apareció cuando las autoridades se dieron cuenta de que el plástico producido con 1,4-Butanodiol se metabolizaba en el cuerpo humano en GHB, consiguiendo que los niños que se llevaban a la boca las bolas de las que estaba hecho el juguete, se agarrasen unos colocones impresionantes y pusieran en peligro sus vidas. Así que, resumiendo el asunto de la “nueva y peligrosa droga de las violaciones”... ¿hay motivos para la alarma y la histeria? No. No los hay. Por supuesto que en los delitos de agresión sexual existe la variante de los que se ejercen aprovechando la sumisión química de la víctima, y que esta puede ser conseguida con diferentes drogas y fármacos (como las benzodiacepinas tipo “Valium”). Pero lo que parece muy claro es que la droga que está presente de forma casi invariable en los casos de agresión sexual con sumisión química es el alcohol. No hay motivos para temer que exista una epidemia de uso de GHB o sus variantes, sino que más bien parece que es una alerta creada artificialmente aprovechando el surgimiento de una acción respecto a las agresiones donde media la sumisión química que ocurrió fuera de nuestras fronteras y que, alguien con ganas de aprovechar el tirón, copió y españolizó dando carnaza a los medios y televisiones del país, que no han dudado en plantearlo como una epidemia peligrosa cuando los datos reales no sustentan de ninguna forma una situación como para que exista dicha reacción. De todas formas, siempre hay que tener cuidado con todo aquello que se ingiere, ya sea comida o bebida, y no dejar que extraños accedan a ello. Vigila tu copa, y si tienes miedo a que puedas ser víctima de un tipo de agresión así, pide a tus acompañantes que no te dejen sola ni que permitan que te vayas con desconocidos. Y no lo olvides: el mayor factor en la sumisión química en los casos de nuestro país, es siempre el alcohol. “ “ EL MAYOR FACTOR COMÚN EN LOS CASOS DE AGRESIÓN SEXUAL (O DE OTRO TIPO) CON CONCURRENCIA DE SUMISIÓN QUÍMICA ES, CON MUCHA DIFERENCIA, EL ALCOHOL
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