Cannabis Magazine 225

personas que, aparte de cultivar, fabricar o traficar, promovieran, favorecieran o facilitaran el uso de estas sustancias "de otro modo". A partir de ese momento, siempre que se observara una mínima discreción, fumar canutos se hizo posible en cualquier lugar público, sin que nadie llegara a reprimir lo que ya constituía una práctica habitual. Pero el espectacular incremento de los delitos contra la propiedad y los robos con violencia e intimidación, asociado al empleo masivo de heroína por vía endovenosa, provocó una crisis de pánico colectivo, fijada en el inconsciente colectivo de los españoles como “inseguridad ciudadana”, ocasionando las críticas de expertos y adversarios políticos. Estas críticas, unidas a las presiones de ciertas agencias internacionales, determinaron que se retomara una política de mano dura. El error de esta ley fue legalizar el uso, pero no el comercio que seguía en manos de narcotraficantes. Los medios de comunicación, tanto españoles como internacionales, se hicieron eco de la situación. Se referían a España como “El Dorado del haschisch”, y ciertas agencias reaccionaron alarmadas. El Comité de Control de Estupefacientes de Naciones Unidas reconoció haber mantenido un serio diálogo con el Gobierno socialista en 1984. Cinco años más tarde, y ante la presión de Alianza Popular (AP), el PSOE endureció las penas. En estos cinco años de tolerancia, el mercado español de cannabis sufrió un estancamiento en favor de otras sustancias gracias, según algunos expertos, a que mantenían el atractivo de lo prohibido. Hubo un aumento del consumo de cocaína y de heroína. El inicio de la Ley Corcuera El alcalde de Toledo, José Manuel Molina García, de Alianza Popular, dictó un bando municipal estableciendo multas de hasta 15.000 pesetas para sancionar cualquier consumo de sustancias ilícitas en la vía pública. La iniciativa del alcalde provocó una fumada de porros colectiva frente al ayuntamiento, a la que fueron varios centenares de personas y se presentó una candidatura antiprohibicionista en las elecciones legislativas celebradas en octubre de 1989. La fiebre de los bandos desembocó en una pugna Historia 94 Alcalde de Toledo, J. M. Molina García Clementina Ródenas “ “ A PARTIR DE ESE MOMENTO, SIEMPRE QUE SE OBSERVARA UNA MÍNIMA DISCRECIÓN, FUMAR CANUTOS SE HIZO POSIBLE EN CUALQUIER LUGAR PÚBLICO, SIN QUE NADIE LLEGARA A REPRIMIR LO QUE YA CONSTITUÍA UNA PRÁCTICA HABITUAL

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