119 estanques. Produce de una raíz muchas hojas […]Esta seca y bebida con vino, es útil al flujo celiaco, y disentérico, y resuelve la hinchazón del bazo. Aplicada con pez, sana la tiña”. Y añade: “Bébese también contra los sueños venéreos, porque los reprime y ataja; y bebida muy a menudo en poco tiempo vuelve cabizbajo y sin brío, aquel miembro que honestamente no se puede nombrar. Tiene la misma facultad, la simiente bebida”. Y como atestigua, el loto era también usado por otros efectos, como el narcótico para inducir el sueño: “embotan los apetitos venéreos, y detienen el flujo espermático. El zumo de las hojas aplicado en la frente y sienes es provocativo de sueño[…] da grandísimo refrigerio al cuerpo febriciante y refocila con dulce sueño, así los vitales espíritus, como los animales”2. Asimismo, gracias a fuentes escritas como el Papiro de Ani o Libro de la Muerte, hemos llegado a tener constancia de la función del loto en rituales de carácter extático, pues en diversos capítulos del libro es mencionado y representado siempre relacionado con rituales mágico-religiosos. No obstante, no ha sido sino el aislamiento del psicoactivo apomorfina de las especies de la Nymphaea el que ha dotado de argumento químico a la especulación de que pudiera haber sido usado como alucinógeno3. Este argumento parece ganar más credibilidad si nos fijamos en las evidencias artísticas. Afortunadamente, contamos con algunas representaciones pictóricas del loto que pueden resultar aclaratorias. Entre ellas, son especialmente representativas aquellas manifestaciones en que el loto, aparece como compañero de la mandrágora y la adormidera, otras dos plantas con poder psicoactivo ya antes aquí tratadas: “La mandrágora, el loto y la adormidera están presentes en una escena grabada en el trono de Tutankamón. El ritual funerario, incluyendo los ornamentos y los enseres con que se dotaban las tumbas de las Dinastías del Imperio Nuevo, muestra la presencia frecuente de mandrágoras y amapolas rojas de gran tamaño”. Pero no solo las pinturas aluden a estas plantas mágicas. El ajuar del difunto Tutankhamon tenía algún regalo alucinógeno más, quizás para el viaje que le esperaba: “En el anexo de la tumba de Tutankhamon se hallaron diversos cestos llenos de bayas de mandrágora que habrían sido destinadas a satisfacer las necesidades del rey durante su vida en el Más Allá. También en una tumba de la XVIII Dinastía perteneciente a un alto oficial de Menfis, llamado Maya, se ha encontrado una jarra que según la inscripción que portaba contenía dos litros de una poción aceitosa, uno de cuyos ingredientes era la mandrágora” (bit.ly/3ba7QSv). Quizás, esa poción aceitosa se había elaborado también con loto. Muchos expertos creen que el loto podría haberse utilizado como ingrediente principal para hacer licor narcótico. Su fragancia era también muy deseada. Como recuerda Pardo Mata en su estudio El perfume en el Antiguo Egipto los egipcios elaboraban perfume con las flores de loto: “Los pétalos y el centro de las flores de loto blanca y azul –Nymphaea– se aplastaban para obtener una pasta perfumada que se mezclaba con miel. La recogida de los pétalos se realizaba al amanecer ya que desprendían un delicioso aroma en el aire cálido del valle del Nilo y, que, continuaba, durante largo tiempo, cuando se añadía aceite purificado”. Estos perfumes eran usados, por ejemplo, en la limpieza doméstica: “Las casas se fumigaron con contenedores de agua y pétalos de flores para purificarlas”4. Sema-Tauy (Karen Green, CC BY- SA 2.0, Wikipedia) Relieves del templo de Aswan con loto y papiro (hewy, CC BY- SA 2.0, Flickr) “ “ SON ESPECIALMENTE REPRESENTATIVAS AQUELLAS MANIFESTACIONES EN QUE EL LOTO APARECE COMO COMPAÑERO DE LA MANDRÁGORA Y LA ADORMIDERA, OTRAS DOS PLANTAS CON PODER PSICOACTIVO
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