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La increíble historia del robot que compraba MDMA en la Red Profunda

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Cannabis Magazine

¿Qué es lo que pasaría si un robot comprara drogas en la Red Profunda? ¿Son sus creadores responsables de sus actos? La historia es verídica y ha sucedido hace una semana en Suiza.

Una pareja de artistas anglo-suizos han participado en una exposición sobre la Red Profundaque se ha celebrado en una galería de arte de la ciudad suiza de St Galo entre Octubre del 2014 y Enero de este año. La exposición incluía varias instalaciones y obras de video arte sobre distintos aspectos de la Red Profunda.

Entre Octubre de 2014 y Enero de este año se ha presentado en una galería de arte de la ciudad suiza de St Galo una exposición, «The Darknet – From Memes to Onionland. An Exploration» , centrada en distintos aspectos sobre la Red Profunda. La exposición ha incluido diversas obras de arte en video, performances e instalaciones que hacían referencia a distintos aspectos de esta zona de Internet.

La obra presentada por una pareja de artistas anglo-suizos consistía en un robot llamado Random Darknet Shopper, programado para comprar productos en Agora, uno de los Mercados de la Red Profunda más populares. El robot tenía asignado una paga semanal de 100 dólares en bitcoins y cada semana adquiría un producto de forma aleatoria y automática que era añadido a la exposición una vez que llegaba por correo a la galería. El objetivo de los artistas era hacer reflexionar sobre aspectos como la responsabilidad de un robot que compra artículos ilegales en la Red Profunda y otras cuestiones ético-legales-filosóficas que se plantean con la aparición de los Mercados de la Deep Web.

Durante los tres meses que duró la exposición, Random Darknet Shopper adquirió el solito objetos tan variados como una lata de refrescos trucada con un compartimento en el que poder esconder objetos, un pasaporte húngaro escaneado, una gorra de baseball con una webcam integrada o una tarjeta Visa Platino. El robot mostró cierta debilidad por las falsificaciones de conocidas marcas de ropa y adquirió también unos vaqueros Diesel, unas zapatillas Nike y hasta un bolso de Louis Vuitton, todos rigurosamente falsos.

Fotografía: !mediengruppebitnik/!mediengruppebitnik

Fotografía: !mediengruppebitnik/!mediengruppebitnik

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El pasado 29 de octubre al robot le dio por comprarse 10 pastillas de éxtasis. Las encargó a un vendedor reputado y en pocos días el paquete llegó desde Alemania sin ningún problema con un envoltorio discreto (como suele ser habitual) y la obra de arte pasó a ser exhibida en la exposición.

Fotografía: !mediengruppebitnik/!mediengruppebitnik

Fotografía: !mediengruppebitnik/!mediengruppebitnik

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Para entonces la noticia ya había saltado a medios de comunicación generales como The Guardian o el Washington Post y la historia del robot pastillero que además compraba ropa de imitación ya había comenzado a difundirse. Las autoridades británicas y las alemanas decían que no podían hacer nada, ya que el supuesto delito (suponiendo que un robot pueda cometer un delito) se estaba produciendo en Suiza.

Las pastillas de MDMA permanecieron en la exposición hasta el pasado jueves, cuando la policía suiza intervino y confiscó la obra de arte para “evitar daños a terceras personas que las drogas expuestas pudieran producir, destruyéndolas”. La Policía no ha emprendido acciones de momento contra los artistas, ni contra el robot, ni tampoco hay constancia de denuncias por parte de Asociaciones Protectoras de Derechos de la Dignidad de los Robots. Por cierto, la policía no ha explicado por qué no han intervenido también el bolso falso de Louis Vuitton, que podría haber producido graves daños psicológicos y morales a una hipotética compradora que lo adquiriera pensando que era auténtico.

Si los artistas pretendían hacer reflexionar sobre algunas de las cuestiones que plantean la aparición de los Mercados de la Red Profunda, los límites entre la responsabilidad humana y la tecnología o las absurdas leyes antidroga, desde luego que han conseguido su objetivo. Y el asunto está produciendo también nuevas ideas en los foros de la Red Profunda. ¿Qué sucedería si las compras en la Red Profunda no fueran hechas directamente por usuarios sino por robots programados? ¿Y si un malintencionado robot se dedicara a enviar gramos de speed a casa de Angela Merkel, bolas de hachís al papa Francisco o pañuelos de Chanel falsos a Esperanza Aguirre?  Atentos…

Fuente El Submarino del DoctorX

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.

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