Cannabis Magazine 215

que se demostrase la seguridad de estos productos, la visión individual de este concepto de reducción de daños no parece coincidir con la visión poblacional de la prevención del tabaquismo. Así, experiencias como la del SNUS en los países nórdicos plantean que, aunque a nivel individual el riesgo pueda ser menor que el del consumo de cigarrillos, a nivel poblacional la promoción de estos productos podría incorporar nuevos adictos a la nicotina y el objetivo de salud debería ser la cesación de esa adicción” (Ministerio de Sanidad, 2014, pág. 27). En otras palabras, es más importante no tener a personas adictas a la nicotina que no tener a personas que fumen tabaco. La negativa a considerar los cigarrillos electrónicos como estrategia de reducción de daños, por ejemplo, contrasta con la posición de Reino Unido que, en su estrategia para el control del tabaquismo 2017-2022, incluye la formación de profesionales sanitarios para apoyarles en el asesoramiento a personas fumadoras que quieren utilizar los cigarrillos electrónicos u otros sistemas de administración de nicotina para dejar de fumar; y es que tanto las revisiones encargadas por el gobierno británico sobre los cigarrillos electrónicos como la realizada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos concluyen que el uso de cigarrillos electrónicos presenta menos riesgos para la salud que el consumo de cigarrillos tradicionales, aunque se necesiten de más estudios para comprobar su seguridad a largo plazo ymayores esfuerzos para evitar su consumo entre aquellas personas que no los requieren. En el caso concreto de los cigarrillos electrónicos, es posible que supongan una de las innovaciones más importantes en materia de reducción de daños de las últimas décadas. Aunque en este ámbito la innovación ha ido muy por delante de la investigación, a pesar del creciente número de publicaciones científicas generadas sobre ellos, si llegara a aceptarse su utilidad frente al tabaquismo (consumo de tabaco mantenido por una dependencia a la nicotina), tendrían un potencial enorme para disminuir la mortalidad y morbilidad asociada. De hecho, parece poco probable que la nicotina por sí sola, sin la concurrencia de los productos derivados de la combustión de las hojas de tabaco, sea capaz de producir tal número de fallecimientos y enfermedades, ni de repercutir tan negativamente a las personas expuestas al humo; y es por ello que, si la gente comenzara a abandonar el cigarrillo tradicional y a administrarse su nicotina mediante dispositivos de menor riesgo, mucho podríamos ganar en términos de salud pública. Sin embargo, a explorar 99 “ “ “ “ PARECE POCO PROBABLE QUE LA NICOTINA POR SÍ SOLA, SIN LA CONCURRENCIA DE LOS PRODUCTOS DERIVADOS DE LA COMBUSTIÓN DE LAS HOJAS DE TABACO, SEA CAPAZ DE PRODUCIR TAL NÚMERO DE FALLECIMIENTOS Y ENFERMEDADES EN NUESTRO PAÍS, TANTO EL MINISTERIO DE SANIDAD COMO ALGUNAS ORGANIZACIONES MÉDICAS SE HAN SUMADO A LA “GUERRA CONTRA LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS” Cigarrillos electrónicos

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