Cannabis Magazine 221

Los test para detección de drogas son una rareza dentro de las herramientas diagnósticas en el ámbito médico. Cuando unmédico pide un test de embarazo o una prueba de VIH es porque no tiene otra forma de conocer si la paciente está embarazada o es portadora del virus. En principio, y desde un punto de vista teórico, para conocer si una persona ha tomado o no una determinada sustancia bastaría con preguntárselo y los test deberían reservarse para aquellas circunstancias en las que no es posible (es decir, una intoxicación aguda). Pero la realidad es mucho más compleja. Reconocer el consumo de una sustancia puede acarrear en muchas ocasiones una serie de consecuencias de índole muy variada (laboral, familiar, social, judicial...). Además, los test han superado el ámbito puramente médico y se utilizan en gran cantidad de circunstancias, a veces en clara colisión con los principios fundamentales de la bioética. En farmacias y a través de internet hay disponibles una gran multitud de test que tienen como sustrato la orina, el sudor, la saliva… cuyas características y eficacia son muy variables. También es posible encontrar “limpiadores de orina” o productos que 83 “ “ PARA SABER SI UNA PERSONA HA TOMADO UNA DROGA, EN TEORÍA BASTARÍA CON PREGUNTARLO

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