Este será un artículo dedicado a las pautas básicas que debemos seguir a la hora de introducirnos en el maravilloso mundo de la canabicultura, analizaremos paso por paso todo lo necesario para que nuestras “niñas” lleguen a buen puerto y nos permitan deleitarnos con su variedad de sabores, olores…
Lo primero que debemos tener en cuenta es el espacio que destinaremos para el cultivo, yo uso un armario Dark Room de 1.20·1.20·2.00, en el cual cultivo hasta 15 plantas con un foco hps de 600w, con una producción media de 500 g. por cosecha, suficiente para mi consumo. También podemos usar una habitación entera pero considero que para un cultivador principiante un armario de cultivo es lo ideal.
Una vez que tenemos elegido el espacio de cultivo y sus dimensiones pasaremos a montar todo el instrumental necesario para cultivar.
Instrumentos necesarios.
Focos: Lo más recomendable son lámparas HPS (crecimiento-floración), podemos encontrarlas de 250w, 400w, 600w, 1000w, yo uso las Agrolite por su larga duración. El foco simula nuestro Sol en el ecosistema que vamos a crear, mantendremos una distancia entre 30cm y 50cm con la finalidad de evitar que nuestras “niñas” se chamusquen, las puntas de las hojas son las primeras en indicarnos que debemos subir el foco, ya que estás se quemaran si el foco está demasiado cerca.
Extractor: El extractor nos expulsará todo el aire viciado del armario, según las dimensiones del armario de cultivo tendremos que poner un tamaño u otro. Deberemos ponerlo en la parte alta del armario ya que el calor tiende a subir.
Intractor: El intractor hará todo lo contrario que el extractor, nos introducirá aire limpio en nuestro cultivo. Este lo colocaremos en la parte baja del armario, así crearemos un flujo de aire continuo, también podemos reforzar este flujo con algún ventilador dentro del armario, estos son especialmente útiles cuando hace demasiado calor, ya que el aire se vicia mucho más rápido en verano.
Reflector: Como su nombre indica, es el instrumento destinado a reflejar la luz del foco hacia nuestras plantas. Podemos encontrar una amplia gama de reflectores en el mercado, desde los más sencillos por 20 euros, hasta los más complejos por 200 euros.
Temporizadores: Con este aparato controlaremos el fotoperiodo de las plantas, sumándole o restándole horas de luz según nuestras intenciones. Lo más común es usar un ciclo de 18/6 (18 horas encendido y 6 apagado) en crecimiento y 12/12 en floración. También nos permitirá tener encendido o apagado el resto de nuestro equipo.
Medidores: Usaremos un aparato con el cual mediremos la temperatura y humedad de nuestro armario, así como otro para medir el pH y la Ec (electro conductividad) del agua que usaremos para regar.
Estos son los instrumentos necesarios para hacer un cultivo de interior, ya solo nos queda comprar una buena tierra para nuestras “niñas”, esta se podrá comprar en empresas especializadas en el cultivo de marihuana, esto será suficiente para proporcionar un buen sustrato a las plantas. Después elegiremos el tamaño de las macetas (recomiendo macetas de 7l a 10l), y lo más complicado, la variedad de marihuana que sembraremos. Las variedades índicas son las más recomendables para cultivadores principiantes ya que son más resistentes y los periodos de floración son más cortos, por tanto no necesitan de tantos cuidados. Una vez lo tenemos todo preparado pasamos a la parte de cultivo. Con la finalidad de que el artículo sea más ameno dividiremos esta parte en cuatro secciones.
1. Germinación
Una vez tenemos las semillas germinadas, tenemos dos opciones. Plantar las semillas en su tiesto definitivo o ponerlas en unos tiestos pequeños unos 10 días para que las semillas desarrollen las raíces y nos sea más fácil controlarlas, en cualquier caso las meteremos en nuestro armario con un periodo de 18/6, es decir 18 horas de luz y 6 de oscuridad, bajo una intensidad lumínica generada por una bombilla HSP o simplemente unas bombillas de luz blanca de bajo consumo, ya que para los primeros días de las plantas es más que suficiente. Una vez que las plantas han desarrollado algunas hojas y unas buenas raíces las trasplantamos a su tiesto definitivo. Es recomendable durante estos 10 primeros días ayudar a nuestras niñas con algún estimulador radicular. Hoy en día existe una amplia gama de abonos de todo tipo que funcionan estupendamente, yo trabajo con la marca HESI, pero para gustos los colores, o eso dicen. Siguiendo estos pasos, seguramente en unos días tendremos unas plantitas con su par de hojas reales pidiéndote alimento y lúmenes, que les serán proporcionados durante la fase de crecimiento.
2. Crecimiento.
Básicamente debemos mantener nuestro espacio de cultivo con una humedad relativa del 70%, algo difícil al principio, ya que las plantas son pequeñas, pero que se irá solucionando a medida que las plantas crezcan, una de las maneras es pulverizar agua a las plantas, de esta manera estarán siempre frescas y húmedas. Vamos, lo necesario para crecer.
Otro punto a tener en cuenta será la distancia a la que pongamos el foco. Aquí debemos ir con cuidado ya que, si lo acercamos mucho, las plantas se nos quemarán, pero si lo alejamos demasiado las plantas pegaran un estirón bastante drástico hacia arriba buscando la luz. Esto no nos interesa ya que nos provocará un espacio vacío entre los nudos que nos perjudicará, afectando a la producción. Lo ideal es tener el foco a unos 40 cm y esperar a que las plantas nos hablen, si las puntas se queman ligeramente subiremos el foco unos centímetros, si no, pues estupendo.
Básicamente la idea es pasar los días de esta manera, regando cuando sea necesario, pulverizar mucho, y si vemos que las hojas tienen un verde muy pálido le administraremos una vez a la semana algún abono con alto contenido en nitrógeno, que es mano de santo para el crecimiento de las plantas. Cuando veamos que nuestras niñas han sacado las primeras pre flores (mundialmente conocidas como “El pelito”), pasaremos de un periodo de 18/6 a 12/12 horas de luz, para comenzar la esperada fase de floración.
3. Floración
Durante las dos primeras semanas de floración seguiremos pulverizando diariamente y abonando con crecimiento ya que, aunque hayamos disminuido las horas, las plantas aun pegarán un último estirón, siendo este capaz, en ocasiones, de doblar su tamaño, por ese motivo debemos controlar el crecimiento de las plantas y no pasarnos, ya que en estas dos primeras semanas el crecimiento es espectacular.
A partir de la tercera semana dejaremos de pulverizar diariamente para evitar que la humedad relativa ascienda mucho, ya que en esta fase contra menos humedad mejor, seguramente ya podremos apreciar las primeras flores y es en este momento, es cuando podemos empezar a administrar abono de floración, yo recomiendo la marca HESI para todo el ciclo ya que sus líquidos contienen un corrector de acidez que nos deja el agua bastante óptima para la asimilación de nutrientes, algo estupendo para principiantes.
En el caso de plantas sativas la floración de alargará seguramente entre 11 y 12 semanas, la idea de cultivo es la misma simplemente que abonaremos hasta la semana 10 en vez de la semana 7, y el resto de días limpiaríamos raíces. Aunque yo recomiendo empezar con variedades índicas, ya que son más sencillas de cultivar.
4. Secado
Un correcto secado es esencial para disfrutar de un buen producto, ya que si secamos mal los cogollos perderán calidad, en olor, sabor…
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.