El paso previo: la germinación Al proceso por el cual una semilla eclosiona, desarrollándose y convirtiéndose en una planta, se le conoce como germinación. Este tiene lugar solo en simientes viables, es decir, aquellas que están vivas y cuentan con la capacidad de germinar. Además, es completamente irreversible y no se puede detener una vez que ha comenzado, por lo que solo tiene dos posibles finales: la muerte de la semilla o la culminación exitosa del mismo, que se traduce en el nacimiento de una nueva planta. La germinación, aparte de una semilla viable, requiere de una serie de condiciones ambientales para desencadenarse. Este proceso se inicia con la rehidratación de los tejidos, por lo que es fundamental que las simientes estén mojadas. Sin embargo, dado que estas están vivas, también necesitan aire para una correcta respiración celular. Por ende, no debemos mantenerlas sumergidas mucho tiempo, un día como máximo, ya que el agua estancada es pobre en oxígeno. La temperatura también tiene una gran importancia en este proceso, ya que puede acelerarlo o ralentizarlo. Idealmente, debe mantenerse entre los 21 y 24 °C. Finalmente, en lo referente a las condiciones internas de la semilla, la madurez y estado de conservación de esta son de suma importancia. Esta debe de estar bien formada porque, en caso contrario, no germinará. Asimismo, si está muy envejecida por una mala conservación, su germinación será mucho más difícil. Lo ideal para conservar las semillas que no vayamos a usar es guardarlas en la nevera, en un lugar donde no se forme hielo. De este modo, pueden llegar a aguantar unos tres o cuatro años. Existen varios métodos de germinación y todos son relativamente sencillos: ● Sumergir la semilla: esta se mantiene en agua durante unas 24 horas y posteriormente se traspasa a un semillero con tierra o sustrato. Las semillas jóvenes germinan muy bien con este método, aunque a las más viejas les cuesta un poco más rehidratarse. Para ayudar Cursos CM 32 El cultivo en maceta requiere un sustrato esponjoso y aireado “ “ EN EL CULTIVO EXTERIOR NO ES RECOMENDABLE DEJAR LAS PLANTAS A LA INTEMPERIE SIN MÁS, ESPECIALMENTE SI VAMOS A CULTIVAR EN TIERRA MADRE
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