Cannabis Magazine 221

108 Incluso aceptando, algunos tertulianos y tertulianas, que no parece posible drogar a nadie así, el enfoque es que esto es un delito penal de lesiones (así lo sitúa nuestro código penal), pero agravado por ser un delito de violencia de género, ya que parece ser que la gran mayoría de las víctimas son mujeres; y apoyándose en ese hecho, presentan el asunto como el relato de un comportamiento nuevo que algunos varones han adquirido con el fin de amedrentar a la mujer, llegando un periódico a decir textualmente que pertenecen a las “estrategias de adoctrinamiento a las mujeres mediante el pánico y la sensación de inseguridad en el espacio público”. Yo no comparto para nada semejante relato, interesado y carente de apoyo en la realidad, ya que a día de hoy no tenemos ningún detenido varón que esté acusado de estos actos. Lo que sí hemos tenido son ya varios casos de intento público de linchamiento, algunos en los que ha tenido que intervenir la policía porque corría riesgo la integridad del sujeto, sin que hubiera motivo alguno para acusarle de dichas acciones. Resulta poco serio a nivel periodístico establecer un juicio de intenciones en estos hechos y achacarlo a una cuestión de género cuando carecemos de datos sobre quiénes realizan estos pinchazos. El que sí ha quedado detenido es un varón que, aprovechando la historia (y que había perdido el móvil), se presentó en una comisaría a denunciar que le habían pinchado, y había aparecido inconsciente y en otro lugar, sin el móvil. Reportaje “ “ “ “ TANTO LA POLICÍA COMO LOS FORENSES Y MÉDICOS DESECHAN POR COMPLETO LA IDEA DE QUE ESOS PINCHAZOS SEAN PARA INYECTAR UNA SUSTANCIA A ALGUIEN Y APROVECHARSE DEL EFECTO CAUSADO NO HA HABIDO NINGÚN CASO, DE TODOS LOS DENUNCIADOS, EN QUE SE HAYA DETECTADO NINGUNA SUSTANCIA INYECTADA Pluma cargada inyectando un medicamento subcutáneo en el brazo. El proceso tarda alrededor de cinco segundos El brazo tras la inyección del medicamento, donde se puede observar que no queda marca alguna ni hinchazón, a diferencia de las imágenes que se han mostrado de los supuestos pinchazos El cuerpo, por los capilares atravesados ante el pinchazo de una lanceta, emite una gota de sangre

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