarrollo estructural del cannabis y los niveles de estabilidad a lo largo del cultivo.

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Las ventajas de conocer la influencia de todos estos factores sobre el desarrollo de nuestra planta amiga son claros: en cualquier caso, podremos saber con antelación sus reacciones, por lo que aplicaremos un sustrato u otro si queremos más cáliz o más hoja, o bien alteraremos el fotoperiodo para acelerar la cosecha, por ejemplo.

Para manejar los factores primarios, temperatura, humedad e intensidad de luz, podemos aplicar las siguientes formulas básicas, teniendo siempre en cuenta la interactuación con los secundarios que se mostrarán por factor y los terciarios, que serán expresados posteriormente como índices de variabilidad por grado.

Factores primarios:

  • Potencia = Humedad baja + temperatura media + intensidad alta
  • Producción = Humedad alta + temperatura baja + intensidad media
  • Aromas = Humedad media + temperatura media + intensidad media
  • Semillas = Humedad alta + temperatura media + intensidad alta.

La cuestión del cultivo en condiciones extremas o el cultivo en espacios reducidos quedan al margen de estas consideraciones por ser altamente especializados.

Factores secundarios:

  • Sustrato denso y poco aireado: Semillas
  • Sustrato ligero y muy aireado: Producción
  • Sustrato medio y aireado: Potencia, Aromas

Hacemos notar que la relación entre densidad, aireado y régimen de riegos incide directamente en el nivel de oxigenación radicular.

Para terminar con los factores secundarios, vamos a especificar los efectos que producen los distintos niveles de renovación de aire:

Ninguna = humedad alta, tallos finos, crecimiento débil y floración escasa.
Media = humedad media, tallos finos, crecimiento correcto, floración media
Alta = humedad baja, tallos gruesos, floración correcta.

Hemos de recordar el hecho de que es más importante el nivel de CO2 en el espacio de cultivo que renovar el aire en si mismo. Al subir la concentración de CO2 las plantas soportan más temperatura y aceleran su desarrollo en general, por lo que debemos considerar este factor a la hora de ajustar el ratio renovación/movimiento.

En cuanto a los factores terciarios, el contenido de nutrientes en el medio de cultivo y sobre todo la relación de proporcionalidad entre ellos, es uno de los parámetros menos considerados en el cultivo de cannabis narcótico en cuanto a los efectos que produce sobre el metabolismo de las plantas y su morfología. En los últimos tiempos parece que la comunidad de cultivadores ya ha admitido el hecho de que cuanto más nitrógeno contiene el medio de cultivo más sube la producción en detrimento de la proporción de THC contenido en el tricoma y de las características en aromas y sabores. También está demostrado que en floración es más importante el equilibrio entre el potasio y el fósforo que grandes dosis de este último.

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A continuación, otro de los factores que a veces confunde al cannabicultor y que influye de forma importante en el resultado global, es el hecho de la estructura “fractal” del cannabis. Esto es, la estructura de un determinado ejemplar es siempre la misma, replicándose a distintos tamaños. Cuando esta estructura sufre una pérdida o daño (rotura, poda de hojas, corte de esquejes…), tiende a recuperar el equilibrio formando pequeñas subestructuras que equiparen en materia vegetal a lo perdido. El efecto directo de esto es una ligera aceleración metabólica al objeto de subir la producción de células madre, especializarlas y trasladarlas a la zona necesaria. Ni que decir tiene que la producción suele bajar si el régimen de podas no es el correcto.

Para terminar, la estabilidad de todos los factores primarios suele producir ejemplares más “redondeados”, mientras que los secundarios y terciarios deben ser manejados en conjunto para matizar los efectos de los primeros.

Por supuesto, existen aún más formas específicas de cultivo, desde el cultivo bonsai hasta el control de la producción de determinados cannabinoides.

Pues nada Eva, un saludo y extiende el cultivo entre las féminas que es una muy buena práctica. ¡Ah! ¡Y suerte con esos pepinos!

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.