Cannabis Magazine 221

119 entraban unas ganas tremendas de cagar. Literal, me decía. Y se preguntaba a qué podía deberse, si a algún extraño proceso de condicionamiento. Sinceramente, yo pensaba que estaba de coña. Este tío, al que no le llego ni a la suela de los zapatos en análisis y modificación de conducta, estaba sorprendido y me preguntaba por algo que en segundo de carrera –hace al menos treinta años– había integrado como lo más obvio del mundo. Tan obvio que, por un momento, mis respuestas no podían ir más allá del: “Porque es así, tío, no jodas”. Pero claro, las cosas no son así y punto. Las cosas hay que explicarlas y fundamentarlas bien para que se entiendan. Así que, en lo que queda de artículo, trataré de hacerlo. Como son varias cuestiones y relativamente complejas, no podré más que esbozarlas muy por encima, dado el espacio del que dispongo. En cualquier caso, si fuera necesario, podré tratar alguna con más detalle en otros artículos o, simplemente, les podré remitir a bibliografía especializada. Condicionamiento clásico ¿Recuerdan los perros de Pavlov? El perro, cuando le van a dar el plato de comida, saliva. El perro, cuando escucha el sonido de una campana, dirige su atención hacia la fuente del sonido, pero no hay razón alguna para que salive. Sin embargo, si de forma repetida, cuando le van a dar el plato de comida suena, inmediatamente antes, una campana, al cabo de unas cuantas repeticiones, ante el sonido de la campana el perro salivará. Es decir, el sonido de la campana, por asociación, ha terminado por producir una respuesta natural, fisiológica (salivar), que se produce ante la inminencia o la presencia de comida, pero que, de otra forma, jamás se produciría ante el sonido de una campana. Con las drogas se produce el mismo fenómeno, y con mil otras cuestiones, pero, como ya he dicho, con las drogas es muy evidente porque, como con la salivación de los perros, podemos observar en nosotros mismos una respuesta fisiológica. Por ejemplo, en un estudio de los años 75-77, se emparejaron los síntomas de abstinencia suaves a la heroína con el olor a Pepermint. Después de siete emparejamientos, ante el olor a Pepermint los sujetos experimentales mostraban síntomas leves de abstinencia. La cuestión es que, un consumidor de heroína, en su deambular a lo largo del tiempo, produce miles de emparejamientos entre los efectos de la droga y los de la ausencia de droga (en su caso, abstinencia). Emparejamientos de los que no es consciente y que tienen un resultado conductual evidente, constatable y demostrable. Que, fácilmente y sin que él lo sepa, pueden influir de forma determinante en su conducta. Si el experto en análisis y modificación de conducta no terminaba de comprender por qué le entraban ganas de defecar cuando iba a pillar heroína, ¿qué puede comprender alguien totalmente lego en psicología? Y, no obstante, todo el mundo estará de acuerdo en que comprendiendo lo que nos pasa, lo que hacemos, estamos un paso más cerca de poder influir en ello (en lo que nos pasa y en lo que hacemos) a nuestra voluntad, en lugar de dejarnos llevar por quién sabe qué extrañas fuerzas y fenómenos. Yo no es que sea más listo que nadie (es más que obvio). Tan solo tuve la… llamarle suerte es mucho decir… tan solo se dio la casualidad de que me explicaron cuatro cuestiones básicas de psicología cuando llevaba unos años consumiendo heroína. Su relevancia y sus implicaciones prácticas me fueron tan evidentes que, desde ese momento en adelante, me ocupé de estudiar todas las asignaturas sobre drogas que daban en mi Universidad (que, afortunadamente, eran unas cuantas) y luego estudié un Master en Drogodependencias en la Facultad de Medicina. De modo que, por mis consumos y por mis estudios, conocía a la perfección los efectos de la heroína y de su abstinencia, a la vez que conocía (sin ser un megaentendido… con los fundamentos básicos me bastaba) los modelos de aprendizaje clásico e instrumental u operante que explicaban en la carrera y que, de manera perceptible, “ “ UN CONSUMIDOR DE HEROÍNA, EN SU DEAMBULAR A LO LARGO DEL TIEMPO, PRODUCE MILES DE EMPAREJAMIENTOS ENTRE LOS EFECTOS DE LA DROGA Y LOS DE LA AUSENCIA DE DROGA

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