Cannabis Magazine 221

15 alguna de las tres opciones del mercado regulado. El porcentaje se eleva hasta el 39 % si se tiene en cuenta que algunos compradores comparten el producto con amigos y conocidos. Pocas farmacias Joaquín, nombre ficticio de un consumidor de cannabis que compra en el mercado negro, explica que “muchas veces es muy difícil conseguir marihuana sin sacar hora para retirar en la farmacia […] el mercado negro es simplemente tener un contacto, hablarle y en el día, o al día siguiente, coordinar y comprar”. Además, las farmacias habilitadas son pocas en relación a la población total y persisten las dificultades para acceder al sistema financiero a causa de las legislaciones internacionales. El problema de los datos también afecta a los consumidores. Para acceder a las tres vías de compra legal hay que registrarse, medida que algunos prefieren evitar, aunque esta información se usa únicamente para el estudio del consumo. En el caso de los clubes, existe una cifra limitada de socios (entre 15 y 45), y hay incluso una lista de espera para ingresar. Pulla, apodo que recibe el tesorero y responsable técnico de un club cannábico de Montevideo, explica que la lista de espera “es un indicador de que la demanda no está satisfecha. Hay mucha más gente queriendo acceder al mercado legal que todavía no puede”. La normativa también establece que el acopio de cada miembro no puede superar los 40 gramos mensuales y, en muchos casos, también hay un mínimo. Autocultivo clandestino Del mismo modo que se ha ido normalizando el consumo, la percepción del mercado ilegal también ha cambiado. Los expertos indican que los mayores abastecedores del mercado son los cultivadores locales. Agus, nombre ficticio de una consumidora de 28 años, explica que se registró para comprar cannabis en farmacias pero que ahora lo adquiere en el mercado negro a la vez que cultiva sus propias plantas sin estar registrada. “Yo no lo veo como mercado negro tampoco. Entiendo que es cercano, tiene buenos precios para lo que se vende y no parece que uno esté haciendo uso del narcotráfico”, dice. Hay “un amigo o un conocido que te pasa un contacto de alguien que tiene flores y las vende”. Según Marcos Baudean, profesor de la Universidad ORT de Uruguay e investigador del proyecto Monitor Cannabis, “hay mucho más cultivadores domésticos que no figuran en los registros”, por lo que no se puede hacer una estimación concreta de cuánto abarca el mercado negro. Pese a ello, el profesor asegura que los cultivadores no registrados “ya han superado” a las redes de tráfico en la venta de cannabis. En cualquier caso, los narcos continúan estando presentes en Uruguay, principalmente vendiendo los conocidos “paraguayos”, un prensado de marihuana más barato. Visto en France 24: bit.ly/3Sg2FV4. Yarygin (depositphotos)

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