Cannabis Magazine 227

107 persona y que no tenía sustento científico. ¡Y encima pedía disculpas por la información anterior! Así que inmediatamente me fui a PUBMED (la gran base de datos de estudios científicos) y me puse a buscar estudios que hablasen de ese tema. Y aquí llegó otra sorpresa: por burundanga solo aparecían seis resultados, el primero del año 1991 y el último del año 2022. Y de ellos solo uno hablaba de un uso comprobado toxicológicamente (en las Islas Baleares) con intención criminal, aunque no quedaba claro si había intencionalidad sexual, ya que había sido administrado por un exmarido a su exmujer, que al sentirse mal pidió ayuda a una amiga y fue a un hospital, donde se pudo comprobar la presencia de escopolamina. En otros cuatro de ellos se hablaba de métodos de detección química, pero no de casos reales. Y en el más antiguo, el de 1991 y de origen colombiano, se exponían tres casos que ninguno tenía que ver con intenciones sexuales. En el primer caso se hablaba de una mujer de 55 años que, tras conversar con un hombre en un bar e irse a su casa con él, había despertado horas después habiendo sido robada de todos los objetos de valor de su casa. El segundo caso, hablaba de una joven de 25 años que se sentó a tomar un café con alguien cerca de su universidad y a partir de ahí tiene la memoria fragmentada, pero al parecer había ido ella sola a su casa, había recogido todo su dinero y había vuelto al bar y había entregado el dinero al hombre. No contento con eso, el hombre le había preguntado qué más cosas de valor tenía en casa, ella le contestó, y posteriormente volvió a su casa (de nuevo ella sola) a por los objetos que el hombre le había indicado, volviendo de nuevo al bar y entregándoselos, momento en el que el hombre los recogió y se marchó. Y el tercer caso, era el de un joven de 20 años que, tomando un café con un hombre cerca de su universidad en Bogotá, había subido a un camión y no recordaba nada más, hasta que su conciencia se recupera en un momento en que se ve ante un hombre armado que le dice: “Vete de aquí o te matamos, no te necesitamos más”, y tras huir dos días a través de la selva, llegó a una población donde recibe ayuda, y resulta que había estado desaparecido durante dos meses, supuestamente trabajando como esclavo en una plantación clandestina de drogas. En ninguno de los casos de dicha publicación se efectúa ninguna prueba toxicológica que pueda probar la relación con la burundanga. Curiosamente, ese estudio cita el origen de la palabra burundanga como africana y no asimilada en el castellano, y rastrea su origen hasta una canción de Celia Cruz (obviamente en castellano). Realicé nuevas búsquedas usando la palabra escopolamina, y encontré un segundo caso (manuscrito aceptado, con título “Conciencia disminuida en mujer tras una sobredosis comprobada de escopolamina”, del año 2020) que, curiosamente, también había sucedido en las Islas Baleares en España, pero, aunque la persona intoxicada era Alprazolam, conocido como Trankimazin y muy presente en las agresiones por sumisión química Diazepam, una de las principales drogas presentes en las sumisiones químicas “ “BUSCANDO ENTRE LOS DELITOS DE SUMISIÓN QUÍMICA CON FINES SEXUALES, TOXICOLÓGICAMENTE CONFIRMADOS EN ESPAÑA, QUEDA CLARO QUE EL PRINCIPAL AGENTE ES SIEMPRE EL ALCOHOL, SEGUIDO DE FÁRMACOS COMO EL VALIUMO EL TRANKIMAZIN

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