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Mi primera habitación de cultivo de cannabis

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A lo largo de esta serie vamos a hablar de cómo acondicionar una habitación que esté completamente desnuda, esto es que se vea el ladrillo de las paredes y que no tenga uso alguno de manera que saquemos provecho de un espacio que antes utilizábamos para acumular los trastos viejos y demás artefactos olvidados.

Por Gospodin Konopí

Como cada casa es diferente, a lo largo de estos números os presentaremos un ejemplo que se adecuará a nuestro entorno en concreto pero que con un poco de imaginación se podrá extrapolar a cualquier tipo de habitación vacía. Trataremos el tema de cómo elaborar diferentes secciones dentro de la habitación, hablaremos del sistema de ventilación más adecuado y de los focos que vamos a utilizar.

En esta primera parte de “Mi primera habitación de cultivo”, veremos el proceso de saneado y acondicionamiento de una estancia desaprovechada en vistas a construir un entorno idóneo para realizar una distribución adecuada del especio y disponer de un lugar higiénico y hecho ex profeso para el cultivo de nuestras plantas. De manera sucinta, comentaremos el método que hemos elegido para revestir las paredes de nuestra habitación exponiendo los materiales disponibles para hacer estos revestimientos. También explicaremos el procedimiento para colocar los paneles de pladur de manera que tengan la funcionalidad práctica que buscamos, es decir, que sean falsas paredes. Y finalmente os brindaremos la posibilidad de construir o elaborar una pequeña puerta para la separación entre las diferentes secciones de nuestra habitación de cultivo.

Cuando nos planteamos hacer un proyecto como el que seguidamente os explicaré conviene ser personas discretas y no llamar la atención de miradas ajenas. En la elección de la habitación que vamos a acondicionar influye, en nuestro caso, la fuerza de la realidad, no hay otra habitación disponible para este proyecto. No obstante parece ser un lugar recogido, una segunda altura, sin vecinos, en un pueblecillo y con una disposición que rápidamente entusiasmó a nuestra creatividad y la puso rápidamente a funcionar.

Lo primero es lo primero y habrá que vaciar la habitación de la que queremos hacer uso. Por lo general, los lugares poco frecuentados también se limpian poco y con el paso del tiempo van adquiriendo una cantidad de polvo y de suciedad considerable. Si la habitación dispone de ventanas será conveniente dejarlas abiertas unas cuantas jornadas, oxigenaremos la habitación y renovaremos el ambiente en vistas a eliminar olores extraños. Una vez que la habitación esté completamente vacía procederemos a tomar medidas de cara a calcular los costos que nos va a suponer preparar, en nuestro caso, las paredes y las divisiones por medio de pladur. El tema de las divisiones lo trataremos más adelante pero ya os adelantamos que si se dispone de espacio como en nuestro caso a lo mejor es interesante preparar dos o más espacios, por medio de algún tipo de material, con el fin de disponer de un gran espacio de floración y de un pequeño espacio de germinación y crecimiento. Esta medida nos valdrá al mismo tiempo para mantener madres y realizar esquejados pudiéndolos mantener en este pequeño lugar de crecimiento hasta el momento de ponerlos en fase de floración.

La primera tarea será en nuestro caso recubrir o revestir las paredes desnudas, conviene para ello contactar con una persona que disponga de unos conocimientos mínimos de albañilería o de lo contrario ver algunos videos de bricolaje que se pueden encontrar en internet con gran facilidad. Para recubrir una pared desnuda podemos hacerlo utilizando para ello las siguientes herramientas: Cincel, espátula, gafas seguridad, guantes, listón de apoyo, llana, martillo, nivel de burbuja, plomo, regla y una gabeta. Lo cierto que en nuestra práctica experiencia solamente hemos utilizado la llana, la paleta, una gaveta para mezclar el yeso, el martillo, la regla y el nivel solamente al final para cerciorarnos de que los revestimientos habían quedado ligeramente torcidos.

A la hora de decidirse por uno u otro revestimiento, generalmente, se tienen en cuenta aspectos ornamentales y estilísticos porque habitualmente estaríamos hablando de un salón, de un dormitorio o de algo similar pero en este caso no. Podemos tomar una decisión en base al aspecto económico, al práctico o teniendo en cuenta la posible utilización futura de la habitación en cuestión. Como material de revestimiento tenemos varias opciones según sean nuestras intenciones. Para revestir nuestras paredes podemos optar por paneles de madera, pintura o papel pintado, azulejos, fibras naturales, mármol, metal o como en nuestro caso yeso y para las separaciones de los diferentes espacios y la puerta corredera que separará un espacio de otro, utilizaremos pladur.

Para comenzar con el revestimiento de la pared utilizando yeso primero hemos de mezclar el yeso en polvo con agua en una gaveta hasta conseguir una argamasa densa. Una vez hecho eso, se va colocando la masilla en un pequeño plato o tapadera de algún recipiente aunque lo ideal sería utilizar una llana y una paleta para ir aplicando el yeso. No vamos a entrar en los tipos o estilos de enyesado que hay, eso lo dejamos a vuestra curiosidad pero con un poco de esfuerzo os pueden quedar unos revestimientos interesantes aunque no sea de una forma profesional. Como íbamos diciendo, por medio de la plana y de la paleta se coge yeso con esta última y se hecha en la plana hasta tener una cantidad suficiente. Poco a poco vamos estampando pequeñas cantidades de yeso en la pared, esto lo haremos con la ayuda de la paleta y utilizando la plana iremos alisando el revestimiento de la pared que tendrá un grosor determinado dependiendo de la cantidad de argamasa que utilicemos. El yeso va a permanecer húmedo durante por lo menos unos tres o cuatro días. El tiempo que necesita el yeso para secar va a depender del grosor de la capa que hemos aplicado. En nuestro caso, como la pared estaba completamente desnuda y jamás se había revestido hemos decidido aplicar una capa de unos 4 cm por lo que tardará en torno a diez o catorce días dependiendo de otros factores como el grado de humedad ambiental, la época del año, la cantidad de horas de sol que incidan sobre las paredes de la habitación… y desde luego, de si lo ha hecho un profesional o lo hemos hecho nosotros mismos por primera vez.

Para proceder a colocar las placas de pladur es necesario que el yeso esté seco como decíamos antes. Una vez el yeso haya secado ya podemos proceder a fijar al suelo, techo y paredes unas pequeñas soleras metálicas que en nuestro caso tendrán las dimensiones del ancho de la pared de la habitación en el tramo que queramos dividir. En este caso vamos a utilizar cuatro, una para el suelo, dos, para cada una de las paredes y una para el techo pero dependiendo de lo que tengáis en mente se podrían necesitar más divisiones o cubículos. Una de las placas de pladur está cortada dejando una abertura lo suficientemente grande como para utilizarla de punto de acceso entre una sección y la otra. De esta manera podemos encajar el pladur en las soleras que están ancladas al suelo. Una vez realizado este procedimiento tendremos la habitación dividida en dos partes, una quinta parte para la zona de plantas madres, esquejado y crecimiento y cuatro quintas partes para la zona de floración. Para la puerta corredera, como muchos ya habréis deducido, utilizaremos el pedazo de la placa de pladur que previamente hemos cortado y separado del resto de la placa principal.

De la misma manera que hemos hecho con las soleras, fijaremos unos pequeños railes o rieles pero en este caso solamente en el suelo,  en el techo y en los extremos superior e inferior de la porción de panel que utilizaremos como puerta. De esta manera tenemos una magnífica puerta corredera que nos va a ahorrar espacio, no obstante, podemos añadirle unas pequeñas bandas de pladur en los extremos de la puerta para asegurarnos de que no se van a filtrar las diferentes luces de una sección a otra de la habitación. Ahora bien, no necesariamente tenemos que decidirnos por una puerta corredera pero en términos de aprovechamiento del espacio es una elección a tener en cuenta más aún si la habitación en la que vais a realizar el proyecto tiene unas dimensiones reducidas.

La otra opción sería llamar a un profesional, explicarle que queréis revestir una habitación y que por medio de pladur os gustaría hacer una pequeña separación a modo de armario o algo similar, lo cierto es que no sería algo delicado porque no hay indicios de nada raro en una obra como esa.

Cuando estemos seguros de que nos falta alrededor de dos semanas para terminar todo el acondicionamiento y preparación de los diferentes sistemas que vamos a utilizar podemos ir pensando en poner nuestras semillas a germinar. Bueno, aunque sea un tema ciertamente manido, servidor va a incidir de nuevo en ello por ser una práctica interesante, a saber, conviene poner más semillas de las que pretendemos utilizar para poder realizar, por humilde que sea, una pequeña selección de lo que se va a poner. Si vais a hacer uso de diez semillas estiraros un poco y usad quince, de esta manera podréis elegir diez de entre quince ejemplares según os parezcan unos más o menos vigorosos o bien muestre algún ejemplar en concreto alguna característica que por la razón que sea os interese sobre otras.

Pues bien, en nuestro caso hemos puesto en torno a cien semillas y descartaremos al menos treinta pero podríamos descartar hasta cuarenta. Es importante que vayáis poniendo a germinar las semillas un par de semanas antes de terminar todo el proceso de acondicionamiento de la habitación porque de esta manera ahorrareis un tiempo precioso. Esto lo podéis hacer en un pequeño armario ya que por muchas que sean realmente ocupan poco espacio. Es decir, de esta forma cuando tengáis lista la habitación ya podréis poner unas plantas y no tendréis que comenzar con el proceso de germinación.

Finalmente han pasado dos semanas y hemos terminado con casi todo el proceso de la habitación. Tenemos un espacio de crecimiento que todavía no hemos utilizado y tenemos un espacio de floración que sin que siente un precedente hará esta primera vez de zona de crecimiento y ya posteriormente se convertirá en una habitación de floración únicamente. Antes de traer todas las plantitas a nuestra nueva habitación de cultivo hay que limpiar a fondo. El yeso y el pladur producen bastante polvo y ensucian todo de una manera considerable. Hay que tener en cuenta que en nuestro caso hemos decidido no hacer el suelo, por lo que nuestro suelo está desnudo, tal y como quedaría en un edificio cuyos interiores no están revestidos. Ha sido una decisión en base a lo económico ya que hemos intentado moderar el gasto en todo momento.

Hasta ahora, en términos de gasto de materiales para el acondicionamiento de la habitación nos habremos gastado unos trescientos euros pero con el consecuente esfuerzo personal. Si el trabajo lo hubiese hecho un profesional el monto total ascendería considerablemente y como nuestras plantas no son demasiado críticas con un “gotelé” amateur pues no hay problema en hacerlo notros mismos.

Lo bueno de esta idea que planteamos es que nos permite realizar un ciclo continuo a partir de la conservación de dos o tres plantas madres en la zona de crecimiento para ir realizando esquejados e ir poniendo estos esquejes a crecer hasta que sea el momento de pasarlos a la zona de floración.

En próximos números iremos analizando el proceso del proyecto que planteamos más o menos en tiempo real, hablaremos también del sistema de ventilación que utilizaremos así como de los abonos, lámparas, macetas y demás útiles indispensables para un buen indoor a nivel habitación. También tocaremos el tema de las variedades que vamos a utilizar y de las variedades que son más adecuadas según uno u otro planteamiento.

Os deseo prósperos cultivos y os animo a ir probando cosas nuevas y a embarcaros en proyectos diferentes que os brindarán la posibilidad de no dejar de adquirir conocimientos nuevos.

*ARTÍCULOS:
“Los diez errores del cultivador principiante. Desde el sembrado a la recolección. Parte 1ª” Gospodin Konopí.  Cannabis Magazine, números 115, 116, 117, 118, 119 y 120.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.

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