Cannabis Magazine 236

COMENTARIO Pilar Mata Soriano es autora de varios libros-poemarios en lengua castellana, aun residiendo en París desde hace ya algunas décadas. En la sección Libros / Poesía, ulises. online/poesia, se publicó Polvo sobre arena. En pleno mar marfil, ciego, el cielo, el polvo vuela, ala de arena. Poemario de bibliófilo, edición limitada, numerada, firmada por la autora que viaja desde: “La danza de ceniza”, “A fuerza de ser callado hervía el volcán” y “Fúnebre aullar”, junto a: “Caliente frío helado”, “El gato y el ojo”, “Pálido instante”, “Me lanzo al delirio sublime” o “El arrullo”. Selección de poesías que componen parte del universo de Polvo sobre arenay La caricia de una flecha. “La danza de ceniza” La noche de invierno, un noviembre lacra la semana severa, el termómetro hiela el aliento a las cinco de la tarde. Las candilejas destellan una perversa orquesta de ágatas. Ha anochecido, son las seis. Quien se despierta con la luna de menguante perfil penetra en la hora de la ciudad oscura. Quien no conoce la hora que ora, ignora el bruñir del canto de la alondra. Quien no se despierta de cuarto creciente, desconoce el danzar ceniza del vampiro, la cara oculta de la comisura. “Pálido instante” En cuanto la voz vibra en la escala del acordeón, la resonancia libera la nota, el sentido despliega las alas de arpegio. Se funde, en un tornado de ópera, al tempo el ion, entre re y do. En cuanto la voz despliega las alas de arpegio en una sinfonía de ópera, la garganta libera la brisa, el aire se tensa en bramantes tulipas, los versos sisean, la cadencia se templa se delata el espíritu durmiente de la sombra. En cuanto la voz despliega las alas de arpegio, flota el instante grácil de la ola. El oído ve, la oreja mira, el ángel del tapiz plasma el pudor pálido de la peonía. Versátil es el reflejo trémulo del templo diamantino. Diosa, la Poesía. “Desangelada imprecisión” De ese pozo no sales sola o con los pies por delante, me dijo alguien a quien no escuché. En esta ocasión no me guardaré la convicción en el puño para que se interprete lo que mejor plazca. No me tragaré ni morderé la lengua por ser prudente, elegante, educada y, por los adentros, repetir ufana razón tenía, la vida es despiadada, desangelada. No se arriesga cuando nada se pierde, no arriesgué nada, entonces ganaba, mas perdí, pues nunca desee que juzgaras que era interés lo que me animaba. Equivocarse es siempre un derecho de indistintos botones y diversos ojales. Si el ridículo es bufo, cuando sangra o no sangra, hay que errar mil veces, errando, caer, por el tobogán despeñado. No quiero la llave que valga, mejor equivocarse, no la quiero, la regalo, si te arrancara la venda que cubre tus ojos grandes, desangelada imprecisión. Así se lee y suena este Polvo sobre arena. Poesía no solo para estos tiempos tan revueltos, como siempre… J. V. 124 Universo Ulises Polvo sobre arena

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1