Cannabis Magazine 236

El silicio es un componente que se encuentra de forma natural en el suelo, siendo el elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno, y formando parte de un gran número de minerales. Sin embargo, esto no significa que esté disponible para el cultivo, puesto que la mayoría de las formas químicas en las que se presenta son insolubles y no están disponibles para las plantas. La liberación del silicio contenido en los minerales del suelo es lenta y la inmovilización en el suelo y las extracciones y prácticas intensivas pueden reducir considerablemente su disponibilidad. Esta situación se puede dar como resultado suelos muy lavados, ácidos y con un bajo porcentaje de bases. El silicio no se presenta libre, la forma química más abundante es la de dióxido de silicio o sílice (SiO2), pero tiende a formar silicatos insolubles en forma amorfa y cristalizada, y de estructura muy compleja con magnesio, calcio, sodio, aluminio, etc. La forma soluble que encontramos en el suelo, el ácido ortosilícico (Si (OH)4), se forma muy lentamente a partir de formas insolubles o de compuestos orgánicos, de manera que presenta poca disponibilidad. Así, a pesar de su abundancia, la disolución del silicio desde los minerales del suelo es lenta y su adsorción por el suelo reduce su disponibilidad. Todo ello, junto con otros factores como posibles pérdidas a través de lixiviación y erosión hace que a veces sea necesario aportar silicio para obtener los resultados deseados en los cultivos. Las principales funciones de este elemento son: - El silicio como mejora de la rigidez estructural de tejidos. Refuerza las paredes celulares, mejorando la resistencia mecánica. El silicio depositado en capas protectoras bajo la epidermis no hace que esta sea más dura, pero la hace mucho más homogénea. Por ejemplo, en situaciones de aparición de vientos fuertes, el depósito de silicio aumenta el espesor de la cutina del tallo, así como el tamaño del sistema vascular, evitando así el encamado. Se obtienen plantas más fuertes y elásticas, que nos aseguraran cultivos más robustos y con un mejor comportamiento postcosecha. - El ácido ortosilícico tiene múltiples funciones bioquímicas, como el incremento de la producción de enzimas contra el estrés. - Se produce un efecto de control hídrico y de tolerancia a la sequía. El silicio incrementa la resistencia al estrés hídrico debido a las condiciones ambientales adversas como son heladas, tormentas, falta de luz solar y exceso de agua - También aumenta la resistencia de las plantas frente a la salinidad. Si la salinidad es elevada, con una notable proporción de sodio (Na), el silicio puede tener una función principal aminorando el efecto negativo de este exceso, lo cual nos permitiría poder usar estas aguas de mala calidad. - Aumenta el aporte de oxígeno en las raíces reforzando las paredes de los canales de alimentación de aire, permitiendo así a la planta respirar en suelos saturados de agua. - La mejora del balance de carbono de las hojas. - Defensa contra las fuertes irradiaciones. Se ha demostrado que disminuye los daños de la radiación ultravioleta. Gracias a esto, se paliaría el conocido como “golpe de sol” por los agricultores sobre las plantas, tanto en hojas como en frutos, presentando cierta ventaja en latitudes cercanas al ecuador. Evita quemaduras solares. - Reduce los síntomas de toxicidad de metales. - El silicio participa en la producción de plantas sanas, más resistentes a plagas y enfermedades. Gracias a la aplicación de silicio en la disolución nutritiva, la epidermis no presenta micro fisuras y evita entonces el establecimiento de enfermedades criptogámicas. 40 “ “LA LIBERACIÓN DEL SILICIO CONTENIDO EN LOS MINERALES DEL SUELO ES LENTA Y LA INMOVILIZACIÓN EN EL SUELO Y LAS EXTRACCIONES Y PRÁCTICAS INTENSIVAS PUEDEN REDUCIR CONSIDERABLEMENTE SU DISPONIBILIDAD konstsem (depositphotos) Nutrientes

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