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White Rhyno: una verdadera joyita

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En esta ocasión he elegido para comentar una de las que a mi juicio es una verdadera maravilla. Efectivamente la White Rhyno (rinoceronte blanco en castellano) es sencillamente deliciosa y de contundente efecto tanto fumada como en vaporizador e ingerida.

Analicemos las claves de su cultivo aunque ya os aseguramos que es fácil de manejar e ideal tanto para cultivadores noveles como expertos.

No conocemos su potencial en exterior aunque es de esperar que sea igual o mejor que en interior. Sin embargo, nos vamos a concentrar en su cultivo indoor. Con unos mínimos cuidados nos sorprenderá ya que sus cogollos son de lo mejor que se puede ver en el mundo cannábico.

La planta que os mostramos fue cultivada bajo una lámpara de sodio de 600 vatios. Mi experiencia me dice que usar menos vataje es una verdadera lástima ya que los cogollos de la WR son grandes consumidores de luz y tan sólo obtendremos cogollos repletos de cristal blanco de esta manera. No es que no se pueda hacer con 400 vatios pero el incremento de 200 vatios nos proporcionará excelentes resultados. Resultados de esos que salen en los catálogos de los bancos de semillas más reputados. Son cogollos con los que te pringas de resina con el más mínimo roce. De hecho, el día de su manicura acabé con las manos repletas de charas. Tan pronto acabé cogí un cúter y retiré toda la resina de mis manos y me hice dos porros que jamás olvidaré. ¡Canela fina!

Se partió de semillas. Normales; sin feminizar. El ratio de germinación fue casi del cien por cien y el ratio de hembras fue del 40%; lo habitual según mi experiencia. Una vez sexadas las plantas, las hembras fueron colocadas en macetas de 7 litros. Es un tamaño ideal para interior. Más grandes ocupan demasiado espacio, lo cual es una pérdida de productividad ya que podemos poner menos plantas. Y más pequeñas lo mismo, ya que las plantas crecerán poco. Hay que tener en cuenta esto ya que os aseguro que si ponemos dos esquejes clones, de la misma planta madre y por lo tanto con idéntica genética en macetas de distinto tamaño la que más se desarrollará será la que esté en la más grande. No tiene que ver con el tiempo de vegetativo, que también, sino con el tamaño de la maceta. Las plantas tienen inteligencia. Esto es un fenómeno demostrado y de hecho la comunidad científica no se explica por qué no tienen un cerebro siendo tan inteligentes. ¿Cómo se desarrolla esta inteligencia? Es un misterio por resolver. Por lo tanto, la planta, a través de su sistema radicular, estudia el tamaño disponible del contenedor en el que tendrá que desarrollarse y crece en consecuencia más o menos dependiendo del tamaño de la maceta. Por lo tanto 7 litros es un buen tamaño para partir de semillas a las que daremos 3 semanas de vegetativo a 18/6. De esta manera obtendremos unas White Rhyno de algo más de un metro de altura y de firmes y compactos cogollos.

El substrato es determinante al cien por cien. Cultivar marihuana en una mala tierra es la mayor tontería que se puede cometer. Creedme; no vale la pena por ahorrarte un dinero. Al final lo pagarás en forma de plantas mucho más pequeñas y de mala calidad. En esta ocasión se usó Light mix, de la firma Atami. Al usar esta tierra ligeramente fertilizada podemos abonar mucho más a fondo. Esta tierra contiene tres elementos que hacen que el cultivo sea mucho mejor. En primer lugar lleva perlita. La perlita nos permite airear el substrato; oxigenarlo. El oxígeno es vital para la salud de las raíces y por ende de la planta.

También lleva vermiculita que sirve para estabilizar el ph, fundamental para el buen cultivo. Los abonos tienden a bajar el ph del medio en que se cultiva y de esta manera es normal encontrarte con un ph demasiado bajo al final de la cosecha. La vermiculita evita este problema.

Y por último incorpora una sustancia del tipo agrosil que estimula mucho el crecimiento de las raíces, también esencial para que la planta crezca más y mejor; con más salud. En definitiva lo importante es usar un muy buen substrato. Dejaos de chapuzas tales como coger tierra del jardín y otras barbaridades propias de cultivadores noveles. ¡Hay que tener todo bien atado!

El abonado: tema importante donde los haya. Antes de explicar cómo se abonó esta WR vamos a aclarar algo y dar una norma esencial y básica. Una marihuana necesita de mucho abono para dar esos resultados espectaculares que tanto nos gustan. Pero abonar mucho es abonar muchas veces con muy poca cantidad. Hay quien pudiera argumentar que da lo mismo abonar menos veces con más cantidad de abono. ¡Para nada! ¡No es lo mismo! Hay que abonar muchas veces pero siempre con menos cantidad de lo que nos recomienda el fabricante. En primer lugar porque los consejos del fabricante están pensados para agua osmotizada, completamente pura. Si no es tu caso olvídate de seguir los consejos al pie de la letra. Esta WR fue regada con agua de la Comunidad de Madrid; una de las mejores aguas del mundo. ¡Y no exagero! Si al agua de Madrid la dejamos reposar 24 horas para que el cloro se evapore tendremos agua casi osmótica.

Usamos Biobizz, tanto para crecimiento como para floración. Y, por supuesto, durante la floración se combinó el Biobloom con el Top Max. Es decir, si en un riego se usaba Biobloom en el siguiente Top Max y así sucesivamente hasta llegar a los últimos 10 días en los que no se abonó en absoluto para limpiar las raíces de restos de sales metálicas que podrían dejar un mal sabor el la hierba a la hora de ser fumada.

Insisto mucho en lo abonar menos de lo recomendado. No obstante esta WR fue abonada siguiendo criterios de electro conductividad, que es la mejor forma de no equivocarse. Durante el principio de la floración se llegó a 1,00 milisemens mientras que ya más entrada la época se llegó hasta 1,6 milisiemens. Nunca se sobrepasó esta cifra. Creedme que es más que suficiente al menos para esta variedad. Otras variedades son más comilonas, al igual que otras lo son menos. Pero a la WR estas cifras le van de PM.

Es una planta de tremendo colocón. Aunque es un híbrido entre sativa e índica lo cierto es que su parte índica sobresale más y, por lo tanto, el colocón es extremadamente relajante muscular. Los músculos de la cara se te caen literalmente. Por lo tanto no la aconsejo para realizar actividades que impliquen reflejos. Por supuesto olvidaos de conducir un coche o de ir a trabajar en la construcción. Aunque esto es válido para cualquier marihuana es todavía más importante cuando se trata de la WR. ¡Es un rinoceronte! Yo la veo perfecta para cuando te apalancas en el sofá por la noche antes de dormir. O para personas que tengan problemas a la hora de conciliar el sueño. Te fumas un petardo a las 11 de la noche y duermes 8 horas como un bebé. Te levantas como nuevo aunque es posible que antes de irte a dormir desvalijes la nevera. ¡Da un hambre impresionante! Este es a mi entender su peor rasgo ya que puedes llegar a ganar 5 kilos de peso en un mes como te dediques a fumar WR durante todo el día.

En cuanto a su productividad es una planta media. No he calculado cuánto podría dar por metro cuadrado ya que tan sólo se cultivaron 4 plantas. No obstante cada una produjo alrededor de 100 gramos, lo cual está más que bien. Sin embargo, insisto en que los cogollos, al ser tan resinados, valen su peso en oro. Ya he dicho que con manicurarlos se te quedan las manos negras de resina. Por lo tanto, la cantidad que pones en un porro es mínima. Y esto es de tener en cuenta ya que otras plantas pueden ser más productivas pero si al final tienes que poner mucha cantidad en cada porro… ¡lo comido por lo servido!

Los cogollos fueron secados en una habitación en casi total oscuridad y con ambiente muy seco. De hecho para secarlo más todavía se puso un ventilador enfocado hacia una pared (nunca directo hacia las plantas) durante 12 horas al día (por la noche). En 10 días las plantas se secaron totalmente y fueron pasadas a cajas de cartón donde se curaron durante dos meses. Y por fin… ¡a fumar! No os olvidéis del curado. Siempre digo, y lo vuelvo a repetir, que una planta mediocre bien curada se convierte en una marihuana de primera calidad y que una excelente planta sin curar pierde mucho potencial. Haced la prueba. Fumad una maría nada más secarla y veréis que no es gran cosa. Curarla durante tres o cuatro meses y volvedla a probar. ¡Qué diferencia!
Hasta la próxima, lectores de Spannabis Magazine.

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