Hola amigos de Cannabis Magazine. Soy Jordi, de Tarrasa.
Lo primero felicitaros por la revista, la compro todos los meses desde hace cosa de tres años y me ha resuelto multitud de dudas y me ha informado de muchas cosas que desconocía por completo.
Os escribo por un problema que tengo con cultivo de plantas autoflorecientes en interior. Dado que soy un amante del cannabis medicinal, con altos contenidos de CBD, he decidido cambiar mis cultivos de interior de índicas a autoflorecientes. Uso bajo consumo, sustrato light y abono específico para este tipo de plantas y aún así me sigue pasando en muchos ejemplares el típico efecto de “hoja de garra” que es síntoma de sobrefertilización.
No empiezo a abonar hasta que las plantas no comienzan a florecer. Esto pasa normalmente entre la segunda y la tercera semana. Siempre abono menos veces y con una cantidad inferior a la recomendada por el fabricante. Y con aún así nada.
Soy consciente de que esto merma mi producción y debido a las horas de luz que conlleva cultivar cannabis autofloreciente estoy empezando a pensar que no me sale a cuenta por mucho que me guste su efecto, más suave y llevadero para la mente.
¿Podéis ayudarme?

Jordi, lo primero en nuestro caso es darte las gracias por todos tus halagos y por acudir a nosotros para solventar tus dudas.

Yo también soy un amante de los cultivos medicinales y, según pasan los años, me distancio más y más de genéticas sativas o con altos contenidos de THC. Reservo el consumo de estas plantas para momentos puntuales, como tocar algún instrumento o compartir un rato entre amigos, de copas, mientras que uso las otras para la cotidianeidad.

Entiendo, por toda la información que nos das, que ya has intentado resolver el enigma a través de otros canales y, para serte sincero, no se trata de un tema sencillo.

Aunque muchos de nosotros somos cultivadores, criadores e investigadores de estas nuevas genéticas, nos topamos constantemente con ciertas sorpresas puesto que la la crianza y selección de autoflorecientes son hechos muy novedosos y carecemos de información debido a la ilegalidad o irregularidad del cannabis en la mayoría de países que están comercializando dichas genéticas.

Pero vayamos al grano. Aunque existen personas que recurren a enzimas o a intentar la absorción de nutrientes de otras forams, yo creo que el problema que nos comentas radica más en el origen Cannabis Sativa subesepecie Rudelaris de tus híbridos autoflorecientes que en ninguna otra cosa. Te recuerdo  que esta subespecie de cannabis proporciona los genes automáticos a las plantas comercializadas como autoflorecientes.

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Lo que ocurre con las plantas Rudelaris es que se caracterizan por crecer y florecer en situaciones con una escasez total de nutrientes, con sustratos secos e intratables o, incluso, en pedregales o cunetas. Véase como ejemplo la típica imagen de una planta Rudelaris floreciendo en una cuneta de la estepa rusa, mientras un camión pasa por una carretera en segundo plano.

Por todo lo que me comentas en tu consulta entiendo que has buscado información. Aunque no vendría mal un poco más, parece que todos los pasos que llevas a cabo son correctos.

Cabe advertirte que algunos ejemplares tendrán más tendencia Rudelaris y, precisamente por eso, apenas necesitarán ser abonados a lo largo de su ciclo vital.

Con las variedades que están saliendo al mercado recientemente (después de varias generaciones de cruces, test y comercializaciones) ya es mucho menos común que ocurra esta sobrefertilización puesto que parece que los genes no autoflorecientes empiezan a hacer mella y las plantas aguantan mucho mejor el abonado.

Jordi, ¿la solución lógica a tu problema?: En cuanto veas algún síntoma de sobrefertilización lava las raíces del ejemplar en cuestión y deja de abonar por completo a no ser que la planta lo demande.

Aunque creas que estos ejemplares producirán menos al no ser abonados, desde una perspectiva biológica es más bien al contrario. Me explico. Si la planta no está preparada para absorber esa cantidad de nutrientes, las sales se acumularán en las raíces y se producirán efectos derivados de la sobrefertilización. Véase como ejemplo las hojas en forma de garra de las que habla Jordi, un color verde oscuro en las mismas, raquitismo, escaso desarrollo radicular, etc. y esto, a su vez, producirá u descenso en el crecimiento de la planta y la cantidad de flor.

Por el contrario, si la planta se desarrolla de forma adecuada en un sustrato donde apenas hay nutrientes, alcanzará un estado óptimo al no ser abonada, produciendo la cantidad de flor para la que está preparada, siempre y cuando se le proporcione un aporte lumínico suficiente.

A propósito de la luz, otro de los factores de cultivo que comentas es el uso de bajo consumo. Aunque me parece apropiado para estas genéticas, estoy seguro que mermará ligeramente tu producción. En floración podrás usar un máximo de 250 vatios de CFL y, lo digo por experiencia propia, te quedarás un poco corto.

Aunque se trata de un desperdicio desde la perspectiva del cultivo en interior (sería mucho más provechoso usar esta energía en ejemplares no automáticos) hay unas lámparas de sodio que proporcionan un espectro específico para plantas autoflorecientes. Esta sería la mejor opción, aunque no la más económica.

Para que tanto tú, Jordi, como nuestros lectores os hagáis una idea de cómo planteamos nosotros este tipo de cultivos os voy a poner un ejemplo práctico. En nuestro caso, hemos realizado varios cultivos de seis ejemplares autoflorecientes en armarios de 60x60x140 centímetros. Hemos usado 125 vatios de CFL para crecimiento durante las dos o tres primeras semanas. 150 o 200 vatios de CFL de floración para las dos o tres siguientes y 250 vatios de sodio para el resto del ciclo vital. Los ciclos de luz pueden variar según gustos o genéticas, pero lo recomendable es entre 18 y 20 horas de luz ininterrumpidas. La combinación de estos factores nos ha permitido obtener las mejores producciones con plantas autoflorecientes en interior.

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Basta con trasplantar las semillas germinadas directamente a su maceta final, de unos 7 litros. Deberemos usar, como bien indica Jordi, sustrato con un bajo aporte de nutrientes y regar con un poco de enraizante durante los primeros días. Esperar un par de semanas y comenzar a abonar con algún fertilizante específico para plantas autoflorecientes. Parar el abonado unos diez días antes de la cosecha y voilà, tendremos nuestro cultivo de autos en interior optimizado de una forma fácil y relativamente económica.

Es indudable que uno de los principales problemas que plantea el cultivo en interior de variedades autoflorecientes son la cantidad de horas de luz que necesitan para alcanzar el final de su ciclo vital en las mejores condiciones posibles. Esto hace que, o eres un fanático total de las autos, o te merezca la pena que hacerte con genéticas que tienen una clara tendencia a producir fenotipos con altos contenidos de CBD, llevando a cabo un cultivo medicinal en el que, precisamente, se le da prioridad a la obtención de este cannabinoide, en lugar del THC.

Nosotros seguimos cultivando autoflorecientes en interior a través de diversos métodos, pero se trata de una pasión y un afán de investigar y comparar resultados, no de obtener un cultivo rentable. Ni el sodio, ni el LED, ni mucho menos los CFL de bajo consumo, podrán ofrecer una producción acorde al gasto, por bajo que este sea y a pesar de terminar antes. Por ahora, nunca rentabilizaremos el tiempo, dinero y espacio que invertimos en cultivar estas plantas, llenas de potencial. Potencial que se canalizará, nosotros estamos totalmente seguros de ello, pero requerirá de cierto tiempo en materializarse.

En cristiano. Que sale muchísimo más rentable dejar las genéticas autoflorecientes para exterior y realizar otros cultivos en interior como, por ejemplo, el de las variedades ricas en CBD arriba descritas, en un espacio reducido y con un consumo de energía muy bajo, obteniendo producciones abundantes o muy abundantes, dependiendo de la inversión económica que queramos hacer en extracción.

Espero haber arrojado un poco de luz sobre este tema tan complejo Jordi y aprovecho para advertirte de que, seguro, existen muchas otras perspectivas argumentadas al respecto, diferentes a la mía, puesto que se trata también de un tema que es del todo novedoso.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.