Cannabis Magazine 224

lado de la tele había una pequeña chimenea y, junto a ella, un cubo con piñas y ramas. Encendió la tele y la chimenea, y Onte, que la miraba expectante, seguía tenso encima del sofá… Aún faltaba algo. Entonces Raquel, instintivamente, se sentó en el sofá de al lado y Onte se relajó, se hizo un ovillo largo y grande, y empezó a roncar. Ella no tardó en seguirle. Al día siguiente, estaba amaneciendo cuando Raquel se despertó con una inmensa pata en el costado y un rayo de sol en la cara. Onte seguía dando órdenes. Ella se arrastró hasta el baño primero y hacia la cocina después. De nuevo, le puso más carne con pienso, pero Onte no quería comer. Estaba nervioso y daba vueltas sobre sí mismo. Entraba y salía de la cocina sin parar. Raquel comenzó a seguirlo y volvieron a bajar juntos por las escaleras que llevaban al bar, entonces Onte se metió por una portezuela baja que salía a la parte de atrás de la casa y ahí, se detuvo mirando fijamente a Raquel, que por fin entendió. “Espera un momento”, le dijo. Subió, abrió su maleta, sacó un par de tenis y una vieja chaqueta de algodón y se fueron juntos hacia el pueblo. Él guiaba. A lo largo del camino, por el pueblo, en el puerto, cada uno seguía a lo suyo sin perder de vista al otro. Onte parecía un cachorro por la excitación que mostraba y ella, por primera vez en muchos años, se sentía feliz. Al llegar a la playa, Onte no se lo pensó dos veces y se metió en el agua. Mientras tanto, Raquel se sentó en una roca y se lio un canuto de desayuno. Hacía tanto que no lo hacía sin preocupaciones, sin tensiones. Solo la playa desierta, el mar y Onte jugando con las olas a lo largo de la orilla. Fumó, disfrutó cada calada, apuró el canuto hasta quemar parte del cartón y sonrió para sus adentros al pensar en el veredicto del humo: “habemus domum”. Después del largo paseo regresaron a la casa donde ya estaban esperando sus primos. Esta vez no lamiraban con condescendencia ni con desprecio, sino con sorpresa. El mayor de ellos, el de la amenaza, el mismo que fue a socorrerla y le dio la patada al perro, asintió con la cabeza y no se sorprendió demasiado al escuchar la frase de Raquel: “Me quedo a vivir aquí y voy a volver a abrir el bar”. “ “ NO SE SORPRENDIÓ DEMASIADO AL ESCUCHAR LA FRASE DE RAQUEL: “ME QUEDO A VIVIR AQUÍ Y VOY A VOLVER A ABRIR EL BAR” EL FESTIVAL DE NEGOCIOS INTERNACIONAL PARA PRODUCTOS DE LA PRÓXIMA GENERACIÓN WWW.EVO-NXT.COM LEADING THE CHANGE. 10–11 DE MARZO DE 2023 MÁLAGA ESPAÑA LLEGAR A SER EXPOSITOR

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