Cannabis Magazine 218

Hasta el momento, nuestro repaso histórico sobre las campañas de marketing antidroga en España nos ha paseado por varios escenarios. Desde el género de terror (con sus variantes, desde el terror psicológico puro hasta el gore visceral) hasta el drama y la tragedia. Vimos en la última entrega cómo algunas campañas parecían juguetear con la ironía y los dobles mensajes (¿Será ésta la pastilla que cambie tu vida para siempre? FAD, 2006) pero eso no es nada comparado con lo que estaba por venir. Eran aquellos años de bonanza económica, en las que inauguraciones de terminales aéreas, estaciones de tren y otras obras más o menos mastodónticas se sucedían a tutiplén. ¿En todos los sitios? No. Mientras organismos, corporaciones y ministerios derrochaban en congresos internacionales o conferencias intergalácticas, los chicos del PNSD decidieron lanzar su primera iniciativa: “haga dos campañas por el precio de una”, quizá barruntando lo que estaba por venir. La idea consistió en: queremos hacer dos campañas de prevención distintas, pero solo tenemos financiación para una (o queremos financiar una y destinar el dinero de la otra a otra noble e irrealizable causa). Pues las mezclamos y a ver qué sale. Y claro, salió un churro patatero que invadió las marquesinas de autobuses, vallas de publicidad y espacios de prensa durante varios meses sin que nadie estuviera muy seguro de a qué venía aquello. Porque la idea podría haber tenido algún sentido si se tratara de dos fenómenos íntimamente relacionados entre sí. Pero en la España de 2007 (como en la de hoy), no hay ninguna relación epidemiológica o de patrones de consumo entre el uso de cannabis y cocaína. Pero a los señores del Plan Nacional Sobre Drogas les dio lo mismo. Porque sería demasiado perverso pensar que lo que se buscaba era precisamente eso, relacionar lo que no está relacionado y configurar la realidad en lugar de describirla. Ya que, como decimos, existen pocos nexos de unión entre ambos fenómenos, los publicistas tiraron de imaginación y decidieron relacionarlos a través de… las vías de un tren. 83 Cannabis, cocaína y vías de tren (o escaleras) “ “EN 2006 Y 2007, LA PREVENTOLOGÍA ESPAÑOLA INAUGURA EL GÉNERO PREVENTIVO SURREALISTA-CUÁNTICO-POP

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