Cannabis Magazine 215

104 ni levantar sospechas, y acuda en el acto a la comisaría de Policía o cuartel de la Guardia Civil más cercano a contar lo que ha visto. Si, por la razón que sea, la Policía de su zona no le inspira confianza suficiente (hay lugares en que existe un fuerte vínculo entre servicios sexuales y policías más o menos corruptos), evítese complicaciones y acuda directamente al juzgado de guardia a ofrecer su testimonio. Y una vez aclarado este punto, vamos con el asunto. Dentro de la variada oferta de servicios sexuales –accesibles vía Internet con un clic– existen todo tipo de “exquisiteces”: desde el masaje lingamo prostático a la corbata francesa con garganta profunda, pasando por la lluvia dorada o el fist fucking. Hay de todo, pero de un tiempo a esta parte hay un relativamente nuevo tipo de oferta: la fiesta blanca. Digo relativamente nuevo porque a pesar de ser algo que ha existido siempre, es ahora cuando los anuncios de servicios sexuales que se encuentran en Internet lo ofrecen en exceso. De hecho, la oferta ya no se limita a la fiesta “blanca” (en alusión a la cocaína), sino que muchos de los anuncios de servicios sexuales ya ofrecen una amplia variedad de psicoactivos, como el popper, el éxtasis o fármacos para aumentar el rendimiento sexual del varón, como son la Viagra o el Levitra. Para documentarme mejor sobre lo que es hoy día esa fiesta blanca que se anuncia en páginas de contactos, quedé para tomar un café con dos conocidos míos, una chica y un chico que son compañeros de piso, se dedican a la prostitución y aceptan el uso de drogas, y tuvimos una conversación en la que resolvieron todas mis dudas al respecto. Según lo que la chica me contó, el cliente tipo que acude solicitando una fiesta blanca, suele ser un varón que no es un consumidor habitual de cocaína, sino alguien que consume puntualmente y que, o bien quiere tener sexo aderezado con el estimulante y poder compartir el consumo con la otra persona, o un varón que acude con el mito de que la cocaína es un vigorizante sexual que le convertirá en un semental productor de orgasmos. Es el primer caso, el de la persona que simplemente quiere tener sexo y consumir cocaína con la pareja para alargar la fiesta, el más común según me explicó; y en muchos casos eran hombres que estaban afectados por el alcohol y buscaban una forma de despejarse y poder realizar la cópula mientras seguían en un “contexto de ocio”. En este caso, si el cliente quiere que consuma, la cocaína siempre la ponía ella porque es la única forma de saber qué se está tomando, y que para tal fin tenía en casa unos gramos preparados con una cantidad muy baja de cocaína (compraba 1 gramo y hacía 4 de él, mezclándolo con una sustancia no activa) de Reportaje “ “ LA “FIESTA BLANCA” COMO SERVICIO SEXUAL, EN ALUSIÓN A LA COCAÍNA, HA PASADO A SER MULTICOLOR, YA QUE EN DICHOS ENCUENTROS SE VENDEN DIVERSOS TIPOS DE DROGAS Y FÁRMACOS Levitra o vardenafilo, una versión mejorada dela Viagra o sildenafilo, con efectos algo más duraderos El comprimido azul que cambió la vida y las relaciones sexuales de muchas personas, especialmente varones

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