Texto: Ferenz Jacobs Fotos: Hash Marihuana & Hemp Museum, Library of Congress y National Portrait Gallery - Smithsonian Institution En noviembre de 1883, la Harper’s Magazine publicó un artículo de Harry Hubbell Kane con el título “Una casa de hachís en Nueva York: Las curiosas aventuras de un individuo que se dio el gusto de unas pipas con el cáñamo narcótico”. El escritor queda una noche con un amigo en el lujoso hotel Hoffman House, en la Quinta Avenida. Juntos toman un tranvía a Times Square para ir caminando a una casa de hachís en el barriomarginal Hell’s Kitchen (Cocina del infierno). En la puerta de esta casa colgaba un cartel rosado con la frase: “Toma los bienes que te otorgan los dioses”. Una vez dentro, los dos hombres encuentran a varios neoyorquinos adinerados con máscaras o trajes orientales comiendo o fumando hachís. Después de pagar dos dólares por un poco de hachís, los dos visitantes reciben una pipa y batas de seda, y tienen que cambiar sus zapatos por unas zapatillas de fieltro. Luego entran a una habitación lujosamente decorada con espejos, jarrones japoneses, alfombras persas y un gran candelabro con dragones de oro. El escritor, ya bajo la influencia del hachís, se pregunta por qué todo es tanmagnífico en esta casa de hachís que le teletransporta de Nueva York a Bagdad. “¿Es un capricho del propietario o un intento de imitar un lugar similar de Oriente?”. Según su amigo hay otra razón. “El sueño de hachís se ve afectado por el entorno de uno justo antes de dormir. Las impresiones que recibimos desde que entramos, las luces, los olores, los sonidos y los 48 El museo Hachís en Nueva York Después de una ruptura a través de un post-it, Carrie Bradshaw, en Sexo en Nueva York, decide fumar un porro en plena calle. Por un momento se olvida de sus penas, pero la policía le pilla a la primera calada. Al mostrar el post-it solo le ponen una multa. Sin embargo, en la década de 1880, fumar hachís en Nueva York era completamente legal. Aquí te contamos cómo se colocabanlas mujeres neoyorquinas. “ “ EN NOVIEMBRE DE 1883, LA HARPER’S MAGAZINE PUBLICÓ UN ARTÍCULO DE HARRY HUBBELL KANE CON EL TÍTULO“UNA CASA DE HACHÍS ENNUEVA YORK”
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