Cannabis Magazine 248

106 en esa posición). Trump comenzó con este formato televisivo en el año 2004 y estuvo en él hasta el año 2015; y seguramente hubiera seguido allí de no haber sido porque debido a retahílas de comentarios racistas que había realizado —una vez ya que se había destapado que pensaba competir por la presidencia del país— la cadena que emitía el concurso, la NBC, se vio forzada a expulsarle y poner en su lugar a otro “monstruo” (nunca mejor dicho) de la pantalla: el actor y antiguo gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. La victoria de Trump, en 2016, que dejó a medio planeta boquiabierto —incapaces de creer que semejante fantoche pudiera hacerse con el poder en la Casa Blanca— terminó haciendo algo peor: evitó que el Partido Republicano buscara entre sus filas personajes válidos (en todos los aspectos) que pudieran sustituir a Trump llegado el momento, porque no había que olvidar que Trump no es un republicano de origen, sino que ha pasado por todos los colores políticos del espectro de los Estados Unidos. Para quien esto le sorprenda, tenga en cuenta el lector que el propio Trump es una de las personas que — en el pasado— había financiado a su actual rival en estas elecciones, Kamala Harris, en sus ascensos políticos y laborales, cuando fue adquiriendo peso trabajando como fiscal hasta llegar a ser la fiscal general de California. Ambos son viejos conocidos, aunque ahora hagan como que no tienen un pasado juntos... ¡Del amor al odio solo median unas elecciones de nada! Como decíamos, la noche llegó y pasó lo que todos ya sabemos: Trump se comió todas las encuestas que daban un tibio empate técnico, y se llevó por delante a una Kamala Harris que —aunque había montado una fiesta con sus seguidores en un campus universitario que usaba como cuartel general— se negó a salir a dar la cara esa noche (el tortazo había sido muy grande). Finalmente, y tras repartirse los compromisarios electorales de los estados ganados por cada uno, Kamala Harris había obtenido 226 compromisarios, muy lejos de los 270 necesarios para ganar, mientras Trump había arrasado con 312 compromisarios y una victoria tan clara que pudo salir a celebrarlo antes de que hubieran sido dados por válidos los datos oficiales (la diferencia se lo permitía). Había otros candidatos (¡oh, sorpresa!) aunque seguramente no habría ni un 0,01 % de personas que lo supieran, y eran Cornel West, como independiente; Chase Oliver, del Partido Libertario; Jill Stein, del Partido Verde, y Claudia de la Cruz del Partido para el Socialismo y la Liberación. No hay que olvidar a Robert Kennedy, que se presentaba como independiente, pero a final del verano retiró su candidatura y se dedicó a apoyar a Trump. Posiblemente por ello ha sido premiado por el futuro presidente nominándole secretario de Salud y Servicios Humanos, siendo precisamente un controvertido negacionista del COVID y conocido antivacunas. ¿Y ahora qué? Pues ahora, de momento, Europa empieza a temblar, porque ya conoce a este pirado y es consciente de los planes que ha propuesto en su campaña: subidas de aranceles brutales (tanto como para poder eliminar, según él, el impuesto sobre la renta a los ciudadanos) que nos llevarán a una situación de guerra comercial, o ruptura de los paradigmas de defensa global que han regido hasta ahora las relaciones en el mundo, desde la creación de la OTAN. Sobre este punto, cuando le han preguntado qué haría si un país no destina tanto dinero a defensa como él quiere que sea destinado, no ha tenido problema en dejar claro que si es atacado no moverá un dedo por defenderlo y, para más inri, que incluso animaría a sus enemigos a que le atacasen dejándoles claro que él no les iba a defender. Esa es la nueva diplomacia con la que va a tener que lidiar Europa. Tanto que podemos empezar a preguntarnos si nuestro enemigo está al este o está cruzando el Atlántico. Reportaje Joe Biden, despidiéndose con la mano de su breve cargo de presidente “ “ ANTES DE ACABAR LA NOCHE, LA NOTICIA YA ERA IRREVERSIBLE: KAMALA HARRIS OBTENÍA 226 COMPROMISARIOS, MUY LEJOS DE LOS 270 NECESARIOS PARA GANAR, MIENTRAS TRUMP YA HABÍA ARRASADO CON 312

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