92 Era un nuevo tipo de "conciencia óptica" que Ginsberg y Jack Kerouac llamarían más tarde "patadas del globo ocular". Muy pocas personas fumaban cannabis en ese momento, y cuando Ginsberg fumaba y caminaba solo por el campus de Columbia, siempre estaba incómodamente consciente de ser el único en esa población de 20.000 estudiantes que estaba en ese estado particular de conciencia. Siempre existía la asociación de lo que la sociedad le estaba imponiendo, la noción del yonki. Si alterabas tu conciencia, algo andaba mal contigo. Lo que más perturbaba a Ginsberg fue darse cuenta de cómo el cannabis podía expandir su conciencia. Algo que podía ser educativo se había demonizado gracias a la maquinaria propagandística de la Oficina Federal de Narcóticos (FBN) y todos los medios de comunicación. Pero a pesar de lo consciente que era Ginsberg de la clase de problemas en los que podía meterse, eso no iba a detenerlo. Lo que tenía que ofrecer superaba con creces los peligros. Fue entonces cuando él, Kerouac yWilliamS. Burroughs comenzaron a poner benzedrina en sus chicles, a fumar cannabis cuando podían conseguirlo y a ir a Times Square solo para ver qué pasaba. El arresto de Neal Cassady por tres porros en San Francisco, en 1958, y la prohibición de El almuerzo desnudo de Burroughs fueron llamadas de atención que presagiaron todo el activismo de Ginsberg en los años siguientes (Hinojosa y Marín, 2021). Antes del arresto de Cassady, Ginsberg solo había escrito sobre sustancias prohibidas. Después comenzó a hablar públicamente sobre ello, usando su fama como poeta. Su encontronazo con Harry Anslinger Además del arresto de Cassady, el otro evento que convirtió a Ginsberg en un cannábico convencido fue su aparición en 1957 en el programa de entrevistas de John Crosby, en el canal de televisión de la CBS, junto con el antropólogo Ashley Montagu y el escritor Norman Mailer, invitados del programa. Iban a discutir sobre la sensibilidad moderna en la televisión. Pero almorzó Ginsberg con Mailer antes y le dijo que le gustaría sacar el tema de la despenalización “ “ GINSBERG ESTABA TAN ENFADADO QUE ESCRIBIÓ A HARRY ANSLINGER, EL RESPONSABLE DE LA OFICINA FEDERAL DE NARCÓTICOS, PROMETIENDO ATRAPARLO EN SUS MENTIRAS PROMOVIDAS DURANTE DÉCADAS Historia William S. Burroughs y Kerouac fotografiados por Ginsberg Allen Ginsberg Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Gregory Corso
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