Cannabis Magazine 236

Legalidad del uso recreativo, sumado al surgimiento de otros medicamentos sintéticos como los opioides, los analgésicos o la aspirina, hicieron quedar al cannabis medicinal en segundo plano, pasando a primer plano la política de prohibición del cannabis que culminó con la Ley de Sustancias Controladas de 1970, donde se clasificó al cannabis en la lista 1 como droga con un alto potencial de abuso y ningún tipo de uso médico. A pesar de las restricciones, se vieron los primeros atisbos del potencial de la planta en investigaciones como las de W. O Shanghnessy, que investigó en 1839 el efecto narcótico y estimulante del cannabis en animales, además de la ataxia estática que se presenta con altas dosis en perros. En 1879, se hicieron estudios sobre la utilización de aceite de cáñamo para el tratamiento del cólico y del dolor de tracto urinario. A partir del 2020, parece haberse afianzado el uso de cannabis medicinal en algunos animales domésticos, existiendo ya regulación en algunos países acerca de su uso. Los investigadores Herkenham, Raphael Mechoulam y Mathew E. Miller, entre décadas de 1980 y del 2000, han realizado maravillosos avances en el campo de la medicina veterinaria, habiendo descubierto y analizado a fondo el sistema endocannabinoide humano y animal. El sistema endocannabinoide Hoy en día, todavía tenemos escasez de evidencias científicas acerca del uso de cannabis medicinal en animales. La mayor parte de la información existente sobre los beneficios o problemas que causan los cannabinoides proviene de ensayos experimentales realizados con animales de laboratorios. Los estudios publicados existentes se han centrado en su mayoría en el animal humano o han utilizado modelos experimentales de animales de laboratorio. La presencia del sistema endocannabinoide solo se ha reconocido desde hace tres décadas, por lo que sigue surgiendo nueva información acerca del mismo. Nuestro organismo es una entidad independiente capaz de recibir determinada información del mundo exterior a través de los sentidos, e interpreta y desarrolla esta información recibida en el cerebro, permitiendo así a nuestro organismo interactuar con este. Se ha descubierto que el sistema endocannabinoide está presente en todos los mamíferos, abriéndose novedosos enfoques dirigidos a procesos fisiológicos como: ●El manejo del dolor. ●La terapía contra el cáncer. ●Modulación de los trastornos neurológicos. ●La reducción del estrés. ●Manejo de la ansiedad. ●Ayuda en enfermedades inflamatorias. Actualmente, la mayor parte de la información sobre las acciones de los cannabinoides en animales domésticos está disponible para los perros, pero también es limitada. Los estudios iniciales de las décadas de 1970 y 1980 que utilizaron perros como modelo se centraron en los impactos de THC y, en menor grado, de CBD en humanos. Los primeros estudios proporcionan cierta evidencia de que los perros pueden responder a cannabinoides de formas únicas. 78 Pro_Stocks (depositphotos) “ “ HOY EN DÍA, TODAVÍA TENEMOS ESCASEZ DE EVIDENCIAS CIENTÍFICAS ACERCA DEL USO DE CANNABIS MEDICINAL EN ANIMALES

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1