Cannabis Magazine 216

Sustancias componentes del cannabis como los cannabinoides o los terpenos. Los dispositivos de vapeo de usar y tirar con THC (delta-9-tetrahidrocannabinol o Δ9-THC) son, probablemente, una de las imágenes que resultanmás icónicas para los jóvenes de estos países, pese al daño ambiental que conllevan. Pues bien, la DMT también se puede vapear y esta forma de consumo trae consigo un viaje mucho más llevadero que a través de otros métodos. Aunque vapear DMT puede producir una experiencia poderosa, será siempre de corta duración. El viaje completo durará entre veinte y treinta minutos, y los efectos más intensos se concentrarán en unos cinco o diez minutos. En comparación, un viaje de LSD, ayahuasca u hongos psilocibios dura entre seis y diez horas. Pocos meses después de probar la DMT vapeada por primera vez, empecé a investigar un poco el fenómeno y a curiosear foros de habla inglesa. Lo cierto es que me sorprendió que existiera tanta controversia en torno a los vapeadores de DMT. Probablemente, lo que más me sorprendió es que algunos reconocidos psiconautas afirman con rotundidad que vapear DMT podría dañar la opinión pública de estas sustancias. Los psiquedélicos han estado, durante muchos años, a la sombra del prohibicionismo absoluto (y prácticamente global) y, en la actualidad, existe una visión más amable, una gran cantidad de estudios científicos al respecto, intereses farmacéuticos e, incluso, un puñado de regulaciones sobre su uso. En definitiva, como principal idea del argumentario discordante, o al menos como la idea abanderada que luego posibilita otras ideas mucho más cuestionables, estas voces críticas alegan que la imagen pública de los psiquedélicos podría dañarse debido al potencial de abuso que se le atribuye a la acción de vapear DMT. A mí siempre me han resultado curiosas estas cosas. No cabe duda que puede haber un mayor potencial de abuso a través del vapeo (fenómeno en el que profundizaremos a lo largo de estas páginas para posibilitar la reducción de estos riesgos), pero, mediante esta advertencia (que todos los usuarios deben tener en cuenta, incluso los psiconautas avezados) se posibilitan, como decía, otros debates, desde mi punto de vista muy cuestionables, que abarcan diferentes aspectos del consumo de DMT. Hace veinte años (y mucho antes también) luchábamos para que se reconocieran los usos de los psiquedélicos y para informar sobre lo absurdo que resulta condenar la posesión o el consumo de estas sustancias; ahora, que empiezan a ver la luz, algunos de aquellos obstinados luchadores advierten sobre sus discrepancias con el uso de vapeadores de DMT, y parecen establecer una nueva restricción dentro del propio uso de psiquedélicos debido no solo a un probable aumento en el potencial de abuso, sino también a causa de discrepancias personales sobre la 118 “ “ LA DMT TAMBIÉN SE PUEDE VAPEAR Y ESTA FORMA DE CONSUMO TRAE CONSIGO UN VIAJE MUCHO MÁS LLEVADERO QUE A TRAVÉS DE OTROS MÉTODOS librakv (depositphotos)

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