Cannabis Magazine 213

91 Su primera vez fumado La primera vez que estuvo realmente fumado, Allen Ginsberg conducía un automóvil con Walter Adams, un amigo de la Universidad de Columbia, en el Upper West Side deManhattan. Comenzó a darse cuenta de lo colocado que estaba porque las calles y la gente se estaban transformando en una gran megalópolis de robots que parecía estar dentro de un gran firmamento de brillantes luces parpadeantes. Y comenzó a sentir que flotaba en un universo sin límites. Al principio le asustó de lo rápido que eran los cambios en su percepción del espacio-tiempo. Se sentía perdido en un lugar que conocía bien. Aparcar el coche le pareció una prueba titánica. Consiguieron estacionar el coche y entraron en una vieja heladería en la esquina de la 91 con Broadway. Se sentaron a una mesa y pidió un helado. Cuando apareció este gran montículo de helado parecido a la nieve, no podía creer lo que veía. Cuando probó el helado cada una de sus deliciosas moléculas parecieron detonar en su lengua. Nunca había apreciado el invento excepcional que era un helado. Ginsberg percibió la infinitud del cielo azul y miró por la ventana y vio pasar el río de la vida, la gente paseando perros, sonriendo, riendo, llorando… experimentó un momento de profunda sincronicidad y bienestar. El cannabis había sido mucho más divertido e interesante de lo que Ginsberg había esperado. Comenzó a pensar en cómo podría aplicar el efecto a otras experiencias. En ese momento, estaba tomando un curso de arte en la Universidad de Columbia, y sintió curiosidad por ver qué pasaría si experimentaba fumado las pinturas de Paul Cézanne en el Museo Metropolitano de Arte. Por lo que organizó una visita especial y se aseguró de fumar algunos porros en el jardín antes de entrar. Mientras miraba las pinturas notó que comenzaba a comprender el uso del espacio y el color por parte del artista de una manera que no había hecho antes. La forma en que los colores parecían avanzar hacia él y los colores más fríos retrocedían. “ “ GINSBERG PERCIBIÓ LA INFINITUD DEL CIELO AZUL Y MIRÓ POR LA VENTANA Y VIO PASAR EL RÍO DE LA VIDA, LA GENTE PASEANDO PERROS, SONRIENDO, RIENDO, LLORANDO… EXPERIMENTÓ UN MOMENTO DE PROFUNDA SINCRONICIDAD Y BIENESTAR Paul Cezanne, The Gulf of Marseilles Seen from L'Estaque (1885) Allen Ginsberg manifestándose a favor del cannabis

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