Cannabis Magazine 219

aire libre es muy recomendable el uso de abonos orgánicos, como humus de lombriz o estiércol de oveja, que favorecen el crecimiento. Fertilización y abonado Las necesidades nutricionales de las plantas van cambiando a lo largo de la floración, ya que esta consta de diversas etapas. Durante los primeros días de esta fase, el cultivo pasa por un periodo de transición, en el que muestra tímidamente sus flores. Se trata de la prefloración, un tiempo en el que aseguraremos el sexo de nuestras plantas, descartando ejemplares que muestren rasgos de hermafroditismo y a los machos. Asimismo, si empleamos fertilizante líquido, empezaremos a suministrar abono y estimulador de floración en bajas dosis. Si, por el contrario, cultivamos con abonos sólidos como estiércoles, debemos añadir una última dosis de estiércol de oveja o el que utilicemos para crecimiento, y un buen aporte de abono de floración, como guano de murciélago, por ejemplo. De esta manera nos aseguramos de tener reservas de nitrógeno suficientes para el resto del cultivo, así como de disponer de los nutrientes necesarios para la formación de las primeras flores. A medida que la floración avanza, en caso de usar fertilizantes líquidos, iremos retirando lentamente la alimentación nitrogenada, así como aportando grandes cantidades fósforo, potasio, azúcares ymicronutrientes. Por otra parte, si hemos usado estiércoles para el abonado, podemos añadir otra dosis de fertilizante de floración entorno a un mes después de haber hecho ese último aporte de nitrógeno de la prefloración. Finalmente, cuando queden de dos a tres semanas para la cosecha debemos dejar de abonar, regando con agua sola. La gran mayoría de los cultivadores coincide en que esta prácticamejora el sabor del producto final, evitando que tenga sabor a fertilizante. Además, también hay quien recomienda practicar un lixiviado, es decir, un riego muy abundante de agua sola que arrastre fuera de la maceta o a las capas inferiores del suelo el fertilizante que pueda contener la tierra o sustrato. Podas, riegos y aditivos El espacio disponible, tanto en anchura como en altura, es uno de los factores que más frecuentemente limita la producción en cannabicultura. Algunas variedades pueden llegar a crecer bastante, siendo complicado camuflarlas. En estos casos, la mejor opción para evitar un crecimiento excesivo es la poda apical, que puede practicarse hasta la fase de prefloración. Esta técnica, consistente el cortar el ápice de las plantas, no solo limita el crecimiento vertical, sino que además favorece el desarrollo de las ramas laterales, multiplicando el número de flores. También hace que las plantas crezcan a lo ancho, ocupando una mayor superficie, ya que cambian su característica forma de abeto por una más arbustiva. Durante la prefloración, aprovecharemos para hacer las últimas podas, antes de que las ramas queden repletas de flores. Si no hemos quitado las partes bajas durante el crecimiento, es el momento de hacerlo. Esto evitará que entren en contacto con el suelo o sustrato cuando llueva, lo que favorece la proliferación de hongos. Es decir, cuando se mojan, el peso de las ramas aumenta, de forma que las más bajas podrían llegar a embarrarse. Además, al retirarlas favoreceremos el desarrollo de las zonas altas. Asimismo, durante esta etapa debemos limpiar las partes interiores de las plantas de ramitas pequeñas que apenas vayan a producir flores. Es mejor que los ejemplares cultivados inviertan sus recursos en la formación de grandes cogollos. Por último, cabe recordar que las podas se tienen que llevar a cabo con tijeras que estén limpias y desinfectadas, de manera que se pueda evitar la transmisión de enfermedades. Por otra parte, uno de los elementos más importantes en la floración del cultivo y que realmente marcará la diferencia es la acidez del agua. Muchos cultivadores de exterior no le dan importancia al pH, pero es el parámetro que nos permite asegurar una correcta absorción de nutrientes. La solubilidad de 33 “ “ DURANTE ESTA ETAPA DEBEMOS LIMPIAR LAS PARTES INTERIORES DE LAS PLANTAS DE RAMITAS PEQUEÑAS QUE APENAS VAYAN A PRODUCIR FLORES Los estimuladores de floración favorecen la producción de resina

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