Cannabis Magazine 215

85 irónico en esta idea, pues el PNSD insistía en este tipo de enfoque en su campaña de 1996: “tener un hijo cambia la vida, perderlo aún más”, decía el eslogan que, tanto en su formato físico como en video, mostraba un sonriente bebé recién nacido con fondo blanco seguido de unos padres vestidos de luto y con gesto triste4. En aquella época no había Twitter, pero el objetivo de aterrorizar a los padres de familia con una idea que ocupa menos de una línea se conseguía de forma brillante. En el primer artículo de esta serie decíamos que es importante no caer en la trampa de juzgar elementos del pasado con la perspectiva actual. Así, es posible que estas campañas que resultan exageradas a día de hoy hubieran estado justificadas en el contexto sociocultural de aquel momento. Estas campañas coinciden con los momentos más duros de la epidemia del VIH-SIDA asociado al hábito de compartir jeringuillas en el consumo intravenoso de heroína. España era el país europeo conmayor incidencia de la enfermedad y un 65 % de los casos notificados estaban relacionados con esta vía de transmisión. En aquella época no había una perspectiva de salud pública o derechos humanos y el abordaje se hacía desde la moral y el castigo. Era la época en la que a los heroinómanos se les expulsaba del tratamiento si daban positivo en heroína (¿a alguien se le ocurriría quitarle la insulina a un diabético por comer pasteles?) y los programas de intercambio de jeringuillas se abrían paso tímidamente. Recordemos que el primer programa de intercambio de jeringuillas en una prisión española tuvo que esperar hasta 1997 a pesar de que las vías de transmisión del virus estaban claramente definidas desde hacía una década. Un vistazo a los datos objetivos de la época nos puede dar algo más de luz. El primer informe del Observatorio Español sobre Drogas se publicó en 1998 con datos de los dos años anteriores. Es relevante que en aquel momento los datos más destacados son que el 26 % de los menores de edad hubieran probado el tabaco con menos de 14 años o que el 30 % de los jóvenes de 15 a 18 años consumieran alcohol los fines de semana de forma habitual. Los datos de consumo de cocaína y heroína en población joven indican una edad media de inicio al consumo en torno a los 20 años, y su uso habitual entre en el 0,82 % en el caso de la cocaína y menor al 0,01 % para la heroína5. Es decir, se trataba de un problema enorme de salud “ “ “ “ ESTAS CAMPAÑAS APARECEN EN LOS AÑOS MÁS DUROS DE LA EPIDEMIA VIH-SIDA EL ENFOQUE DE LOS MENSAJES ES SINIESTRO Y LÚGUBRE Campaña gris de la FAD (1994)

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1