Cannabis Magazine 240

120 Ayahuasca de rituales La cuestión acerca del origen de la ayahuasca es una cuestión espinosa y controvertida. Y es que, a pesar de los reiterados intentos de ver la sustancia ―obtenida por la decocción de la liana Banisteriopsis caapi junto a las hojas de Psychotria viridis o de Diplopterys cabrerana― como una medicina milenaria en las tribus indígenas americanas, no existe una evidencia arqueológica o iconográfica clara que respalde tal afirmación. Los defensores de la antigüedad prehistórica de sus usos asumen que la invención de la vajilla ―cuya evidencia más antigua se halla en la cultura de Valdivia de Ecuador entre 4400 y 4000 a. C.― es el origen de los usos de la sustancia, aunque esta asunción no está respaldada por ninguna prueba. Mientras tanto la comunidad científica sí parece convenir por mayoría que los orígenes de la ayahuasca están en la Amazonia occidental y, en concreto, se atribuyen a las tribus tukanoides14, que extenderían sus usos hacia el sur. Se han realizado además estudios bioquímicos ―por ejemplo, momias precolombinas han mostrado la presencia de harmina, pero esta puede haberse obtenido de otras fuentes disponibles cuyo consumo es conocido15―, de lingüística ― para rastrear el origen de la palabra ayahuasca―, de musicología ―se han estudiado los ícaros, cánticos usados en los ceremoniales ayahuasqueños―, o de migraciones para aclarar la cuestión; pero, ante la falta de certezas, lo más adecuado, como explica Samorini es considerar que “hasta que no se encuentren documentos arqueológicos válidos y demostraciones de una mayor antigüedad de la bebida de ayahuasca, vale la tesis que ve su origen en el II milenio d. C”, y añade “esto, si no admitimos la de Brabec de Mori la cual no le concede más de 300 años de antigüedad”16. Brabec de Mori opina, por su parte, “que la asunción de uso milenario no puede ser sostenida, simplemente porque sería bastante ilógico en mi entendimiento que los tukanoides hubieran usado un elemento cultural por miles de años inadvertido por otros grupos indígenas que, en tiempos precolombinos, intercambiaron muchas otras ideas intensamente” (Brabec de Mori, 2011). Tanto en lo respectivo a los usos de la ayahuasca como a los de otras sustancias embriagantes de origen vegetal, lo más sabio parece ser, en definitiva, esperar a que aparezcan evidencias que iluminen nuestro conocimiento. Mientras tanto, no podemos olvidar que las hipótesis, si no se fundamentan con evidencias indiscutibles, siguen siendo hipótesis. Hipótesis y teorías. No certezas. Pensamiento psiquedélico Vasija de la cultura Valdivia (Alfredobi, CC-0, Wikipedia) Banisteriopsis caapi, en Ecuador (Terpsichore, CCBY-SA 3.0, Wikipedia) “ Referencias 1. Juan-Tresserras, J. (2000) “La arqueología de las drogas en la Península Ibérica. Una síntesis de las recientes investigaciones arqueobotánicas”, Complutum, 11, pp. 261-274. 2. Samorini, G. (2016). “Las fechas más antiguas de la relación humana con las drogas”, Cultura y Droga, 21, pp. 91-113. 3. Para más información: bit.ly/39vb5RY. 4. Liu, L. et al. (2018) “Fermented beverage and food storage in 13,000 y-old stone mortars at Raqefet Cave, Israel: Investigating Natufian ritual feasting”, Journal of Archaeological Science: Reports, 21, pp. 783-793. 5. Para más información: bit.ly/321aFQv. 6. Para más información: bit.ly/38BodVp. “ A PESAR DE LOS REITERADOS INTENTOS DE VER LA AYAHUASCA COMO UNA MEDICINA MILENARIA EN LAS TRIBUS INDÍGENAS AMERICANAS, NO EXISTE UNA EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA O ICONOGRÁFICA CLARA QUE RESPALDE TAL AFIRMACIÓN

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