Cannabis Magazine 213

45 se practican y las ventajas que cada uno de ellos aporta, para que primero selecciones la técnica que más te convenga por las circunstancias de tu cultivo. Hecho esto, habrás de conocer exactamente cuándo puedes llevarla a cabo, ya que el momento del ciclo vital en que se encuentra la planta es otro aspecto clave para obtener éxito con la defoliación. Así que, sinmás entretenimiento, empezaremos por el principio de la cuestión. Defoliación: ¿qué es y para qué se utiliza? La defoliación es una técnica que, como decimos, está basada en eliminar hojas de las plantas para así, aumentando la cantidad de luz que reciben y su capacidad de ventilación, posibilitar un incremento en el número de flores que da y, a grandes rasgos, mejorar la calidad y cantidad de su producción. Y es que, para que un cogollo se desarrolle bien gordito, la luz es imprescindible. Cuando defoliamos la planta permitimos que la luz penetre entre las hojas que quedan conmayor facilidad. Asimismo, al mejorar la ventilación entre las hojas, reducimos los problemas de temperatura y humedad y aquellos a ellas asociados (moho, infecciones, plagas…). Es una técnica que ha generado bastante controversia, pues no todos los cultivadores se inclinan a utilizarla y algunos incluso se niegan a hacerlo por considerarla arriesgada. Muchos cultivadores son de la opinión de que la naturaleza es sabia y que si provee a la planta de tantas hojas es precisamente porque las necesita: son reservas de agua y nutrientes para momentos bajos y de estrés, como pueden ser la sequía o las plagas. No obstante, puede resultar útil, sobre todo si cultivas indoor o en espacios reducidos. Por supuesto, el principal riesgo en esto de la defoliación es pasarse de la raya quitando más hojas de las que deberías. Si lo haces, estresas a la planta y puedes provocar un detenimiento de su crecimiento y atrofia. Por otro lado, si eliminas hojas sin ton ni son y descuidadamente, es posible que te cargues una parte de la planta valiosa como, por ejemplo, un nudo del tallo donde pueden crecer flores, algo que resultaría completamente contraproducente. Otro error común es defoliar plantas que ya estaban estresadas o enfermas, algo que solo ahondaría en los problemas que ya tienen. No vamos a engañarte, la defoliación no es un método que aconsejaríamos aplicar a un principiante, por todas las razones que acabamos de darte. De ahí que, aunque sea una obviedad, la primera gran recomendación, extensible a cualquier práctica de cultivo y cultivador, sea la de conocer bien las plantas con las que tratamos: cómo semanejan en el ambiente que preparamos para ellas, cómo responden a los agentes externos, cómo sus necesidades y su aspecto van cambiando a lo largo de su ciclo de vida, cómo se muestran cuando están sanas y cómo lo hacen cuando están enfermas o estresadas… Desarrollar un buen ojo clínico propio de un cultivador experto es algo que se logra gracias a la observación y el tiempo. Y constituye el mejor salvavidas para tus plantas, pues te permitirá reaccionar rápidamente a cualquier problema (en la mayoría de los casos podrás llegar a tiempo de evitar un final letal). Consideraciones previas a la defoliación Como puede extraerse de lo anterior, es aconsejable que, antes de proceder a defoliar, selecciones adecuadamente las plantas a las que quieres aplicar la técnica. Lo ideal es que sean plantas sanas, preparadas para aguantar el estrés del proceso, cuyo aspecto sea bueno (tallos rectos y fuertes, hojas verdes, con capacidad de drenaje en el sustrato…) y que, por su genética, posean un crecimiento rápido. Hojas de colores (PxHere, CC0, PxHere)

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