Cannabis Magazine 219

tienden a desarrollar tolerancia de forma que con el paso del tiempo los efectos hipnóticos desaparecen. Además, la sedación no implica necesariamente un sueño reparador. Los problemas de sueño como el insomnio son mucho más comunes entre los consumidores de alcohol, con tasas de prevalencia de entre el 35 y el 70 % de los bebedores. Igualmente, los fumadores habituales de cannabis también suelen quejarse de la pobre calidad de su descanso, con síntomas como sueños extraños e insomnio. Todo esto parece indicar que los posibles efectos hipnóticos del cannabis y el alcohol no terminan traduciéndose en un mejor descanso. Aunque el consumo de sustancias parece acarrear consecuencias negativas para nuestro sueño, hay algunas estrategias que pueden ayudarnos a paliar estos problemas. Como hemos visto, irse a dormir bajos los efectos influye directamente en la calidad del sueño. Por esto, es importante planear el consumo de forma que la última dosis se tome varias horas antes de irse a dormir. Esto es especialmente relevante en el caso de los estimulantes, los cuales se deberían evitar completo hacia el final de la fiesta para disminuir la probabilidad de acabar “comiendo techo”. Mantener una buena hidratación puede también ayudarnos a dormir mejor. Aquí un poco de planificación también es importante. Si nos atiborramos de agua justo antes de acostarnos acabaremos despertándonos en mitad de la noche para ir al baño. Lo más recomendable es mantener la hidratación a lo largo de la noche, por ejemplo, intercalando el consumo de alcohol con bebidas no alcohólicas. El empleo de cannabis o las benzodiacepinas a fin de conciliar el sueño está desaconsejado, especialmente si estamos desvelados por el consumo previo de estimulantes. Aunque subjetivamente estas sustancias parezcan contrarrestar la agitación y facilitar el sueño, en realidad nuestro cuerpo sigue bajo los efectos estimulantes que impiden un sueño reparador. Además, corremos el peligro de generar una dependencia a los tranquilizantes y que estos se nos vuelvan imprescindibles para dormir cada noche. Esto es especialmente arriesgado en el caso de las benzodiacepinas, las cuales tienen un mayor potencial adictivo. 99 “ “ LA MDMA, POR EJEMPLO, PUEDE TENER UN EFECTO EN EL CICLO SUEÑOVIGILIA A TRAVÉS DE SU ACCIÓN EN LOS NIVELES DE SEROTONINA DEL CEREBRO

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