Cannabis Magazine 215

La nicotina, junto al alcohol, es una de las sustancias psicoactivas más consumidas por la población. Se trata de un alcaloide que está presente en la planta del tabaco (Nicotiana tabacum) que se suele administrar quemando sus hojas y aspirando el humo resultante, normalmente mediante lo que conocemos como cigarrillo. La dosis tóxica está entre los 10 y los 20 miligramos y la dosis letal se encuentra entre 0,5 y un miligramo por kilo de peso. La nicotina suele producir rápidamente efectos sobre el sistema nervioso central y el sistema cardiovascular que no suelen revestir un riesgo importante y, algunos de ellos, son considerados como positivos o placenteros. Además, podría tener alguna indicación para enfermedades neurovegetativas y para reducir los déficits atencionales en personas con TDAH y esquizofrenia (Levin et al., 1998; Thiriez et al., 2011). Sin embargo, su administración repetida hace que se desarrolle tolerancia a sus efectos y su retirada abrupta (dejar repentinamente de administrarla) produce síntomas de abstinencia. Estos síntomas suelen tener su máxima expresión en las 24-48 horas del último consumo y gradualmente van perdiendo intensidad en las semanas siguientes. El deseo por volver a consumir puede persistir durante meses e incluso años. Sin lugar a dudas, el mayor problema asociado a la nicotina es que las personas que se vuelven adictas a ella emplean como vía de administración la inhalación del humo producido por la combustión de las hojas del tabaco. En otras palabras, por fumar. Con dicha combustión se liberan, además de nicotina, otros compuestos que son responsables en granmedida de la granmortalidad y morbilidad asociada al cigarrillo y cuyas cifras son realmente impresionantes: solo entre 2010 y 2014 se produjeron en España 259.348 fallecimientos atribuibles al tabaco (51.870 muertes al año: 45.348 hombres y 6.485 mujeres) (MSSSI, 2016). De hecho, a la vista de este tremendo impacto sobre la salud, la reducción del tabaquismo es una de las principales prioridades en materia de salud pública en todo el mundo, siendo el fortalecimiento de la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para 97 El uso del cigarrillo convencional como método de administración de nicotina ha acarreado consecuencias desastrosas “ “ LA NICOTINA, JUNTO AL ALCOHOL, ES UNA DE LAS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS MÁS CONSUMIDAS POR LA POBLACIÓN Algunas compañías han cambiado la estrategia y se han propuesto dejar de producir cigarrillos convencionales

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