Al mirar atrás, por supuesto que en Sensi Seeds también reconocemos qué fue lo que lo hizo posible: la planta de cannabis, y el impacto que tiene sobre todos aquellos que la conocen.

Por Sensi Seeds

Piensa en ello un momento. ¿Puedes recordar tu primer encuentro con la planta? ¿Recuerdas la primera vez que experimentaste sus efectos psicoactivos? Seguro que incluso recuerdas dónde ocurrió y con quién.

Tuvo el mismo efecto en el fundador de Sensi Seeds Ben Dronkers, un impacto que le llevó a luchar por los intereses de la planta. Lo mismo le ocurrió a uno de sus mejores amigos quien, por desgracia, ya no se encuentra entre nosotros y al que seguimos echando de menos todos los días: Jack Herer. En este artículo, vamos a analizar los paralelismos en el camino que siguieron ambos hombres y cómo, juntos, hicieron avanzar a toda comunidad del cannabis.

Iniciación a la planta de Jack

Jack Herer llegó a un punto de inflexión en su vida en 1969. Posiblemente el momento más decisivo e importante para él. Hasta entonces, había sido un conservador estadounidense, muy de derechas, que defendía la guerra de Vietnam y que no quería tener nada que ver ni con el cannabis ni con nada relacionado con la cultura hippie. Su amor por una mujer, quien le convenció para fumar un porro a pesar de todo, contribuyó a cambiar su opinión. La primera vez que fumó no sintió nada, al parecer debido a su resistencia al cannabis y porque no sabía qué esperar. Las veces siguientes tampoco le hicieron ningún efecto, por lo que Jack empezó a creer que era inmune a estas “potentes drogas ilegales”. Sin embargo, su novia no se rindió y compró la mejor de las marihuanas. Una noche, dejó que Jack fumase varios porros, lo que llevó a Jack a experimentar su primera subida. Jack descubrió que el cannabis podía cambiar su percepción del mundo, ampliar sus horizontes y, a su vez, ayudarle a crecer a nivel personal. La conexión que estableció con la planta por aquel entonces no sólo no le abandonó nunca sino que se fortaleció hasta su muerte. De opositor a defensor: esa es la capacidad de persuasión del Cannabis Sativa L.

Iniciación a la planta de Ben

Ben Dronkers tuvo su primera experiencia con el cannabis unos años antes, en Rotterdam. Un amigo suyo se había hecho con un trozo de hachís y Ben se fumó su primer porro con él en el puente Maasbrug. Fue una experiencia agradable, pero no abrumadora. Desde luego, Ben no entendía todo el alboroto que se montaba con el cannabis. Sin embargo, le pasó lo mismo que a Jack, sólo percibió los efectos de verdad después de la segunda o tercera vez. En una entrevista reciente para el blog de Sensi Seeds, decía: “La primera vez en realidad no eres consciente de que estás colocado. Lo puedes ver con frecuencia en la gente que consume cannabis por primera vez –están increíblemente fumados pero, en realidad, no se dan cuenta–. En mi caso, me lo pasé fenomenal en el puente y me sentí muy feliz de estar allí. ¡Fue increíble!”

En el caso de Ben, había un elemento añadido en su relación con el cannabis. Había heredado de su madre el amor por las plantas. A Ben le fascinaba el hecho de que las flores secas y la resina de una planta tuvieran un efecto beneficioso en la gente. Le motivó para estudiar más a fondo el cannabis.

Jack se involucra cada vez más en la planta

El cannabis amplió los horizontes de Jack. Antes de su relación con el cannabis, era un veterano orgulloso que siempre defendía a los Estados Unidos. Sin embargo, una vez que descubrió el cannabis, de repente se mostró receptivo a los argumentos de los que se oponían a la guerra de Vietnam. Jack se volvió cada vez más progresista y, en 1973, junto con un amigo, comenzó a publicar cómics sobre el cannabis. Estas historias fueron un éxito y los lectores supusieron que Jack Herer sabía mucho sobre la planta. Cuando Jack se dio cuenta de que les iba a decepcionar, decidió meterse de lleno en la tarea conocer el cannabis a fondo.

Un nuevo mundo se abrió ante sus ojos. Jack Herer descubrió que la humanidad había estado utilizando el cáñamo durante miles de años para hacer ropa, alimentos, papel, cuerda, velas de barco, viviendas, medicinas y mucho más. Como consecuencia, sus dudas sobre la prohibición del cannabis y del cáñamo en los Estados Unidos eran cada vez mayores. Cuanto más aprendía Jack sobre la planta, más importante le parecía y más aborrecía la prohibición, y toda la propaganda en la que se basaba.

Ben se involucra cada vez más en la planta

Además de un amplio conocimiento y de las cualidades espirituales que Ben experimentó con la planta, su aversión por la prohibición del cannabis y del cáñamo también aumentó, aunque desde una perspectiva diferente. A principios de la década de 1970 abrió una tienda de ropa en Rotterdam donde vendía ropa confeccionada a mano. Para comprar las materias primas que necesitaba, Ben solía viajar a Turquía, Afganistán y Pakistán, donde entró en contacto con el cáñamo como material. Además, los agricultores locales le regalaron cannabis y semillas de cannabis, y enseguida se dio cuenta de que el cannabis y el cáñamo, que están prohibidos y vilipendiados en todos los rincones del mundo, de hecho, tienen una gran cantidad de beneficios que ofrecer al mundo.

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Ben empezó a cultivar y a realizar cruces de especies en su país con el fin de combinar sus propiedades y desarrollar nuevas variedades. Se desarrolló una conexión, sincera y profunda, con la planta de cannabis: un amor por su belleza, su carácter, su versatilidad y su fuerza. Le animó a aprender cada vez más sobre este cultivo – un viaje de descubrimiento que llevó a Ben a todos los rincones del mundo, a lugares y culturas donde el cannabis y el cáñamo habían formado parte del patrimonio medicinal, cultural y espiritual durante milenios. De la cultura Hmong en China a la cultura de los Sadhus en India, y de las barcos de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en el siglo de Oro al uso de medicamentos a base de cannabis que ha existido desde hace miles y miles de años. La prohibición del cannabis contrastaba (y sigue contrastando) radicalmente con todos sus descubrimientos positivos… Y esto sacaba a Ben de quicio.

Jack Herer es arrestado

En enero de 1981, unos días antes de que Ronald Reagan asumiera la presidencia, Jack Herer recogía firmas a favor del cáñamo, junto con cinco personas más, cerca de un edificio federal en Los Ángeles, California. Cuando Ronald Reagan llegó al edificio, al principio pensó que un grupo de canadienses se estaban manifestando, al confundir la hoja de cannabis con una hoja de arce: el símbolo de Canadá. Cuando se enteró de que eran activistas del cannabis con permiso para protestar allí, Reagan hizo todo lo que pudo para que, de todos modos, fueran arrestados. Funcionó, basándose en que se había producido una invasión ilegal de tierras federales. Los cinco compañeros activistas fueron multados con cinco dólares por persona, mientras que a Jack le metieron en la cárcel durante dos semanas. Aquí es donde se le ocurrió el plan que tendría un impacto tan profundo en su vida.

Ben Dronkers es detenido en varias ocasiones

Durante el mismo período, Ben Dronkers se dedicaba al cultivo de marihuana en sus invernaderos y a realizar cruces de especies para crear nuevos híbridos. Por aquel entonces, en los Países Bajos se fumaba principalmente hachís. La marihuana era relativamente desconocida en esos días y la que se importaba, en su mayoría, procedía de Tailandia o África, y era una marihuana de color marrón, prensada en placas y seca. Así que cuando Ben intentó introducir su marihuana en los primeros coffeeshops, no tuvo para nada un éxito inmediato. “Incluso la llamaron espinacas”, contaba Ben en su entrevista para el blog de Sensi Seeds.

Durante estos años, tan formativos, dedicado a promover el cannabis, Ben fue detenido y encarcelado varias veces. Sin embargo, en los Países Bajos por aquel entonces no suponía tanto problema como hoy en día. Ben generalmente permanecía detenido sólo durante unas pocas horas o unos pocos días en cada ocasión, aunque, obviamente, no le hacía ninguna gracia. Al igual que le ocurrió a Jack, está circunstancia le llevaría a idear un plan que cambiaría su vida para siempre.

Jack Herer escribe “El emperador está desnudo”

Uno de los errores más grandes que los gobiernos cometen cuando luchan contra los activistas es olvidar que los obstáculos sólo les inspiran para luchar con más fuerza. Si echas un vistazo, por ejemplo, a las historias de John Sinclair o Marc Emery, verás que la atención que recibieron de los políticos, justamente, les inspiró y les proporcionó más seguidores. Ocurre lo mismo con Jack Herer.

En 1974, Jack tuvo una visión que le proporcionó la mejor de las ideas. Una firme creencia se apoderó de él y se convirtió en el trabajo de su vida. Jack quería convencer al mundo de que el cáñamo puede salvar el planeta. Los biocombustibles a partir de cáñamo ecológico pueden sustituir a la industria de los combustibles fósiles. El papel puede hacerse de cáñamo y evitar la deforestación. Además, hay cientos de productos diferentes para los que el cáñamo se puede utilizar como una alternativa ecológica a los materiales contaminantes convencionales. Jack Herer estaba convencido de que “el cambio al cáñamo podía salvar el mundo”. Y muchas, muchas personas comparten esta convicción con él.

Como Jack fue arrestado y encarcelado después de luchar pacíficamente por el retorno de una planta valiosa para la sociedad, resultaba cada vez más necesario difundir lo que había descubierto. Pero, ¿cómo llegar a más gente? Precisamente, escribiendo y publicando un libro. Entre rejas, se sentaron las bases del que se ha convertido en uno de los libros más famosos que se han escrito sobre el cannabis, el cáñamo y el activismo, nos referimos a “El emperador está desnudo” (The Emperor Wears No Clothes). El libro se publicó por primera vez en 1985 (el mismo año que Sensi Seeds se fundó oficialmente) y atrajo la atención, a nivel mundial, sobre la convicción de Jack. Se convirtió en un éxito de ventas, que se sigue citando habitualmente, y su reto de pagar 100.000 $ a cualquier persona capaz de rebatir los argumentos del libro sigue en pie hasta nuestros días.

Ben Dronkers descubre un resquicio legal

También fue durante una de sus estancias en un calabozo de la policía cuando a Ben Dronkers se le ocurrió una idea al leer los textos de la Ley del Opio. Se dio cuenta de que vender semillas de cannabis era legal. Pero, ¿cómo conseguir semillas de cannabis si no se te permite cultivar la planta? Después de estudiar los textos, su visión resultó ser correcta: la prohibición del cannabis no cubre las semillas. De hecho, se prohíbe toda la planta de cannabis, a excepción de sus semillas y su fibra.

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Ben presentó esta clásica historia del huevo y la gallina a un abogado experto que, finalmente, tuvo que estar de acuerdo con él. Esto condujo a un momento crucial en el que Ben Dronkers consiguió el permiso legal para cultivar cannabis destinado a la producción de semillas de marihuana. Al ponerlo posteriormente en conocimiento de la policía y de las instituciones agrícolas pertinentes ya no podían oponerse a sus actividades.

Su amor, ahora profundo, por todo lo relacionado con la planta de cannabis, su espíritu emprendedor, junto con su sentido de la justicia y carácter rebelde se pusieron en marcha a pleno rendimiento. Ben se embarcó en una lucha a favor del uso del cannabis medicinal y recreativo, una lucha por el regreso del cáñamo industrial, y una lucha contra la desinformación y la estigmatización de este cultivo en los medios de comunicación. En resumen, luchar para devolver la planta a su lugar legítimo en la sociedad. Llegados a ese punto, ya nada podía parar a Ben y, en 1985, fundó Sensi Seeds y abrió el Hash Marihuana & Hemp Museum.

El encuentro entre dos pioneros

Resulta evidente que hay un paralelismo entre las historias de Jack Herer y Ben Dronkers, y era inevitable que estos dos luchadores se encontrasen. Jack y Ben se habían visto en varias ocasiones, pero en 1990, cuando Ben invitó a Jack a su casa, finalmente se conocieron mejor. Sentados en la mesa de la cocina, hablaron durante horas sobre sus experiencias, su amor compartido por el cannabis, la marihuana, el cáñamo y la importancia de difundir información rigurosa: Jack a través de “El emperador está desnudo” y Ben a través de sus genéticas del cannabis y del Hash Marihuana & Hemp Museum. Casualmente, esta reunión se grabó y puede verse, en parte, online en la serie SensiBilisation del blog de Seeds Sensi.

El lanzamiento de la legendaria variedad de cannabis Jack Herer

Después de este encuentro tan especial, tuvieron una cosa clara: la planta de cannabis había creado una amistad muy fuerte. No mucho tiempo después de esta reunión trascendental en Ámsterdam, a Ben se le ocurrió la idea de rendir homenaje a su compañero de cruzada y a su amistad. Y para Ben, sólo había una manera de hacerlo, es decir, criar una nueva variedad, única e impresionante, que llevaría el nombre de Jack Herer.

Después de varios años de cría y estabilización, la variedad Jack Herer se lanzó en 2004, durante una ceremonia en The Cannabis Castle. El acto contó con la presencia de las figuras más importantes de la industria del cannabis y, por supuesto, del propio hombre, que disfrutó este momento de triunfo.

Sensi Seeds sigue sintiéndose increíblemente orgulloso de este honor y del prestigio con el que cuenta esta variedad en la comunidad de cannabis de todo el mundo 20 años después. Parte de Jack Herer sigue vivo en la forma de esta planta de cannabis, una planta que une a las personas, que crea amistades, inspira y ayuda a la gente.

¡Todo el mundo puede ser un pionero del cannabis!

Acabamos de contarte una historia muy especial que apreciamos como uno de los acontecimientos más importantes de nuestra existencia de 30 años. Pero ¿es una historia única? ¿Y crees que estas experiencias son sólo para unos pocos? Nosotros no lo creemos.

¡Creemos que cualquier persona puede ser un pionero del cannabis! La lucha a favor de devolver el cannabis a su lugar legítimo en la sociedad no está reservada para unos pocos. Es una lucha que nos afecta a todos y en la que todos estamos implicados. Una lucha que comienza con un sencillo momento. ¿Recuerdas tu primer encuentro con la planta? ¿Dónde estabas? ¿Qué sentiste? ¿Con quién estabas?

Revive ese momento y date cuenta de lo que el cannabis ha hecho por ti, desde entonces y hasta ahora. Ten en cuenta las ideas nuevas que la planta te ha hecho generar. Los momentos de autorreflexión. Tal vez incluso los sentimientos de espiritualidad. La paz que el cannabis te proporciona cuando la vida resulta particularmente difícil, o incluso un estímulo creativo cuando te encuentras con un obstáculo.

¿Puedes sentir la conexión que tienes con la planta? ¿Puedes sentir lo especial que puede ser para ti? Todo lo que tienes que hacer es expresarlo. Difúndelo por el mundo, confía en la conexión que sientes, celebra la conexión, sumérgete en la planta y, con frecuencia, vuelve a pensar en todos los maravillosos momentos que habéis pasado juntos. Eso es exactamente lo que Jack Herer hizo y lo que Ben Dronkers sigue haciendo. Al enviar su amor por el cannabis y el cáñamo al universo, se encontraron con las cosas más hermosas. Al no acobardarse ante la adversidad y perseverar para seguir hacia adelante permitieron que toda la comunidad del cannabis creciese.

Tú también puedes emprender este camino, luchar por la planta y convertirte en un pionero. ¿Te apuntas?

#growonsensi

Acerca del autor

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.