Cannabis Magazine 221

94 iniciaron en 1983, en California, trabajando con tropas de la Guardia Nacional y recursos federales como aviones espía U-2. También se unió laMarina, así que buques de guerra estadounidenses podían asaltar barcos de contrabando en aguas internacionales. Durante esta década, aumentaron los presupuestos para luchar contra las sustancias ilícitas. El presupuesto pasó de cuatro millones de dólares en 1981 a más de 1.000millones de dólares en 1989 (Marín Gutiérrez, 2016). Militares norteamericanos rociaron con herbicidas cultivos de cannabis en Colombia y deportaron a sus traficantes a Estados Unidos. Se utilizó paraquat, un herbicida muy tóxico, en plantaciones deMéxico y Jamaica, produciendo la contaminación del agua y daños biológicos a niños. El paraquat es de rápida acción, no selectivo, y mata hierbas, maleza y tejido al contacto. Durante 1982, Carlton Turner apareció en la televisión para justificar la fumigación con paraquat por parte de la DEA (Drug Enforcement Administration), de los cultivos de cannabis de Georgia, Kentucky y Tennessee. Turner decía que si él mismo acabara muriendo por haber fumado cannabis rociado con paraquat (gramoxone), lo consideraría un castigo merecido por incumplir las leyes (Herer, 1999: 216). Bajo la administración Reagan, la DEA, en 1985, empezó su programa de pruebas masivas de consumo de sustancias (incluido el cannabis) para empleados públicos no militares. Los estudiantes de miles de institutos tenían que someterse a pruebas de análisis de orina cada semana para ver si fumaban cannabis (Herer, 1999). Todas estas pruebas eran inconstitucionales. En 1986, el Congreso aprobó la Ley contra el Abuso de Drogas, en la que establecía unas sentencias mínimas obligatorias para delitos de sustancias ilegales. En esta ley se igualaba el cannabis a la heroína o a la cocaína. Se crearon sentencias mínimas federales que imponían condenas mínimas sin libertad condicional y sin que los jueces pudieran reducir las condenas; y las sentencias federales de más de 1.000 plantas, de 1.000 kilos o consumo en presencia de un menor era en quince estados de cadena perpetua (Marín Gutiérrez, 2003). La administración Reagan fue una de las más duras contra el consumo de cannabis. El programa DARE En 1982, en una sala de actos de una escuela, una niña preguntó cómo evitar las sustancias ilícitas, Nancy Reagan, la esposa del presidente de Estados Unidos, replicó con su sonrisa: “Limítate a decir no” o “Simplemente di no” (“Just say no”). Así nació la cruzada infantil contra las sustancias. Esta frase tan simple se convirtió en unmantra durante esta década. El objetivo principal de la campaña “Just Say No” Historia Nancy Reagan “ “ TURNER DECÍA QUE SI ÉL MISMO ACABARA MURIENDO POR HABER FUMADO CANNABIS ROCIADO CON PARAQUAT (GRAMOXONE), LO CONSIDERARÍA UN CASTIGO MERECIDO POR INCUMPLIR LAS LEYES Avión espía U-2

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1