Cannabis Magazine 221

Una de las estrategias empleadas para aumentar los beneficios es la del fraude a las personas consumidoras. Siguiendo las definiciones de la Real Academia Española, por fraude podemos entender toda aquella “acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete”. En otras palabras, el fraude es un engaño que, en el caso que nos ocupa, perjudica a la persona consumidora y beneficia a quien lo comete. Puede producirse en cualquier punto de toda la cadena de distribución de las sustancias, aunque tiende a darse con mayor frecuencia e intensidad cuanto más cerca este punto está de su final: las personas que consumen. A continuación, vamos a repasar algunos de los fraudes más habituales en el ámbito de las drogas. En general, los fraudes no tienen consecuencias serias para la salud. Sin embargo, hay ocasiones en las que sí lo tienen y, por tanto, es importante prestarles atención de cara a reducir riesgos. Sin embargo, para tener una mejor comprensión de los mismos y de su persistencia en el tiempo, vamos a comenzar con unas consideraciones previas a tener en cuenta. El fraude como resultado de la ilegalidad: aunque obvio, tiende a olvidarse: si estos fraudes son posibles, es 99 “ “ LOS FRAUDES SON ASUMIDOS COMO ALGO INEVITABLE Y, POR TANTO, NO AFECTAN A LA DECISIÓN DE CONSUMIR O NO SUSTANCIAS La gran diversidad de colores y formas de los comprimidos de MDMA es una de las grandes estrategias de éxito en el marketing de las drogas (Energy Control)

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