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Patologías más frecuentes en el cultivo en maceta

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Por Massimilano salami (drgrow)

Introducción

Las macetas o contenedores son actualmente el soporte o sistema más usado para el cultivo de cannabis. En interior la mayoría de los cultivos se realizan en maceta y en exterior son pocos los que pueden disfrutar de un cultivo en suelo directo, incluso aún teniéndolo, son cada día más los cannabicultores que prefieren el contenedor al suelo directo por varios factores. El cultivo en maceta es un sistema económico, práctico y relativamente fácil de usar para este cultivar; además con él es posible cultivar cannabis medicinal y de una forma mucho más ecológica.

Se puede afirmar que el cannabis producido en estos años es en su mayoría de “contenedor”. Esto no significa que su calidad sea menor, más bien ocurre lo contrario, es más frecuente que las plantas resultantes tengan mucha más calidad organoléptica y potencia, debido al mejor manejo de los fertilizantes o simplemente porque ante una lluvia las plantas en contenedor pueden reubicarse temporalmente a otro lugar protegido, las inclemencias del mal tiempo afectan negativamente a nuestras plantas, lavando por ejemplo los tricomas maduros de las plantas.

Como sabemos, el cultivo en contenedor es un tipo de cultivo sin suelo (como la hidroponía, el sustrato es agua) y precisa de una fertirrigación constante. Este sistema de riego debe ser ajustado a la perfección en cada momento del ciclo de la planta para que no resulte ser la causa de los problemas típicos del cultivo en maceta, la falta o exceso de riego.

El cultivo en contenedor ha sido usado por investigadores para el estudio de la nutrición y enfermedades de la plantas y se ha convertido en el sistema de cultivo comercial nº1 a nivel mundial.

Desde el punto de vista de la patología vegetal, el cultivo en contenedor, como sistema de cultivo especial que es, genera a su alrededor unas patologías o enfermedades que podemos considerar que son “típicas”. Esto es debido a la naturaleza tan artificial del medio donde se desarrollarán las raíces. Además es importante tener en cuenta la limitación de espacio que sufrirá la raíz al final del cultivo en una maceta, el espacio del que dispone es siempre el mínimo indispensable para la vida de la planta, por cuestiones de ahorro económico o por limitaciones impuestas por el espacio.

Las mesas de cultivo se usan en todo tipo de instalaciones de cultivo: interior, invernadero o semi–exterior (con malla) con se ve en la foto.

Para entender las patologías más típicas de los cultivos de maceta pondremos un ejemplo: como todos sabemos las moscas blancas, las rañas rojas, los trips, las moscas minadoras de hojas, etc.. afectan al cannabis tanto de maceta como de suelo directo, en interior y exterior, es decir, son plagas del cannabis. Realmente da igual las condiciones en las que se encuentre plantada, pero es verdad que las plantas en maceta con una fertirrigación continua, rica en nitrógeno, favorece a determinadas plagas como los pulgones, aún así no podemos considerar a los pulgones como plaga de los cultivos en maceta. En cambio, la mosca del mantillo si que es un problema típico de los cultivos en contenedor, ya que en suelo directo raramente genera poblaciones importantes que pudieramos considerar plaga.

La mosca del mantillo se ha convertido en la plaga más común de los cultivos de interior y sigue en plena en expansión asociada al crecimiento anual de los cultivos. Las larvas, son el estadio fitófago de estos dípteros y encuentran en los cultivos en maceta un ambiente ideal donde reproducirse, alimentándose a base de raicillas. Estos daños pueden ser desde leves, hasta muy severos, pudiendo llegar a matar una planta adulta. La mosca del mantillo se reproduce a la perfección sobre sustratos orgánicos, pero también en inorgánicos como la lana de roca o en sistema de arcilla expandida, una plaga cosmopolita de difícil control con pesticidas. La mosca del mantillo en un suelo fértil raramente forma plaga, la fauna y microfauna del suelo suele ser la responsable de su control natural.

Muchas de las patologías que afectan a los cultivos en contenedor también aparecen en los cultivos en suelo directo, pero debido a las condiciones limitantes que los contenedores y los sustratos vegetales ofrecen, éstas encuentran un lugar idóneo para su desarrollo, afectando negativamente al cultivo.

El medio de cultivo, o sea el sustrato donde se albergarán las raíces, es quizás el factor limitante más importante del cultivo en contenedor. El cultivador menos experimentado debe vigilar bien el material que emplea como medio de cultivo para no empezar con problemas. Un sustrato de baja calidad tiene una relación polvo/fibra muy elevada, éste no ofrece un lugar adecuado para el sistema radicular. Con el tiempo, la actividad de la raíz y los riegos, este polvo se depositaría en el fondo de la maceta, formando zonas reductoras, responsables de que los nutrientes cambien de forma química y no puedan absorberse. Esto daría como resultado síntomas carenciales o peor aún, podría favorecer el desarrollo de enfermedades fúngicas como el Phytium sp.

Una textura poco adecuada, con tropezones muy grandes facilita la aireación, pero no la retención de agua para la planta y precisa de un manejo del riego más cuidadoso y constante. Esto puede causar problemas conocidos como estrés hídrico, más común en los cultivos en maceta que en suelo directo.

Una buena maceta, un sustrato esponjoso y aireado y una nutrición equilibrada son factores vitales para el desarrollo de nuestras plantas en macetas.

Las patologías más frecuentes asociadas a los cultivos de cannabis en maceta con sustrato vegetal pueden tener una naturaleza biótica, como las enfermedades causadas por hongos o ataques de plagas más específicas de este sistema de cultivo, (como la ya vista mosca del mantillo) o abióticas, que son las causadas por factores limitantes de origen NO VIVO, como pueden ser, las altas temperaturas del sustrato, inestabilidad o fluctuaciones del pH y/o Ec, exceso de riego, maceta con drenaje pobre, una relación de polvo/fibra elevada, etc. Aunque quizás, uno de los factores más limitantes del cultivo en maceta, es la ausencia de microbiota. Su importancia está al nivel de la elección del sustrato y de la nutrición, que como ya sabemos son claves para el éxito.

Como vimos el mes pasado, la microbiota es una barrera activa contra muchas de las enfermedades y plagas del cannabis que además son problemas típicos de los cultivos en maceta, inclusive actúan sobre la resistencia de las plantas a patologías abióticas como las sequias, salinidad, etc.

Dentro de la colección de enfermedades bióticas que afectan al cannabis en los cultivos en maceta, las fúngicas son la reinas. Se asocian con facilidad a estos sistemas y cuando infectan son responsables de grandes pérdidas e incluso del total de la cosecha. Las enfermedades más comunes son el Fusarium ssp., el Phytium sp., Rhizoctonia solani y el famoso Chancro del Cáñamo.

Todos estos hongos patógenos del cannabis son habitantes del suelo y normalmente se encuentran en equilibrio con el resto de la microflora y esta impide que se desarrollen de manera continua. En un cultivo en maceta a base de turbas o coco si dicha microflora no es inoculada previamente, no tiene por que existir, y de hecho debido a las esterilizaciones que sufren los sustratos comerciales se elimina todo tipo de vida, dejando un sustrato vegetal 100% libre de semillas y patógenos.

Un buen sustrato debe cumplir este requisito, venir esterilizado, pero luego a la hora de usarlo debe ser inoculado con complejos microbianos beneficiosos, antes de plantar, con esto evitamos que cuando un patógeno alcance el medio de cultivo pueda desarrollarse tranquilamente. Muchos de estos patógenos aprovechan las raíces muertas o débiles por el mal manejo del cultivo para comenzar su infección, por eso determinados compuestos de enzimas son útiles para la degradación y disminución química de focos de infecciones. El manejo de lombrices rojas en macetas también es un sistema muy rápido y eficiente para la degradación de raices muertas y para la estimulación de sistemas radiculares dañados en cultivos de plantas madres.

Las enfermedades abióticas más comunes en el cultivo en maceta son causadas por desvíos del pH, la solución de nutrientes, acumulación de sales, el mal manejo del riego y/o fertilización., etc.

Otro de los problemas cómunes en los cultivos en maceta, especialmente en regiones de alta radiación solar, suele ser el exceso de insolación sobre las macetas, recalienta la zona radicular y va quemándola poco a poco. Para reducir sus efectos se pueden recubrir las macetas con corcho blanco o mylar (al reflejar la luz, el impacto de los fotones es menor y no se recalienta tanto) o utilizar macetas de color blanco o de color terracota. Alternativamente recomendamos el uso de smartpots; estos contenedores ventilados, dejan transpirar el aire al bulbo radicular.

Se ha observado que en estos contenedores de tela, con un buen sustrato, se reducen drásticamente determinados problemas relacionados con el cultivo en contenedor tradicional. El smartpot se recomienda cuando por experiencias previas, los problemas radiculares son frecuentes. El hecho que transpire implica que es casi imposible que aparezcan situaciones de asfixia radicular o de encharcamiento. Esto reduce al mismo tiempo los problemas con hongos patógenos asociados a estas condiciones anaeróbicas.

El exceso de riego, muy típico entre cultivadores aficionados, no es sólo un problema abiótico, el encharcamiento despierta a determinados hongos radiculares como el Phytium sp. que se beneficia del estrés que sufre la raíz en esas condiciones. Al igual que el encharcamiento, un cultivo con un pH muy ácido favorece el desarrollo del fusarium, una de las enfermedades más temidas al no existir cura viable.

 

Como prevenir las patologías de los cultivo en maceta:

A continuación vamos a proponer varias labores para en lo posible evitar los problemas más típicos del cultivo en maceta

        Para evitar fluctuaciones de pH no deseadas, no usar agua pura para regar. Si ésta es el agua que tenemos y vamos regar, hay que emplear fertilizantes más adecuados para dichas aguas blandas.

        La EC del agua debe ser de 0,7ms/cm. Aunque esto no nos indica que tipo de sales hay en el agua. Para alcanzar estos valores iniciales de EC podemos mezclar agua de grifo (si es superior a 0.7) con agua pura. Esto mejora también el efecto tampón y por tanto no habrá tantas fluctuación del pH.

        Si la EC inicial es la recomendada, con planes de nutritivos bien elaborados y aportando el drenaje correspondiente en cada riego, no debería existir problema de exceso de sales.

        Es preferible no usar platos debajo de las macetas y si se usan hay que retirar el agua sobrante encharcada, para que no afecte a la composición química del sustrato y cause apoxia radicular y/o enfermedades bióticas asociadas.

        Es recomendable usar mesa de cultivo que favorezca la rápida evacuación del agua de drenaje.

        Recoger semanalmente el agua de drenaje para estudiar sus valores de EC y pH. Así es posible reajustar el plan de abonado según sean estos valores, el estado fisiológica de la planta y las condiciones ambientales.

        Usar un sustrato de alta calidad a base te turbas Sphagum y fibras de coco. La cantidad de polvo debe ser muy baja para no dar problemas radiculares. Algunos de los sustratos recomendados a base de turbas son: Light Mix de Bio Bizz, Terra Profesional Plus de Canna, Special Mix de Gold Label y el Janeco Light Mix de Atami y a base de coco, el Canna Coco, Coco de Atami y Bio Bizz.

        La maceta o contener para el cultivo debe tener un perfil suficiente y un drenaje que favorezca la evacuación del agua sobrante.

        La fertilización será continua y ajustada tanto a la calidad del agua como del estado del cultivo y las condiciones ambientales.

        La inoculación de microorganismos como los contenidos en Jumus Black Gold o Jumus Doble Cero son vitales para la prevención de enfermdades y resistencia a ciertos factores de estrés como la salinidad.

        El exceso de irradiación sobre la maceta puede ser evitado haciendo fundas con malla de sombreado al 80-100%, con plástico de doble cara blanco-negro, con el blanco expuesto para la reflexión. Aunque se ha observado que fundas hechas de mylar son altamente eficientes en condiciones de super irradiación (a más de 500m de altura y en Canarias)

        Es fundamental la colocación de trampas amarillas para el monitoreo y control para-biológico de la mosca del mantillo, plaga típica del cultivo en maceta. Al mismo tiempo que la aplicación de Jumus para su control y prevención.

Agradeciemientos: Fede (Dr. Grow´s Productions) y Charles (Smartpots)

Acerca del autor

Massimiliano Salami
Massimiliano Salami es escritor, autor del libro Cannabis sativa L., colaborador de Cannabis Magazine e investigador en el cultivo del cannabis. Licenciado en matemáticas, es técnico en gestión de empresas agropecuarias con amplia experiencia como breeder.

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