Pero no les distraigo y volvamos a la primera idea: trasladar los datos y fenómenos que acontecen en Estados Unidos a Europa denota desconocimiento, torpeza o mala fe. Habiendo dejado esto claro, no hay inconveniente en cambiar el foco y analizar con cierta profundidad qué está sucediendo en Estados Unidos. Porque, en relación con los opiáceos sintéticos, y más en concreto con el fentanilo y sus derivados, la sociedad norteamericana sí se encuentra ante un alarmante problema de salud pública. Algunos autores lo han comparado con la epidemia del VIH/SIDA a finales de los ochenta, lo que no es exagerado considerando la magnitud, extensión y aceleración del problema a lo largo del tiempo. Empecemos con un simple vistazo a los datos disponibles en la web del NIDA (National Institute on Drug Abuse o Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas) de Estados Unidos en relación con la mortalidad por opiáceos1. En el año 2001, se estima que 21.000 norteamericanos fallecieron como consecuencia de sobredosis relacionada con cualquier opioide. La cifra no ha parado de ascender desde entonces. Entre 2017 y 2019, las víctimas ascendían a 45.000 al año. En 2020, más de 68.000. En 2021, 80.000 más. Analizando los datos con más detalle, es posible obtener una información más detallada sobre el problema. Si ponemos la lupa en las sobredosis producidas por opiáceos de prescripción (es decir, aquellos que han causado la muerte a través de una receta prescrita por un facultativo y sin acudir al mercado negro), la tendencia es también sorprendente: las muertes por opiáceos con receta se han multiplicado por cuatro desde el principio de siglo. De 4.000-5.000 fallecidos al año entre 1999-2010 a 15.000-20.000 entre 2011 y 2021. Esta multiplicación significativa y creciente en la última década también se observa entre los fallecidos por sobredosis de heroína: entre 1.800 y 2.000 muertos al año en el periodo 2000-2010 a los 15.000-20.000 en el periodo 2015-2021. En el 80 % de los casos de este exceso de mortalidad, las autopsias o las pruebas forenses detectaron la presencia de opioides sintéticos, en la mayoría de los casos fentanilo o sus derivados. La tendencia también se observa en las muertes relacionadas con el abuso de cocaína, anfetaminas, benzodiacepinas y antidepresivos en la última década. Hubo un aumento similar y alarmante en el número de muertes. En entre el 50 y el 70 % de los casos, nuevamente, se encontraron opioides sintéticos, particularmente fentanilos y derivados. Una posible explicación para estos datos impactantes podría ser que varias sustancias estén presentes en un solo caso. Una prueba positiva de fentanilo no significa necesariamente que esta sustancia sea la única causa de la muerte, ni es una prueba concluyente de que drogas o fármacos estén adulteradas. Este razonamiento es válido Salud verde 84 Evolución de fallecimientos por sobredosis de opiáceos en EE.UU. (Fuente 1) Sustancias involucradas en sobredosis por drogas ilícitas en EE.UU (Fuente 1) “ “ EN NINGUNA REGIÓN EUROPEA LA PRIMERA CAUSA DE MORTALIDAD EN ADOLESCENTES ES RECIBIR EL IMPACTO DE UN ARMA DE FUEGO
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