52 Quería que lo supiera, para lastimarlo’. El suyo fue un caso de una relación padrehijo rota. Sin embargo, el muchacho no solo se rebelaba, sino que pedía a gritos atención. Quería ser atrapado. Más importante aún, quería ser atrapado en los brazos de su padre.” Wilkerson promete al lector que después de leer su libro tanto padres preocupados como adolescentes inseguros sabrán como vencer la tentación de consumir hierba. Fumar o no fumar marihuana, esa es la cuestión. El reverendo está convencido que, con la información adecuada, una persona sensata podrá tomar la decisión correcta con respecto al cannabis. Sin embargo, Wilkerson está cien por cien de acuerdo con una de sus seguidoras que opina que el temor de dios ayudará a la gente joven a evitar una “tragedia” como el cannabis. Simplemente di que no Para terminar su libro, el reverendoWilkerson cita del primer libro del Antiguo Testamentode la Biblia, el Génesis, donde José, prosperado por Jehová, llega a ser mayordomo de la casa del funcionario egipcio Potifar y se resiste a las proposiciones indecentes de la esposa de Potifar. “Y por más que ella lo acosaba día tras día para que se acostara con ella y le hiciera compañía, José se mantuvo firme en su rechazo”. ¡No, no, no! José lo dijo alto y claro. Para Wilkerson lo mismo pueden decir los José de hoy en día. Un sí a Cristo es un no a la marihuana. “Los héroes anónimos de nuestros días, las superestrellas a los ojos del Señor, son aquellos que han dicho no a las drogas y, en cambio, han dicho: ‘Prefiero tener a Jesús enmi vida’.” Y así el reverendo Wilkerson comparó la marihuana no con una antigua divinidad cananea asociada con los sacrificios de niños, sino con una mujer viciosa de la hay que huir. hashmuseum.com El museo Chaval porrero Un chaval de dieciséis años que se vuelve adicto a la marihuana y cae en una espiral de decadencia. Esta es la trama principal de la novela Reefer Boy(1955), de Hal Ellson. La contraportada dice: «El material de este libro es sensacional, pero no es una novela sensacionalista. Se basa en una simple realidad: el hecho vergonzoso e ineludible de que la sociedad no se hace responsable de estos niños perdidos y amargados». Ellson era trabajador social y asistente de enfermería enelHospital BellevuedeNueva York, donde conoció a adolescentes con problemas mentales en los que basó los protagonistas de sus novelas.Muchos de sus pacientes le veían comoun “padre confesor” y le contaban sus vicisitudes, mientras confiaban en que no los denunciaría a las autoridades. “ “ UN SÍ A CRISTO ES UN NO A LA MARIHUANA. “LOS HÉROES ANÓNIMOS DE NUESTROS DÍAS, LAS SUPERESTRELLAS A LOS OJOS DEL SEÑOR, SON AQUELLOS QUE HAN DICHO NO A LAS DROGAS
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