105 a las pruebas con animales y, posteriomente (haciendo gala del habitual respeto a los derechos humanos de esa época), se pasó a probar en 1964 con personas que estuvieran cumpliendo condena en prisión. Los resultados fueron bastante positivos, ya que se probó que la duración del efecto era más breve y su toxicidad mucho menor que los del PCP, y así obtuvo el permiso para uso en humanos de la FDA en 1970. El gran campo de pruebas de su inicio fue la guerra de Vietnam, en donde un anestésico que no deprimiera la respiración ni la función cardíaca era vital para poder atender a los soldados heridos en condiciones que no eran las ideales, como serían las de un hospital con un quirófano y equipo de intubación completo. Pero los efectos disociativos de la ketamina seguían produciendo las alucinaciones propias de la disociación sensorial química, con lo que poco después de ser autorizada para su uso en humanos, se dieron sus primeras referencias de uso lúdico o psiconáutico. El primer uso lúdico del que existe referencia documentada se dio en un libro del movimiento undergroundcon el título Los fabulosos Freak Brothers, y el neurocientífico John C. Lilly fue otro de los primeros en experimentar con dicha sustancia y hacer pública esa información en aquellos años. Sin embargo, el uso masivo de la ketamina como una droga más en la cultura de masas no sucedió hasta mediados de los años 80, coincidiendo con la prohibición de la MDMA. Tras esta prohibición, hubo un aumento vertiginoso del uso de la ketamina como droga lúdica en clubes y en el contexto de la cultura rave, principalmente emergiendo en el sudeste asiático, donde era una droga habitual y fácil de conseguir en los clubs de ciudades como Hong Kong, expandiéndose desde allí al resto del mundo en su uso recreativo. Hasta el año 1999, en el que la ketamina pasó a estar controlada, se podía conseguir en diferentes presentaciones farmacéuticas o comprando directamente grandes cantidades a los proveedores químicos en prácticamente todos los países. Tras la fiscalización a la que fue sometida debido al uso fuera del contexto hospitalario (para humanos o animales), la mayor parte de la ketamina consumida en el mundo en entornos lúdicos es producida en China e India. A pesar de su fiscalización, la ketamina no ha llegado nunca a ser prohibida ni a colocarse en las categorías más restrictivas, entre otras razones porque es una de las llamadas “medicinas esenciales de la Organización Mundial de la Salud”, de manera que sigue siendo relativamente fácil de conseguir. Su uso en emergencias médicas como anestésico no depresor de la respiración en humanos sigue siendo importante al no tener un sustituto que iguale sus virtudes, aunque el mayor uso que recibe a día de hoy (precisamente Bote con ketamina para uso veterinario en distintos tipos de animales “ “LA KETAMINA SUSTITUYÓ POR COMPLETO LOS USOS MÉDICOS DE LA FENCICLIDINA Y SE CONVIRTIÓ EN UNA DE LAS MEDICINAS ESENCIALES DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD John C. Lilly, neurocientífico, psiconauta y divulgador del uso de ketamina
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