COMENTARIO JC es como conocemos a Juan Carlos Usó en el universo Ulises. Su nuevo libro lleva el poético título que aplicó el editor (El Desvelo Ediciones), El sol salió anoche y me cantó. El experimento de Viernes Santo. El 20 de abril de 1962 una serie de estudiantes de Teología de la Universidad de Harvard se reunieron y tomaron psilocibina, un hongo psiquedélico. El experimento aspiraba a poder generar una experiencia trascendente, mística, de igual intensidad a la que experimentan los místicos religiosos. “La revista Timepublicó una extensa crónica, en términos muy favorables, sobre el experimento de Pahnke, apoyada por citas de destacados teólogos. El aspecto religioso de la experiencia psiquedélica era incuestionable, así como el poder de ciertas drogas para facilitar la clase de trascendencia o éxtasis experimentada por los santos y por los místicos. De este modo fue como el resultado de tan singular ensayo llegó a oídos de todos los Estados Unidos.” El libro se compone por la historia en sí del experimento y por las opiniones de diversos psiconautas como Dokushô Villalba (maestro budista zen), Raimundo Viejo (profesor universitário), Aura Roig (antropóloga), Antonio Orihuela (poeta), Javier González (notario), Débora González (psicóloga), Vicente Gallego (poeta), J. M. Fericgla (antropólogo), María José Esteve (bióloga), Nuria Calzada (psicóloga), J. C. Bouso (psicólogo clínico), Sandra Borrás (psicóloga) o Marc Aixalà (psicólogo); y, cómo no, Usó nos ofrece setenta y siete notas que corroboran las fuentes de información utilizadas, autores, citas y “un compendio poco menos que obligado… con abundantes referencias bibliográficas”. “Sin extendernos en más detalles, diremos que ocho de los diez estudiantes que recibieron la psilocibina experimentaron una intensa experiencia mística de autotrascendencia, teniendo la sensación de que estaban conectados directamente con Dios, frente a solo uno del grupo de control que describió una experiencia similar. De tal manera, Pahnke llegó a la conclusión de que las experiencias sentidas por estos sujetos fueron idénticas y, por tanto, indistinguibles de los arrebatos o trances místicos clásicos descritos en la literatura.” “Cabe decir, no obstante, que el experimento de Viernes Santo no cayó en el olvido, y veinticinco años después de su materialización, el psicólogo Rick Doblin, fundador de la Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies (MAPS) condujo un estudio de seguimiento de dicho ensayo, en el que buscó y consiguió entrevistar a todos menos a uno de los estudiantes de teología que recibieron psilocibina en la capilla Marsh 7. La mayoría de ellos informó que la experiencia había transformado sus vidas.” “En una entrevista concedida al diario St. Petersburg Times en 1994, el reverendo Mike Young, uno de los diez estudiantes que tomaron psilocibina en 1962, recordó su experiencia como algo inolvidable porque «experimentar la muerte es algo que no se olvida», según afirmó.” “La selección natural se encarga de desechar lo que no sirve. Si estas drogas no fueran heurísticamente útiles, las culturas ya se habrían desprendido de ellas; y, sin embargo, parece que ahora están colonizando el planeta con la nueva cultura psiquedélica. Los impresionantes resultados en psicoterapia y las inversiones multimillonarias que se están haciendo en el desarrollo de estas drogas como medicamentos quizás pueda ofrecer cierta medida sobre su realidad ontológica”, J. C. Bouso. “Bajar a la calle a comprar el pan a primera hora de la mañana puede ser toda una epifanía. Lo que quiero decir es que cualquier experiencia representa una vía de conocimiento y conexión espiritual, siempre que uno la viva desde la atención, con una mente abierta, libre de presupuestos y condicionamientos. Los enteógenos —esto es evidente para cualquiera que los haya consumido— plantean una ruptura abrupta de nuestra rutina psíquica, ponen en serios aprietos a ese constructo mental llamado ego, centran nuestra atención en el presente continuo, revelan el señorío de la consciencia y apelan a la sinceridad inmediata”, Vicente Gallego. Recuerden, hay viernes santos y viernes santos… J. V. 124 Universo Ulises ¡Bravo JC!
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