Cannabis Magazine 234

humedad del aire y su temperatura están íntimamente relacionadas. Por lo que, para evitar el aumento de la primera, tendrás que atender siempre a la segunda. Los intervalos de humedad óptimos para las plantas de cannabis varían en función de la etapa de cultivo en la que se encuentren y sus necesidades de humedad relativa van disminuyendo conforme las plantas se desarrollan: ●Durante la germinación, el nivel de humedad relativa requerido está entre el 80 y 90 % de humedad, siempre y cuando la temperatura durante las horas de luz se encuentre en torno a los 25 ºC y durante la noche alrededor de los 22 ºC. ●Las plántulas jóvenes (también los clones), requieren entre un 70 y 80 % de humedad. ● También un 10 % menos de humedad que las plántulas jóvenes, es lo requerido para el cannabis en fase de crecimiento, es decir, lo ideal sería entre el 60 y el 70 % con temperaturas diurnas entre 22 y 28 ºC y nocturnas de no más de 22 ºC. ●Cuando la floración comience, la exigencia de humedad disminuirá al 50-60 %, con temperaturas mantenidas entre los 20 y 26 ºC (con o sin luz). No obstante, las tres últimas semanas de floración es conveniente que la humedad baje y se aproxime más al 40 %. Si garantizas una temperatura diurna de entre 18 y 24 ºC y nocturna de entre 17 y 20 ºC, evitarás aún más la aparición de hongos. Recuerda la importancia de la asociación de temperatura y humedad. De nada vale cumplir los requerimientos de humedad de las plantas en la fase de crecimiento, si la temperatura durante las horas de luz es muy baja, por ejemplo, de 15 ºC. Provocarás igualmente la aparición de hongos y moho. Ambos niveles han de ser siempre óptimos. Cómo distinguir los efectos de la humedad de los daños de una plaga Si aún no has cosechado, y sospechas de la aparición de humedad, moho, hongos o bichos en tus plantas has de revisarlas con mil ojos. A menudo podemos confundir, como es tu caso, los daños de una oruga al comerse las flores, con humedad. Suele suceder durante la etapa de floración, cuando los tallos están tan saturados de flores y los cogollos están tan prietos que, para atisbar su interior, hay que abrirlos un poco, hacer algo de fuerza. Al estar tan apretaditos, la oxigenación que proporciona el aire no penetra con la misma facilidad. Que las flores no se aireen, sumado a un exceso de humedad (provocado por el rocío, por ejemplo) o una bajada de temperaturas, puede abrirle la puerta primero a los hongos. Un cogollo húmedo se diferencia porque se pone blando, pierde la robustez y el vigor de una planta sana y fresca. Ahora bien, esto puede ser provocado por una oruga. La oruga, voraz devoradora de hojas que aseguran su 45 Rocío (Solar Police, CC BY- SA 4.0, Wikipedia)

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