Cannabis Magazine 231

Es el sueño de muchos: una planta que posee CBD, pero que no tiene THC; es decir, una planta que, de forma natural y sin necesidad de manipulación, puede darnos los beneficios del CBD –relajación muscular, efecto analgésico, acción antiepiléptica, antioxidante o neuroprotectora, o reducción de la ansiedad, entre otros–, sin provocar los efectos psicoactivos del THC. Hasta hace poco era casi un unicornio. Sin ir más lejos, en el artículo anterior de esta entrega, ya os contábamos de la existencia de Delix Therapeutics –fundada por David E. Olson, investigador químico de renombre y director del Instituto de Psicodélicos y Neuroterapéuticos de la Universidad de California–, empresa dedicada a producir psicoplastógenos de tercera generación, o lo que es lo mismo, derivados de los psicoplastógenos –como la ketamina o la psilocibina–, que estén privados de los efectos indeseados de estos, en su mayoría psicoactivos y alucinógenos, pero también efectos cardiovasculares o adictivos. Así, se producirían unos compuestos que podrían ser empleados como medicamentos por un más amplio rango de pacientes. Los psicoplastógenos de segunda generación ya existentes y de por sí derivados de las sustancias citadas, son aún causantes de los indeseados efectos, lo que determina un aumento 23 CBD (Cacycle, CC BY-SA 3.0, Wikipedia) “ “LA PLANTA DE CANNABIS POSEE DE FORMA NATURAL Y PRECISA PARA SU DESARROLLO, MÁS DE 400 COMPUESTOS, DE LOS CUALES MÁS DE 100 SON CANNABINOIDES –EL CBD Y EL THC SON SOLO LOS MÁS POPULARES DE TODOS ELLOS– Trema orientalis, Maui, Hana (Forest & Kim Starr, CC BY 3.0, Wikipedia)

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