Cannabis Magazine 216

siendo utilizados por las posturas tibias para sostener esa incoherente defensa de una acción fascista o, cuando menos, evitar posicionarse como lo harían si no se tuviesen la sensación de traicionar algún valor que le resulta importante. La actual guerra no declarada por la Federación Rusa hacia Ucrania está cumpliendo con algunos de los clásicos para el blanqueamiento del odio hacia el otro. El discurso sostenido por Putin sobre la existencia de nazis en el gobierno ucraniano, que son además drogadictos, no deja de ser una construcción del otro social muy utilizada cuando se quieren justificar ciertos comportamientos y mantener el respaldo de la opinión pública. Yuval Noaḥ Harari lo recoge en su obra Sapiens: de animales a dioses. Es mucho más sencillo llevar a cabo atrocidades y lograr que otras personas las lleven a cabo si contra quien se van a acometer son privadas de su humanidad, degradándolas a una condición que las priva de los mismos derechos. Por mi parte, ahí va mi contundente condena y rechazo. Ahora, tratando de transgredir lo que la ingenuidad permite, quiero indicar que asistimos a un momento de grandes cambios, que existen muchos intereses que no me parecen legítimos, que sobran muchos discursos que parecen calcos de una historia que pretende ser interminable y que muchas cosas parecen depender de unas pocas personas, quizá, en algunos casos, de una sola. El otro día estaba en la terracita de casa fumando un poco de hierba, algo francamente delicioso, era una variedad sativa. Me habían invitado como juez a la Spannabis Champions Cup y seguía disfrutando de las muestras que me habían enviado. Estaba leyendo un artículo con una perspectiva crítica, pero en absoluto mojigata. Era algo bien fundamentado, que venía de un conocimiento propio. Se trataba de un artículo del escritor ruso Keith Gessen, en el que el autor reflexionaba sobre la inevitabilidad de la guerra entre estos dos países. La lectura difícilmente deja indiferente, me han sorprendido la contundencia con la que indica las posturas y la coherencia que adquiere su discurso. Quizás demasiado a menudo, muchas personas que podrían estar haciendo otras maravillosas cosas terminan por enloquecer y vivir matando y morir sin conocer el amor ni el perdón. “Hoy es Navidad. Habrá una sesión de magia a las 9:30. El capellán Charlie os va a decir cómo el mundo libre vencerá al comunismo, con la ayuda de dios y unos pocos marines. A dios se la pone dura el cuerpo de marines, porque matamos a todo bicho viviente. Él juega a lo suyo, nosotros a lo nuestro; y para mostrarle nuestra gratitud ante su inmenso poder, le llenamos el cielo de almas hasta los topes. Dios ya existía antes que el cuerpo de marines, así que el corazón se lo podéis dar a Cristo, pero el culo pertenece al Cuerpo. ¿Habéis entendido, nenas?” Sargento de infantería Hartman (R. Lee Ermey) en Full Metal Jacket. Cosmoterio 128 AndrewLozovyi (depositphotos)

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